Nueva York (CNN Business) – La cápsula Crew Dragon de SpaceX que transportaba a cuatro astronautas rugió hacia el espacio exterior sobre un cohete Falcon 9 el miércoles, marcando el inicio de la quinta misión tripulada de SpaceX en órbita.
La nave espacial, con tres astronautas de la NASA y un astronauta europeo a bordo, pasará todo el miércoles maniobrando más cerca de la Estación Espacial Internacional (EEI), donde atracará el jueves por la noche para iniciar una misión científica y de investigación de seis meses.
Los astronautas pasarán el día siguiente dentro de la nave espacial mientras maniobra a través de la órbita y se prepara para conectarse con la EEI, que orbita a más de 321 kilómetros sobre la superficie de la Tierra.
El atraque está programado para el jueves a las 7:10 pm ET (hora de Miami).
Esta misión, llamada Crew-3, es la cuarta misión de una colaboración entre SpaceX y la NASA para realizar viajes de rutina a la EEI con el fin de mantener a la estación espacial de 21 años con el personal adecuado. La NASA ha querido tener más control desde que su programa de transbordadores espaciales se retiró en 2011, dejando a Rusia como el único país con la capacidad de proporcionar transporte a la EEI.
Pero el Crew Dragon de SpaceX está lejos de ser otro transbordador espacial. La compañía todavía es propietaria y opera el vehículo y la NASA se considera solo un cliente más para estas misiones.
De hecho, los cuatro astronautas de la misión Crew-3 —Raja Chari, Tom Marshburn y Kayla Barron de la NASA, así como Matthias Maurer de la Agencia Espacial Europea— serán los primeros en abordar un Crew Dragon desde la misión totalmente tripulada por civiles, Inspiration4. Esa misión llevó a cuatro personas, ninguna de las cuales era un astronauta profesional, en un vuelo espacial de tres días que orbitó más alto de lo que cualquier nave espacial ha viajado desde las misiones lunares de la década de 1970.
En una conferencia de prensa a principios de esta semana, el gerente del Programa de Tripulación Comercial de la NASA describió la misión Inspiration4 como un “regalo” porque resaltó problemas con un componente clave en la nave espacial Crew Dragon —el inodoro— por lo que el problema podría solucionarse para futuras misiones de la NASA.
“La tripulación de Inspiration4 fue alertada sobre un problema con el ventilador del inodoro a bordo, que se usa para crear la succión necesaria cuando se va al baño en microgravedad. Después de que la nave espacial regresó a casa, SpaceX desmontó la cápsula y encontró” contaminación”.
“Hay un tanque de almacenamiento donde se almacena la orina [y] hay un tubo que se desconectó o se despegó”, dijo William Gerstenmaier, un ex administrador asociado de la NASA que ahora trabaja como jefe de seguridad de misión de SpaceX, durante una conferencia de prensa el mes pasado. “Eso permitió que la orina esencialmente no ingresara al tanque de almacenamiento, sino al sistema de ventilación”.
El problema impidió que el grupo de astronautas de la Crew-2 usara el baño de la nave espacial Crew Dragon durante su viaje de regreso a la Tierra desde la Estación Espacial Internacional este lunes. Los astronautas habían descubierto que la cápsula también tenía evidencia de “contaminación”, según la NASA. En cambio, se vieron obligados a depender de la ropa interior, esencialmente pañales para adultos, durante su viaje de regreso de nueve horas.
El lanzamiento de Crew-3 se produce después de que otro grupo de cuatro astronautas regresara de la EEI el lunes, culminando la misión denominada Crew-2.
Ambos vuelos se realizaron mientras SpaceX y la NASA trabajaban para solucionar problemas con el diseño del inodoro a bordo de la cápsula Crew Dragon de SpaceX. El problema dejó a los astronautas de Crew-2 sin opción de baño durante su vuelo de regreso de nueve horas desde la EEI el lunes.
La NASA y SpaceX dijeron que el problema se había solucionado en la cápsula utilizada para lanzar la misión Crew-3 el miércoles.
SpaceX tenía la intención de lanzar esta misión, llamada Crew-3, en Halloween, pero el despegue se retrasó debido a un mal tiempo en el océano Atlántico que podría haber afectado las operaciones de rescate si el cohete fallara y obligara a los astronautas a hacer un aterrizaje de emergencia en el océano. La capacidad de Crew Dragon para arrojar a una tripulación a un lugar seguro si algo sale mal es una de las razones por las que la agencia espacial dice que se encuentra entre las naves espaciales más seguras jamás voladas.
