(CNN) – El gobierno de Joe Biden está ejerciendo más presión sobre las empresas de China que, según afirma, podrían socavar la seguridad nacional de Estados Unidos.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos añadió el miércoles una docena de empresas chinas a una lista negra comercial, diciendo que algunas de las empresas han apoyado la modernización del ejército de China.
Los funcionarios estadounidenses calificaron la medida como parte de un esfuerzo para evitar que las tecnologías emergentes de Estados Unidos se utilicen para los esfuerzos de computación cuántica que apoyarían a los militares de China, tales como “aplicaciones contra tecnología de aviones furtivos y contra los submarinos”.
El Departamento de Comercio también citó la preocupación por la “capacidad de China para quebrar el cifrado o desarrollar un cifrado indescifrable”. Y dijo que varias entidades de China y Pakistán fueron añadidas a la lista por contribuir a las actividades nucleares o al programa de misiles balísticos de Pakistán.
Tensiones latentes entre Estados Unidos y China
Las tensiones entre Estados Unidos y China, que se intensificaron bajo el mandato del expresidente Donald Trump, han continuado bajo el mandato del presidente Joe Biden. Y a pesar de una reciente primera cumbre virtual con el presidente Xi Jinping, y de la colaboración en la crisis climática y las reservas de petróleo, el gobierno de Biden ha hecho hasta ahora poco para rebajar la presión sobre Beijing.
En abril, el gobierno de Biden añadió siete empresas chinas con vínculos con el ejército a la lista que restringe a las empresas estadounidenses hace negocias con ellas. En ese momento, el Departamento de Comercio dijo que esas empresas operaban en el campo de la supercomputación y han ayudado al gobierno chino a modernizar su ejército o han trabajado en programas de armas de destrucción masiva.
El impacto de la lista negra de Estados Unidos
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China criticó este jueves las nuevas sanciones, diciendo que el país “tomará todas las medidas necesarias para salvaguardar resueltamente los derechos e intereses legítimos de las empresas chinas”.
El portavoz Zhao Lijian acusó a Estados Unidos de haber “generalizado repetidamente la seguridad nacional” y de haber “abusado del poder del Estado” para reprimir a las empresas chinas.
En total, 27 entidades e individuos extranjeros fueron añadidos a la lista negra comercial del Departamento de Comercio estadounidense. Junto a las empresas chinas, otros objetivos tenían su sede en Pakistán, Japón y Singapur.
“El comercio mundial debe apoyar la paz, la prosperidad y los empleos bien remunerados, no los riesgos para la seguridad nacional”, declaró la Secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina M. Raimondo, en un comunicado.