Hong Kong (CNN) – Antes de retirarse como viceprimer ministro, Zhang Gaoli fue el rostro de los esfuerzos organizativos de China antes de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022.
Como jefe de un grupo de trabajo del gobierno sobre los Juegos de Beijing, Zhang inspeccionó los sitios de construcción de las sedes, visitó a los atletas, reveló los emblemas oficiales y celebró una reunión tras otra para coordinar el trabajo de preparación.
Recibió al presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, en el complejo de liderazgo de la capital china en 2016, y prometió hacer de los Juegos “fantásticos, extraordinarios y excelentes”.
Pero ahora, tres años después de su retiro y menos de tres meses antes de los Juegos Olímpicos de Invierno, Zhang se ha encontrado en el centro de un escándalo explosivo de #MeToo que ha provocado un alboroto mundial, amplificando los llamados a boicotear los Juegos que él ayudó a organizar.
Zhang, de 75 años, fue acusado a principios de este mes por la estrella del tenis chino Peng Shuai, de 35 años, de agresión sexual en su casa después de jubilarse hace tres años. La dos veces campeona de dobles de Grand Slam también alegó una relación con Zhang durante un período intermitente que duró al menos una década.
“¿Por qué tuviste que volver conmigo, llevarme a tu casa para obligarme a tener sexo contigo?”, alegó Peng en una publicación eliminada en las redes sociales con fecha del 2 de noviembre.
“Sé que para alguien de su eminencia, viceprimer ministro Zhang Gaoli, usted dijo que no tenía miedo. Pero incluso si soy solo yo, como un huevo golpeando la piedra, una polilla volando en llamas, cortejando la autodestrucción, diría la verdad sobre nosotros”, escribió.
Las autoridades chinas se apresuraron a amortiguar a Peng Shuai con censura generalizada. Pero a medida que pasaban las semanas, el mundo del tenis femenino comenzó a exigir respuestas sobre el paradero de Peng, así como una investigación completa sobre sus acusaciones contra Zhang.
En medio de la creciente preocupación mundial por su seguridad y bienestar, los medios de comunicación controlados por el gobierno chino y el sistema deportivo estatal publicaron una serie de fotos y videos de “prueba de vida” de Peng.
Bach, el presidente del COI que ha sido fotografiado con Zhang en al menos una ocasión, mantuvo una videollamada con Peng bajo la estrecha vigilancia de un funcionario deportivo chino, durante la cual la tres veces olímpica insistió en que está “sana y salva” y quería que “se respetara su privacidad”.
Pero Beijing ha evitado cualquier mención de las acusaciones de agresión sexual de Peng Shuai, con censores bloqueando todas las transmisiones de CNN sobre esta historia en el país.
Mientras tanto, Zhang ha permanecido completamente fuera de la vista pública y no ha emitido ninguna respuesta a la acusación.
Desde su jubilación, Zhang ha mantenido un perfil bajo y se ha desvanecido de la vida pública, y no hay información publicada relacionada con su paradero actual. Las repetidas solicitudes de comentarios de CNN a la Oficina de Información del Consejo de Estado de China, que maneja las consultas de prensa en nombre del gobierno central, no han recibido respuesta.
¿Quién es Zhang Gaoli?
Mientras estaba en el cargo, Zhang Gaoli había tenido una figura aburrida y poco llamativa, incluso para los estándares del Partido Comunista, donde los altos funcionarios suelen seguir un guión estricto mientras están en asuntos oficiales y se mantienen fuera del centro de atención en privado.
En fotos y en la televisión estatal, rara vez se lo veía con alguna expresión, y siempre lucía un impecable cabello peinado hacia atrás, negro azabache, un peinado tradicionalmente escogido por altos funcionarios chinos.
Según un perfil de los medios estatales de 2013, Zhang disfrutaba del tenis, leía y jugaba ajedrez chino en su tiempo libre.
“No había nada extraordinario en él. Es un tecnócrata estándar entrenado y cultivado por el sistema del Partido Comunista Chino”, dijo Deng Yuwen, exeditor de un periódico oficial del partido que ahora vive en Estados Unidos.
“No tuvo logros notables, ni estuvo involucrado en escándalos particulares; había sido una figura anodina sin controversia alguna”.
Incluso después de convertirse oficialmente en uno de los siete hombres más poderosos de China, Zhang rara vez se destacó entre sus colegas en el Comité Permanente del Politburó del Partido Comunista en el poder, donde sirvió junto al presidente, Xi Jinping, de 2012 a 2017.
Pero su personalidad discreta contradecía un poder tremendo. Como viceprimer ministro, estuvo a cargo de aspectos de la economía de China, su sector energético y la iniciativa emblemática del Cinturón y la Ruta de Xi, así como de los preparativos para los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing.
A diferencia de Xi, que nació como un “príncipe”, hijo de héroes revolucionarios comunistas, lo que le dio un estatus y un prestigio inherentes dentro del partido, Zhang tenía un origen modesto.
