(CNN) – La perra rusa de rescate Monika tiene una nueva oportunidad después de que le colocaran prótesis de titanio en las patas. Esto ocurre solo unos meses después de que los médicos sugirieran que debía ser sacrificada por las graves lesiones que tenía.
La operación fue realizada por el veterinario Sergei Gorshkov, que tiene su sede en la ciudad de Novosibirsk y ha equipado a 37 animales con prótesis desde 2015. Monika es el primer perro que se beneficia de su trabajo.
Dos semanas después de su operación, el can se está adaptando bien a su nueva movilidad, y Gorshkov dice que pronto llevará una vida normal, aunque estaba “sorprendido” por la velocidad de su recuperación.
“No creo que fuéramos muy”, le dijo a CNN. “Pero al tercer día empezó a ponerse de pie y a caminar por la clínica, yendo de habitación en habitación”.
Monika habría sido víctima de abusos
Sin embargo, no fue fácil llevar a Monika a la sala de operaciones: trabajadores de la aldea de Plastunovskaya y voluntarios que la rescataron la encontraron inicialmente sin sus patas en diciembre de 2020 y sospecharon que había sido víctima de abusos.
Monika fue llevada al cuidado de las voluntarias de rescate de animales Marina Gapich y Alla Leonkina, con base en la ciudad de Krasnodar, en el sur de Rusia, donde le amputaron las extremidades dañadas y recibió una transfusión de sangre.
Gapich le dijo a CNN que ella y Leonkina pasaron “noches de insomnio” por Monika y no estaban de acuerdo con el consejo veterinario de que la sacrificaran. Las dos mujeres se pusieron en contacto con Gorshkov y recaudaron 400.000 rublos rusos (más de US$ 5.400) para la operación.
Las prótesis de Monika tuvieron que ser impresas con una impresora 3D en la ciudad de Troitstk, no lejos de Moscú y luego biorevestidas en la Universidad Politécnica de Tomsk antes de que Gorshkov llevara a cabo el procedimiento.
‘Mascota de la pandemia’
Para el veterinario, gran parte de su trabajo ha adquirido un nuevo significado durante los últimos 18 meses. Y es que la “mascota de la pandemia” era especialmente importante para algunos.
“Estoy feliz de dar una nueva vida a los animales, especialmente ahora durante el covid”, dijo Gorshkov. “La gente encuentra algo de consuelo en los animales y, por lo tanto, al tratar a los animales, yo trato a las personas”.
Y Monika ya ha llegado a los corazones de los voluntarios que la rescataron. Cuando se le preguntó si el perro se quedaría en Novosibirsk, la respuesta de Gapich fue un rotundo no.
“¡Somos sus cuidadores, somos responsables de ella!”, le dijo a CNN. Agregó que ella y Leonkina estaban en contacto con un especialista en comportamiento animal con sede en Londres que ahora podría ser consultado sobre el caso de Monika.