Londres (CNN) – Los cigarrillos electrónicos podrían ser recetados por el Servicio Nacional de Salud de Inglaterra (NHS, por sus siglas en inglés) en el marco de los planes para reducir las tasas de tabaquismo en el país.
La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido (MHRA, por sus siglas en inglés) publicará unas guías actualizadas que podrían permitir la prescripción de cigarrillos electrónicos a quienes quieran dejar de fumar, según informó el gobierno del Reino Unido en un comunicado este viernes.
Los fabricantes de cigarrillos electrónicos pueden ahora dirigirse a la MHRA con sus productos, que pasarán por el mismo proceso de aprobación reglamentaria que otros medicamentos disponibles en el NHS del país.
Si se aprueban los productos, Inglaterra será el primer país del mundo en recetar cigarrillos electrónicos autorizados como producto médico, según el gobierno.
Linda Bauld, titular de la Cátedra Bruce y John Usher de Salud Pública de la Universidad de Edimburgo, dijo que la noticia era “excelente”.
“Aunque hay buena evidencia de que los cigarrillos electrónicos disponibles como productos de consumo pueden ayudar a los fumadores a dejar de fumar, también sabemos que hasta uno de cada tres fumadores en el Reino Unido no ha probado estos dispositivos”, dijo al Science Media Centre. “Los fumadores tienen dudas sobre la seguridad y percepciones erróneas sobre los riesgos relacionados con los cigarrillos electrónicos en comparación con el tabaco”.
Bauld señaló que el costo de estos dispositivos supone una barrera para algunos.
“La opción de contar con dispositivos aprobados que puedan recetarse tranquilizaría a los fumadores sobre los riesgos asociados y también ayudaría a llegar a los que menos pueden costear los cigarrillos electrónicos”, dijo.
“El tabaquismo sigue siendo la principal causa prevenible de las desigualdades en materia de salud, por lo que todo lo que podamos hacer para ayudar a los fumadores con menos recursos, en particular, a dejar de fumar, es un paso en la dirección correcta”.
Sin embargo, los cigarrillos electrónicos no están exentos de riesgos, admitió el gobierno.
“Los cigarrillos electrónicos contienen nicotina y no están exentos de riesgos, pero los estudios de expertos del Reino Unido y de Estados Unidos han dejado claro que los cigarrillos electrónicos regulados son menos perjudiciales que el tabaco”, dijo el Gobierno en un comunicado.
“Un cigarrillo electrónico con licencia médica tendría que pasar controles de seguridad aún más rigurosos”, añadió.
Según el NHS, aunque los cigarrillos electrónicos no producen alquitrán ni monóxido de carbono, dos de los elementos más dañinos del humo del tabaco, “el líquido y el vapor contienen algunas sustancias químicas potencialmente dañinas que también se encuentran en el humo del cigarrillo, pero en niveles mucho más bajos”.
Alan Boobis, catedrático emérito de Toxicología del Imperial College de Londres y presidente del Comité de Toxicidad del Reino Unido, afirmó: “Creo que es justo decir que el uso de un cigarrillo electrónico que cumpla las normas actuales de consumo será mucho menos perjudicial que fumar cigarrillos”.
“Los fumadores que intentan dejar de fumar pueden probar el vapeo, sin necesidad de esperar a que salga a la venta un producto con licencia médica para hacerlo. Sin embargo, los productos autorizados para el vapeo tendrán que cumplir una norma definida por el regulador de los medicamentos, la MHRA, y a cambio estarán a disposición de los médicos para que los prescriban a sus pacientes, lo que supondrá un importante paso adelante”, declaró al Science Media Centre.
Robert West, catedrático de psicología de la salud en el Departamento de Ciencias del Comportamiento y de la Salud del University College de Londres, afirmó que los obstáculos normativos que hay que superar para que un producto obtenga la licencia son “enormes” y no confía en que los fabricantes de cigarrillos electrónicos independientes de la industria tabaquera tengan los recursos necesarios para superarlos.
“Los fumadores ya pueden conseguir cigarrillos electrónicos en algunos servicios para dejar de fumar y esta medida podría ampliar el acceso a ellos”, dijo West al Science Media Centre.
“Esto podría llevar muy fácilmente a una situación en la que los cigarrillos electrónicos de las compañías tabacaleras, con una eficacia limitada, puedan ser recetados mientras que otros mucho mejores no puedan serlo. En mi opinión, ningún profesional de la salud debería prescribir un cigarrillo electrónico producido por una empresa tabacalera”, añadió.