(CNN) – Naciones Unidas ha condenado las atrocidades descubiertas en una investigación conjunta sobre el conflicto en la región norteña de Tigray en Etiopía el miércoles, un día después de que el gobierno del país anunciara un estado de emergencia en todo el país y llamara a los ciudadanos a tomar las armas contra el avance de las fuerzas de Tigray hacia la capital.
La investigación, que es la única indagatoria de derechos humanos que se ha permitido en la región bloqueada de Tigray desde que estalló la lucha entre el antiguo partido gobernante local, el Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (TPLF) y el gobierno de Etiopía el año pasado – no culpa de las hostilidades y las violaciones de los derechos humanos a un solo grupo.
En cambio, dijo que todas las partes en el conflicto, incluidas las fuerzas de Eritrea y la región de Amhara en Etiopía aliadas con el gobierno, habían “cometido violaciones de derechos humanos internacionales, y de leyes humanitarias y de refugiados, algunos de las cuales pueden constituir crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad”, en diversos grados.
Entre las violaciones que pueden constituir crímenes de guerra, el informe detalla asesinatos extrajudiciales, tortura, violencia sexual y de género, violaciones contra refugiados y desplazamiento forzado de civiles.
La investigación conjunta de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU y la Comisión de Derechos Humanos de Etiopía designada por el estado, o EHRC, es una asociación poco común que ha despertado la atención entre la gente de Tigray, los grupos de derechos humanos y otros observadores, quienes han señalado preocupaciones sobre su independencia de la influencia del gobierno. Pero la ONU ha reafirmado su imparcialidad.
“No nos presionó el gobierno”, dijo el miércoles la jefa de derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, durante una conferencia de prensa sobre el informe en Ginebra, y agregó que el acceso restringido a algunas áreas de Tigray dificultaba que el equipo cuantificara los abusos.
En respuesta a los hallazgos, el primer ministro de Eiopía, Abiy Ahmed, dijo que el informe “establecía claramente que la denuncia de genocidios era falsa y carecía por completo de base fáctica”.
El informe cubre el número de víctimas civiles desde principios de noviembre de 2020, cuando comenzó el conflicto armado, hasta junio de 2021, cuando el gobierno etíope declaró un alto el fuego unilateral, un alto el fuego que no se ha mantenido. Se basa en 269 entrevistas confidenciales con víctimas y testigos de presuntas violaciones y abusos.
Bachelet calificó el informe de “devastador”.
“El conflicto de Tigray ha estado marcado por una brutalidad extrema. La gravedad y la seriedad de las violaciones y abusos que hemos documentado subrayan la necesidad de responsabilizar a los perpetradores de todos los bandos”, agregó.
Stephanie Halasz y Schams Elwazer de CNN contribuyeron a este informe.