SpaceX nunca tuvo que llevar a cabo una salida de emergencia de este tipo, pero tener esa opción, y garantizar que la recuperación se pueda realizar sin problemas, es una de las razones por las que la agencia espacial dice que Crew Dragon se encuentra entre las naves espaciales más seguras jamás voladas.
El vuelo se retrasó aún más por un “problema médico que involucró a uno de los astronautas de Crew-3”, según la NASA. El problema no era una emergencia médica ni estaba relacionado con covid-19, dijo la agencia espacial, aunque se negó a dar más detalles.
Conoce a los astronautas del Crew-3
Kayla Barron, quien tiene una maestría en ingeniería nuclear de la Universidad de Cambridge, fue seleccionada como astronauta de la NASA en 2017 y proviene directamente de un campo de trabajo que involucra condiciones de vida extremas y largos períodos de aislamiento: los submarinos. Barron se convirtió en una de las primeras mujeres en servir en un submarino de la Marina en 2010.
“No fue hasta que tuve la experiencia de vivir y trabajar debajo de la superficie del océano e hice la conexión con vivir y trabajar en el vacío del espacio y comprender el tipo de equipo que se necesitaba para hacerlo con éxito”, dijo Barron a los periodistas el mes pasado. “Todos esos paralelos son los que me dieron la confianza para… postularme [para el cuerpo de astronautas de la NASA] en primer lugar
Raja Chari también se unió al cuerpo de astronautas de la NASA en 2017 como uno de sus miembros más nuevos, y este sería su primer vuelo al espacio. Tiene una maestría en aeronáutica y astronáutica del MIT y se graduó de la Escuela de Pilotos de Pruebas Navales de EE.UU., que tiene una larga trayectoria en la prestación de servicios al cuerpo de astronautas.
Chari y Barron también han sido seleccionados para el programa Artemis de la NASA, que podría volar en futuras misiones a la Luna. Barron agregó que hacer un viaje a la EEI es “el mejor entrenamiento posible para nosotros” para prepararnos para una eventual misión lunar, “en términos de desarrollo personal y la oportunidad de aprender de personas experimentadas”.
También es la primera vez en el espacio para el alemán Matthias Maurer de la Agencia Espacial Europea, quien tendrá la oportunidad de realizar una caminata espacial y activar un nuevo brazo robótico, que recientemente fue transportado a la estación espacial a bordo de una nave espacial rusa.
“Este brazo podrá llevar cargas útiles científicas a través de una esclusa de aire rusa desde el interior de la estación hacia el exterior, y luego [podremos] realizar experimentos en el exterior sin realizar una caminata espacial”, dijo.
El piloto de la misión, Tom Marshburn de la NASA, es el único astronauta veterano entre la tripulación. Tiene experiencia en física y tiene un doctorado en medicina, y se unió a la NASA a principios de la década de 1990 como cirujano de vuelo. Se unió al cuerpo oficial de astronautas en 2004 y anteriormente había volado en una misión del transbordador espacial y una misión rusa Soyuz a la EEI.
Cuando se le preguntó qué es lo que más espera hacer, Marshburn dijo a los periodistas que “ciertamente uno de los pináculos de su tiempo a bordo es tener la oportunidad de hacer una caminata espacial, pero lo que estamos haciendo día a día en el laboratorio será lo que muchos de nosotros esperamos con más ansias”.
La EEI ha acogido durante dos décadas a astronautas de todo el mundo para realizar investigaciones científicas. La estación espacial es diferente a cualquier laboratorio del mundo: en el entorno de microgravedad, los fenómenos físicos y biológicos no se ven empantanados por la atracción de la Tierra. Entonces, hacer el mismo experimento en la estación que se ha realizado en tierra puede brindar a los científicos una mejor comprensión fundamental de cómo funciona algo.
La investigación que los astronautas de Crew-3 supervisarán incluye un intento de cultivar un “cristal perfecto” para mejorar nuestra comprensión de los procesos biológicos, una prueba del impacto de la dieta en la salud de los astronautas y la prueba de un sensor de guía de video de un teléfono inteligente para guiar, navegar y controlar el robot de vuelo libre Astrobee.