(CNN Español) – Los jóvenes cubanos quieren tomar las riendas de su futuro y de su país. Ya no quieren más ese poder octogenario bajo el que ha vivido la isla desde la revolución de Fidel Castro de la década de 60, sino que quieren más libertad de expresión, que se respeten sus derechos, quieren levantar sus voces y ser escuchados.
“¿Qué llevó a esa generación que tiene menos de 35 años a protestar si nunca antes habían tenido la experiencia de comportarse como ciudadanos, como entes cívicos, como manifestantes en las calles de su país?”, se pregunta desde La Habana la periodista cubana Yoani Sánchez, directora del medio independiente 14yMedio.
“Los llevó el hastío, la asfixia que sienten dentro de su propia isla, donde no pueden realizar sus sueños profesionales, personales, económicos”, dijo Sánchez.
Ellos, dice Sánchez, son una generación nacida bajo el comunismo, bajo la dolarización y la dualidad monetaria. Ahora ellos, que han visto a sus familias hacer filas durante toda su vida para obtener alimentos en un país detenido en el tiempo, y ahora buscan que eso cambie.
Son ellos quienes ahora están liderando el llamado a la movilización cívica del 15N —como se ha llamado en las redes sociales—pues buscan cambiar la historia de un país en el que han vivido sin derecho a tener derechos.
Sánchez le dijo a CNN que las manifestaciones del 11 de julio y la del 15 de noviembre son el resultado de una generación que ha sufrido la represión toda su vida.
“Son los jóvenes que han despedido a sus amigos que se marchaban en una balsa para atravesar el estrecho de Florida, son jóvenes que no vibran ni nunca vibraron bajo la música, la épica revolucionaria de los años 60”, dice ella.
Y ahora, esa “asfixia” los está llevando a pedir un cambio.
“La juventud cubana, que ciertamente ha estado sometida durante toda su vida, que no tiene experiencia de vivir en democracia, si tiene claro lo que no quiere y no quiere continuar con la dictadura, no quiere seguir viviendo sin esperanzas”, le dijo a CNN Rosa María Payá, activista cubana, fundadora de la plataforma Cuba Decide.
Una generación sin “nada que perder” pero con mucho que ganar
“El cubano lleva demasiado tiempo en silencio y es hora de que pueda abrir la boca para decir con libertad lo que piensa”, le dijo a CNN Yunior García Aguilera, uno de los organizadores de la marcha del 15N.
La marcha cívica se realizará “para exigir que se respeten todos los derechos para todos los cubanos, por la liberación de los presos políticos y por la solución de nuestras diferencias a través de vías democráticas y pacíficas”, según sus organizadores.
A pesar de que el gobierno no dio permiso, y luego de la brutal represión que hubo por parte de las fuerzas policiales con quienes protestaron el 11 de julio, la protesta se realizará no solo en Cuba, sino en más de 90 ciudades del mundo.
“Este grupo de jóvenes que salieron a las calles son los que no tenían nada que perder porque lo habían perdido todo”, dice Sánchez.
Pero “hay todo que ganar”, dice Payá, hija del activista cubano Oswaldo Payá, que lideró el Movimiento de Liberación Cristiano, el cual intentó llevar a cabo un cambio político en Cuba a través de medios no violentos y usando a menudo el marco legal del sistema socialista cubano. Oswaldo Payá murió en un accidente automovilístico en 2012 en Cuba.
“Desde el punto de vista de lo que significa la vida en Cuba, las privaciones, la falta de perspectiva, la imposibilidad de ser el dueño de tu propia vida y tu propio destino, la imposibilidad de prosperar con tu trabajo… Desde ese punto de vista no hay nada que perder”, dijo Payá desde Miami.
Y agrega que como el Estado ha enfrentado a los manifestantes con “violencia y represión”, “desde ese punto de vista se tiene la vida que perder”.
Payá, como muchos jóvenes cubanos, ha visto generaciones de disidentes que han intentado un cambio en Cuba, y resalta el trabajo de los que vinieron antes que ellos.
“Nosotros nos estamos parando sobre los hombros de los que estuvieron antes”, le dijo Payá a CNN.
“Es decir, es gracias a mi papá y a muchos otros en 62 años de historia que los cubanos también estamos protestando hoy”, agregó.
Payá dice que fue muy gratificante ver protestar a jóvenes frente al Ministerio de Cultura en noviembre de 2020 repitiendo frases de su papá, como “los cubanos tenemos derecho a los derechos”.
“Ese mantra continúa dentro de la sociedad cubana”, dice.
Manifestaciones “históricas” en Cuba
La protesta del 15N no tiene precedentes “por su convocatoria, por su carácter y porque llega semanas después de las protestas del 11 de julio en un escenario muy complicado”, dijo Yoani Sánchez.
Cuando el 11 de julio miles de cubanos salieron a las calles para protestar por la falta de alimentos y medicinas y una grave crisis económica agravada por la pandemia de covid-19 y las sanciones de Estados Unidos, muchos corearon “libertad” y pidieron la renuncia del presidente Díaz-Canel.
Según el grupo Cubalex, que monitorea los asuntos legales en la isla, al menos 1.175 cubanos fueron arrestados luego de las demostraciones del 11 de julio.
