(CNN) – Si Joe Biden construyera una carretera en un bosque tranquilo, ¿lo sabría alguien? Ese es el problema filosófico de un presidente que debería estar viviendo uno de los mejores días de su presidencia, pero que, en cambio, está luchando por convencer a los estadounidenses de que ha logrado algo.
Biden cumplió su promesa de convertir en ley un proyecto de infraestructuras de gran envergadura, que habían eludido presidentes anteriores. Lo hizo, contra todo pronóstico, de forma bipartidista. La ceremonia de firma a la que asistieron miembros de ambos partidos, este lunes, en la Casa Blanca debería haber sido una vuelta de la victoria.
En cambio, hay titulares premonitorios para Biden y los demócratas.
Nuevos sondeos sugieren que los estadounidenses no entienden sus logros y le culpan del estado de la economía que les preocupa.
Su índice de aprobación, nunca extremadamente fuerte para un nuevo presidente, no está demasiado lejos del territorio de Donald Trump.
Intriga palaciega
Edward Isaac-Dovere y Jasmine Wright, de CNN, informaron este fin de semana sobre la frustración mutua entre la Casa Blanca y la oficina de la vicepresidenta Kamala Harris.
Me limitaré a compartir el primer párrafo de la historia, que está respaldada por un exhaustivo reportaje:
“Desgastados por lo que consideran una disfunción arraigada y una falta de enfoque, los principales ayudantes del ala oeste han dado la espalda a la vicepresidenta Kamala Harris y a su personal, decidiendo que simplemente no hay tiempo para tratar con ellos en este momento, especialmente en un momento en el que el presidente Joe Biden se enfrenta a preocupaciones legislativas y políticas que se multiplican rápidamente”.
Este no es el tipo de historias que se difunden cuando las cosas van según lo previsto.
La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, salió en defensa de Harris a través de Twitter, el domingo por la noche.
“Para cualquiera que necesite oírlo. @VP no solo es una socia vital de @POTUS sino una líder audaz que ha asumido los retos clave e importantes a los que se enfrenta el país, desde el derecho al voto hasta abordar las causas fundamentales de la migración y ampliar la banda ancha”, tuiteó Psaki.
Los estadounidenses aún no entienden a Biden
El titular de The Washington Post para una nueva encuesta de ABC News era sombrío: “La aprobación de Biden alcanza un nuevo mínimo mientras aumenta el descontento económico”. Pregunté a la directora de Encuestas e Investigación electoral de CNN, Jennifer Agiesta, cómo deberíamos ver estas encuestas.
¿Qué tipo de caída es ésta? “Ciertamente no ha habido muchas buenas noticias para Biden en ninguna de las encuestas recientes –sus números no están en gran forma–, pero la forma en que a veces se reportan las encuestas puede hacer que suene un poco peor de lo que realmente es”, dijo Agiesta.
“Aunque Biden ha alcanzado recientemente nuevos mínimos en varias encuestas, los puntos de comparación anteriores para algunas de esas encuestas fueron hace tiempo. Así que, aunque sus números ciertamente han bajado desde el verano y alrededor del Día del Trabajo, no está claro si actualmente siguen bajando o si se han estancado”, explicó.
Los estadounidenses no solo cuestionan los logros de Biden, sino que también les preocupan sus prioridades. Agiesta señaló una encuesta de CNN, realizada por SSRS a principios de noviembre, en la que el 58% dijo que el presidente no ha prestado suficiente atención a los problemas más importantes.
En resumen. “Las cifras del índice de aprobación de Biden se sitúan sistemáticamente en puntos bajos en varias encuestas importantes, pero no está claro si actualmente siguen bajando o si se han estabilizado”, agregó Agiesta.
Y es imposible saber si su aprobación ha tocado fondo.
Es la economía, como siempre
Los problemas para Biden en la encuesta se centran en la percepción y la economía. Se espera que la inflación persista durante meses.
Mientras los estadounidenses estén preocupados por la economía, podría ser extremadamente difícil para Biden convencerles de que su paquete de gastos les está ayudando.
Según la encuesta de The Washington Post-ABC:
- El 70% de los estadounidenses tiene una visión negativa de la economía
- Casi la mitad del país, el 48%, culpa a Biden de la inflación
- Más de 6 de cada 10 estadounidenses, incluyendo el 71% de los independientes, dicen que no ha logrado mucho
¿Cómo se compara la aprobación de Biden?
