(CNN Español) – Este domingo 14 de noviembre se celebraron en Argentina las elecciones intermedias generales.
En estos comicios, los argentinos eligieron a los candidatos para renovar 127 de las 257 bancas de la Cámara de Diputados y 24 de las 54 bancas de la Cámara de Senadores.
Previamente, el 12 de septiembre, se realizaron las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), una primera etapa de la elección, en la que cada partido presentó distintos aspirantes para los cargos.
En esa instancia, los ciudadanos definieron con su voto cuál de todos esos aspirantes debía ser el candidato elegido para la elección general, que es la segunda etapa del proceso.
Este año, el padrón electoral registró 34.332.992 personas habilitadas para votar, según el Ministerio del Interior.
Según la Dirección Nacional Electoral, el presupuesto original asignado para los comicios de 2021 equivale a unos US$ 172 millones para la organización de las primarias y de las elecciones nacionales. Sin embargo, pospuestas por la pandemia y con una organización diferencial para poner en marcha protocolos para evitar contagios por covid-19, el Ejecutivo nacional aumentó el presupuesto, que llegó a unos US$ 184 millones.
Cómo puede impactar el resultado de estas elecciones
Las PASO tuvieron un resultado adverso para la coalición gobernante Frente de Todos, que cayó en la mayoría de las provincias, incluidas las más grandes. Si se repiten los resultados de las primarias, sería la primera vez desde la vuelta a la democracia en 1983 que el peronismo perdería la mayoría en la Cámara de Senadores.
Son ocho provincias las que eligieron 24 senadores en estas elecciones. Dos por la mayoría y uno por la primera minoría de cada distrito. El Frente de Todos puso en juego 15 de las 41 bancas que tiene, y Juntos por el Cambio, 9 de las 25 que posee.
En las primarias, el oficialismo fue menos votado que la oposición en seis de esas provincias. De repetirse ese resultado, el bloque del Frente de Todos se reducirá de 41 a 35 senadores a partir de diciembre, dos menos de los necesarios para dominar la Cámara alta o aprobar leyes sin necesidad de negociar con la oposición.
De todos modos, de confirmarse estos resultados, el presidente Alberto Fernández estaría en mejores condiciones que las que tenía Mauricio Macri luego de las elecciones de medio término de 2017. Fernández tendría 11 senadores y 9 diputados más que los que tenía el expresidente Macri.
La principal coalición opositora, Juntos por el Cambio, lanzó una campaña para intentar quebrar el histórico dominio peronista de la Cámara alta.
Por otra parte, la Cámara de Diputados renueva con estas elecciones 127 de sus 257 bancas. A diferencia de los senadores, que representan a las provincias, los diputados representan al pueblo argentino. Tienen mandatos de cuatro años y son elegidos a través de un sistema de representación proporcional en los 24 distritos en los que se divide el país.
La Cámara baja está presidida actualmente por Sergio Massa, un aliado del oficialismo. El oficialismo tiene 120 bancas, es decir, le faltan 9 votos para tener quórum propio. En estas elecciones el gobernante Frente de Todos renueva 51 bancas. En tanto, Juntos por el Cambio tiene 115 bancas y renueva 60.
La relación de fuerzas que resulte de estas elecciones va a ser trascendental para el poder de acción del gobierno actual.
Con información de Iván Pérez Sarmenti, Nacho Girón y Betiana Fernández Martino