Si bien los funcionarios del gobierno dijeron que detuvieron a los manifestantes que atacaron a la policía y saquearon tiendas, decenas de personas dijeron que fueron arrestadas violentamente por marchar pacíficamente o simplemente por filmar las protestas.
El gobierno cubano no dijo cuántas personas fueron detenidas o heridas en los disturbios. Los periodistas de CNN presenciaron el arresto forzoso de varias personas el domingo en protestas en La Habana.
“No es lo mismo manifestarse en democracia que hacerlo en dictadura”, dijo Payá a CNN al referirse a lo histórico de las protestas que ha visto el país en los últimos meses.
Pero a pesar de esto, la nueva generación “está buscando un futuro dentro de Cuba”, le dijo a CNN Daniel Pedreira analista político y candidato a doctor en Ciencias Políticas de la Universidad Internacional de la Florida.
“Estamos viendo que una nueva generación nacida, criada en la Cuba castrista, que está buscando un futuro dentro de Cuba”, dijo Pradeira. “También estamos viendo una juventud que ve que está haciendo todo lo posible por luchar por un futuro dentro de Cuba, no como antes que veíamos muchos jóvenes buscando irse para Estados Unidos o para otros países para buscar mejor vida”.
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, criticó este miércoles al gobierno de Estados Unidos por lo que dijo que era una campaña para “provocar situaciones de sufrimiento en nuestro pueblo, con la esperanza de crear las condiciones para un colapso social”.
Rodríguez Parrilla culpó al gobierno de Biden por los planes de los grupos de oposición para realizar protestas pacíficas en Cuba, a pesar de que los funcionarios cubanos han prometido no permitir que las manifestaciones se lleven a cabo. Funcionarios estadounidenses han amenazado con imponer sanciones contra la isla dirigida por los comunistas si los manifestantes son arrestados por la policía cubana.
“La gente ya no cree la retórica” de EE.UU. como enemigo
El gobierno central de Cuba negó los permisos para la marcha aduciendo que quienes han convocado la protesta están financiados por Estados Unidos. La administración Biden advirtió al gobierno cubano que si impide que se lleve a cabo la marcha, la isla podría enfrentar nuevas sanciones económicas.
“Pero ya las personas no creen esa retórica porque estamos viendo jóvenes… que no tienen vínculo con Estados Unidos, que no son parte de una organización, no reciben fondos de Estados Unidos, o sea, todo eso es transparente”, dijo Pedreira de la FIU a CNN.
Según Yoani Sánchez, el gobierno de Cuba quiere hacer creer que es una lucha de David contra Goliat, donde el indefenso es la isla y el gigante es Estados Unidos. Pero la ecuación es diferente, dice ella.
“El pequeño David es el pueblo de Cuba, desarmado, sin derechos, vigilado, coartada su libertad frente al gran Goliat que es un Estado, el Partido Comunista y un grupo en el poder que se ha adueñado del concepto de nacionalidad, de los recursos del país, y además pues tiene el ejército para pelear al pequeño David”, dijo Sánchez.
“Eso es apelar a un nacionalismo de caricatura que cada vez funciona menos dentro de cuba, y especialmente que cada vez funciona menos dentro de las jóvenes generaciones cubanas que se sienten más cosmopolita, más universales y muy, muy alejadas de estas confrontaciones tan antiguas ya como las de la Guerra Fría”, agregó.
Y esa eterna conspiración la hace “para no reconocer sus propios errores”, dice ella.
La administración Biden advirtió el mes pasado al gobierno cubano que si impide que se lleve a cabo la marcha, la isla podría enfrentar nuevas sanciones económicas.
Miedo y esperanza con las protestas
Las manifestaciones se han visto como una señal de esperanza para muchos que piden el cambio.
“El desafío que están planteando los jóvenes cubanos y todos los que salen a protestar es precisamente el de recuperar una vida de verdad, una vida en libertad. Por eso el reclamo es tan existencial, no por eso es reclamo de las protestas es ‘libertad, patria y vida’”, dijo Payá.
La activista dice que el país “ya es distinto… porque el porque el pueblo ha tomado una determinación de decir se acabó”.
“Esa llama se ha aprendido y entonces ahora es ver cómo esa llama sigue creciendo hasta lograr esa Cuba libre, democrática que tanto buscan”, dijo Pradeira.
Pero Elina Castillo, encargada de campaña para el Caribe de Amnistía Internacional, le dijo a CNN que “hay un alto riesgo” de que se repita la represión de las protestas en julio.
“Quisiéramos pensar que las personas finalmente van a poder ejercer su derecho a la libertad de expresión y ejercer su derecho a la libertad, a la reunión pacífica de forma plena y sin recibir ataques o golpes o detenciones arbitrarias o intimidaciones o amenazas, como vimos que ocurrió en julio”, dijo Castillo a CNN.
Amnistía Internacional dijo que monitorearía las manifestaciones del 15N.
Sánchez, que está cubriendo las manifestaciones en Cuba, dice que es probable que “régimen cubano saque toda su artillería represiva”, pero dice tener mucha fe en las marchas.
“Si me quedo con una palabra para definir el espíritu que tiene la gente es ‘convicción’. Es ahora o nunca”, puntualizó.