Biden no tiene el índice de aprobación más bajo de ningún presidente reciente a estas alturas de su primer mandato. Ese dudoso honor corresponde a Trump, según Gallup. Pero Biden (42% de aprobación, en octubre) no está muy por encima de Trump (37% de aprobación, a estas alturas de su presidencia).
¿Por qué las infraestructuras son difíciles de vender?
Si has leído el texto de la legislación sobre infraestructuras y te has preguntado por qué no hay más detalles sobre lo que hará exactamente, es porque el paquete, por diseño, no incluye proyectos específicos.
Los estados, quizás desempolvando proyectos muy necesarios para los que no tenían financiación, solicitarán su parte de los US$ 550.000 millones del nuevo gasto. Katie Lobosco, de CNN, examina cuatro posibles proyectos de infraestructuras:
- El puente Brent Spence. Es una arteria vital del Medio Oeste, pero está atascado. La legislación podría colocar un segundo puente junto al primero y conseguir que el tráfico y los camiones se muevan más rápidamente sobre el río Ohio. entre Cincinnati y Kentucky
- Ampliar el transporte público de Atlanta. Se han estudiado y aprobado líneas de autobús exclusivas fuera de Atlanta. La nueva ley podría liberar los US$ 1.000 millones necesarios para hacerlas realidad
- Mejorar el centro ferroviario de Chicago. Una cuarta parte del tráfico ferroviario de mercancías del país pasa por Chicago, pero las líneas del centro se han descrito como un “plato de espaguetis”. El dinero federal podría ayudar a desenredar las cosas
- Mejorar el puerto de Baltimore. Los funcionarios quieren levantar la mano para conseguir algunos de los US$ 17.000 millones que la ley destina a los puertos. Uno de los proyectos que prevén es la mejora de los alimentadores eléctricos y la facilitación de nuevos vehículos eléctricos, incluidas las grúas de contenedores.
El líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, el principal republicano electo del país, no estuvo en la ceremonia de la firma en la Casa Blanca, pero ha presumido de la financiación en su estado natal, Kentucky, donde dijo que era un “regalo del cielo”.
También será difícil para los demócratas centrarse en la venta de este paquete de infraestructuras, ya que todavía están discutiendo sobre un proyecto de ley de gasto social aún mayor que tendría un efecto inmediato en la vida de los estadounidenses al garantizar la escolarización de los niños de EE.UU. a partir de los 3 años en lugar de los 5.
Si los demócratas consiguen superar la línea de meta, tendrán aún más de qué presumir. Pero tendrán que perforar la frustración que los votantes sienten ante la inflación.
Cómo los dólares de los contribuyentes ayudaron a Tesla
He aquí un ejemplo de adónde van a parar los dólares de los impuestos cuando se filtran a la economía.
Chris Isidore, de CNN, señala que Tesla, una de las empresas más valiosas del mundo, se ha beneficiado de miles de millones en incentivos fiscales.
Podría obtener miles de millones más si el proyecto de ley de gasto social se convierte en ley y el Gobierno empieza a conceder a los compradores de vehículos eléctricos nuevos créditos fiscales de US$ 7.500 por vehículo.
Un intercambio que merece la pena
Si se valora tener vehículos eléctricos en lugar de vehículos a gasolina –y cualquiera que esté preocupado por el cambio climático debería hacerlo–, los incentivos fiscales a empresas como Tesla probablemente merezcan la pena.
Sin embargo, es extremadamente frustrante ver a Elon Musk trollear al senador de Vermont, Bernie Sanders, en Twitter sobre los impuestos, ya que Musk ha recibido ayuda de los contribuyentes.
“¿Quieres que venda más acciones, Bernie? Solo tienes que decir la palabra … “, tuiteó Musk el domingo como parte de su trolleo.
Aquí están los cálculos de Isidore (y por favor, lea su historia para entender más sobre cada uno de estos elementos):
- Tesla ha recibido US$ 5.000 millones hasta la fecha por la venta de créditos de emisiones
- SpaceX ha recibido US$ 10.000 millones hasta la fecha en contratos de la NASA
- Tesla ha podido cobrar US$ 1.700 millones en precios más altos de los coches gracias a los créditos fiscales para los compradores de coches
A esto hay que añadir los préstamos a bajo interés del Departamento de Energía, que Tesla –que ahora vale más de US$ 1 billón gracias a la fe de los inversores más que a las ventas– ha devuelto desde entonces.