(CNN) – Taiwán mostró el jueves su más reciente equipo militar: aviones de combate F-16 mejorados que estarían en el centro de la defensa de la isla en caso de un ataque aéreo de China.
Los F-16 surcaron el cielo en la Base Aérea de Chiayi, en la costa suroeste de la isla, mientras los pilotos realizaban maniobras aéreas para demostrar las capacidades del primer escuadrón de aviones de combate F-16V, o Viper, de fabricación estadounidense.
Los aviones fueron actualizados a partir de los antiguos cazas F-16A/B, adquiridos originalmente por Taiwán en la década de 1990, y están equipados con sistemas de radar avanzados y nuevos ordenadores de misión, según la oficial Agencia Central de Noticias (CNA). Taiwán tiene previsto actualizar 141 cazas a la nueva versión para 2023, añadió.
La actualización ya se ha hecho a más de 60 F-16, dijo el viceministro de Defensa, Wang Hsin-lung, al Parlamento de Taiwán el miércoles.
Taiwán también ha comprado 66 nuevos F-16V al fabricante Lockheed Martin, de Estados Unidos, y se espera que la entrega comience en 2023, informó CNA.
Más de dos docenas de F-16V fueron expuestos en la base de Chiayi el jueves.
La “amistad” entre Taiwán y Estados Unidos
Durante la ceremonia de entrega, la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, dijo que la formación de una nueva ala de combate de F-16V ha demostrado la profundización de la amistad entre la isla y Estados Unidos.
“El equipo de Lockheed Martin nos ha proporcionado mucha ayuda para completar la actualización”, dijo. “Esto no solo señala el mayor progreso de la amistad entre Taiwán y EE.UU., sino que también representa un firme compromiso con las relaciones entre ambos países”.
El gobernante Partido Comunista de China ha intensificado su presión militar sobre Taiwán, incluyendo el envío de 150 aviones de guerra cerca de la isla en solo cinco días, en octubre, lo que provocó que Taipei emitiera avisos por radio y desplegara sistemas de misiles de defensa aérea para controlar la actividad.
Cuando se anunció la venta de los 66 aviones a Taiwán, el año pasado, los analistas dijeron que proporcionarían un avión competente para competir con los de China, a la vez que aumentarían la moral de los pilotos de combate de la isla.
“Pequeño, ágil y fácil de pilotar”
“Es un avión muy capaz. Es pequeño, ágil y fácil de pilotar. A los pilotos les encanta”, dijo Drew Thompson, investigador principal visitante de la Escuela Lee Kuan Yew de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Singapur.
Señaló que el caza puede desempeñar muchas funciones, como el lanzamiento de misiles contra barcos o la eliminación de radares enemigos, así como en enfrentamientos aire-aire.
El analista militar australiano Peter Layton, del Griffith Asia Institute, dijo el año pasado que la venta de F-16 podría ayudar a estabilizar la situación de Taiwán, al menos desde el punto de vista militar.
“La venta servirá para mantener ampliamente el equilibrio de combate aéreo” entre las fuerzas aéreas taiwanesas (ROCAF) y chinas (PLAAF), dijo Layton.
“La PLAAF tiene muchos más aviones de combate aéreo que la ROCAF, pero en un conflicto la ROCAF estará defendiendo y la PLAAF atacando. La diferencia de funciones y el hecho de que la ROCAF operará sobre sus propios aeródromos compensa la diferencia de número”, dijo.
“Los F-16 adicionales simplemente mantendrán el equilibrio hasta principios de la década de 2030”, dijo Layton.
Beijing no descarta el uso de la fuerza
Las autoridades comunistas en China se han negado a descartar el uso de la fuerza para tomar Taiwán a pesar de que nunca la han gobernado. La isla democrática tiene su propio Gobierno y Ejército desde el final de la Guerra Civil China, hace más de siete décadas.
Las ventas militares estadounidenses a Taiwán están autorizadas por la Ley de Relaciones con Taiwán, de 1979, siempre que sean de “carácter defensivo”. La ley se promulgó después de que Washington estableciera relaciones diplomáticas con Beijing con la advertencia de que el futuro de Taiwán se determinaría por medios pacíficos.
El tema de Taiwán ocupó un lugar destacado en la agenda de la cumbre virtual que mantuvieron el lunes el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo chino, Xi Jinping.
En las conversaciones, Biden planteó su preocupación por el comportamiento de Beijing en la región. Aunque reafirmó la política estadounidense de “una sola China” -que reconoce la reivindicación de soberanía de Beijing, pero permite los lazos de defensa de Estados Unidos con Taiwán–, expresó su preocupación por que las acciones de China estén desestabilizando la región.
Según una lectura de la reunión del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Xi achacó las crecientes tensiones en el estrecho de Taiwán a lo que denominó el intento de Taipei de “apoyarse en EE.UU. para buscar la independencia” y a “la intención de algunos estadounidenses de utilizar a Taiwán para contener a China”.
En su discurso del jueves, la presidenta de Taiwán, Tsai, agradeció a la Fuerza Aérea por trabajar “día y noche” para proteger a Taiwán.
“Independientemente de cualquier intrusión, [nuestra Fuerza Aérea] puede tomar inmediatamente los cielos para interceptar y expulsar a los intrusos. Esto ha demostrado nuestra determinación de defender nuestro espacio aéreo”.
“Creo que, mientras sigamos defendiendo nuestros valores libres y democráticos, más países con ideales similares se unirán a nosotros”, añadió Tsai.