Nacido en 1946 en el seno de una familia de agricultores en un pequeño pueblo costero en la provincia sureste de Fujian, Zhang creció en la pobreza. Su padre murió antes de que él cumpliera los 3 años, y ayudó a su madre con el trabajo agrícola y la pesca desde una edad temprana, según reportes de los medios estatales.
Pero Zhang estudió mucho y fue admitido en el departamento de economía de la Universidad de Xiamen, una prestigiosa institución en su provincia natal. Cuando se graduó, China estaba en medio de los estragos causados por la Revolución Cultural, una década de agitación política y social desatada por el difunto presidente Mao Zedong en 1966.
A Zhang se le asignó un trabajo humilde en una compañía petrolera estatal en el provincia vecina de Guangdong, llevando sacos de cemento desde el almacén. Según los medios estatales chinos, fue mientras trabajaba allí cuando conoció a Kang Jie, una colega que se convertiría en su esposa, aunque el informe no proporcionó más detalles de su relación. Zhang finalmente ascendió de rango para convertirse en el jefe del partido de la compañía petrolera y comenzó su carrera política desde allí.
En las siguientes tres décadas, Zhang continuó su ascenso. En la década de 1990, fue puesto a cargo de la planificación económica de Guangdong, una pionera de las reformas económicas de China. En Guangdong, también tuvo un breve período como jefe del partido de Shenzhen, hogar de una zona económica especial establecida por el difunto líder supremo Deng Xiaoping y una de las ciudades de más rápido crecimiento de China en ese momento.
Después del cambio de siglo, Zhang fue trasladado a Shandong, la tercera economía provincial más grande de China, antes de convertirse en el jefe del partido de Tianjin, una importante ciudad portuaria cerca de Beijing, en 2007.
¿Cuáles son las acusaciones?
Fue en Tianjin donde se alega que Zhang comenzó una relación sexual con Peng, según la publicación de la estrella del tenis en redes sociales. Peng afirmó en la publicación que tuvo relaciones sexuales por primera vez con Zhang hace más de 10 años, aunque no explicó las circunstancias.
En 2012, cuando Xi asumió el mando del partido, Zhang fue ascendido al Comité Permanente del Politburó en Beijing. Peng alega que rompió el contacto con ella poco después.
Luego, alega la publicación, una mañana hace unos tres años después de que Zhang se retirara, Peng fue invitada repentinamente por él a jugar tenis en Beijing. Después, escribió, Zhang y su esposa llevaron a Peng de regreso a su casa, donde Peng afirma que fue presionada para tener relaciones sexuales con Zhang.
“Esa tarde no estuve de acuerdo al principio y estuve llorando todo el tiempo”, escribió Peng. Luego, en la cena con Zhang y su esposa, Zhang trató de convencerla, según la publicación.
“Dijiste que el universo era tan grande que la tierra no era más que un grano de arena en comparación, y que los humanos éramos incluso menos que eso. Seguiste hablando, tratando de persuadirme de que dejara ir mi ‘bagaje mental”, alega Peng en la publicación.
Ella alega que eventualmente cedió, debido al pánico y el miedo, y con sus “sentimientos” por Zhang de su tiempo en Tianjin, según la publicación.
Peng dijo que luego comenzó una relación extramarital con Zhang, pero que sufrió “demasiadas injusticias e insultos”. Afirmó que se pelearon a fines de octubre y Zhang se negó a recibirla y desapareció.
“No podía describir lo asqueada que estaba, y cuántas veces me pregunté si todavía soy humana. Me siento como un cadáver ambulante. Todos los días estaba actuando, ¿qué persona es mi verdadero yo?”, escribió Peng. CNN no pudo verificar de forma independiente la autenticidad de la publicación de más de 1.600 palabras.
En una conferencia de prensa el martes, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, se negó a comentar si el gobierno chino iniciará una investigación sobre las acusaciones de agresión sexual de Peng contra Zhang. Reiteró los comentarios anteriores hechos a los reporteros, diciendo que la situación de Peng “no era una cuestión diplomática”.
Añadió que el gobierno esperaba que cesaran las “especulaciones maliciosas” sobre el bienestar y el paradero de Peng, y que su caso no debería politizarse.
La publicación original de Peng a través de las redes sociales chinas fue eliminada en 30 minutos. Desde entonces, los censores chinos han estado borrando diligentemente su nombre e incluso las más vagas referencias a sus acusaciones en Internet.
Y a medida que las personas conectadas con los medios estatales chinos promueven la narrativa de que Peng está bien en las plataformas internacionales que están bloqueadas en China, la mención de la estrella del tenis sigue estando completamente ausente dentro de los medios de comunicación nacionales y la esfera en línea del país.
Zhang, mientras tanto, se ha mantenido en silencio. Su última aparición pública fue el 1 de julio, en una gran ceremonia de celebración del centenario de la fundación del partido en el centro de Beijing. El septuagenario fue visto de pie en la parte superior de la Puerta de la Paz Celestial entre una fila de líderes retirados.
¿Habrá una investigación?
La Asociación de Tenis de Mujeres (WTA), así como algunos de los nombres más importantes del tenis y las Naciones Unidas han pedido una investigación completa, justa y transparente sobre las acusaciones de Peng contra Zhang.
Pero hasta ahora, no ha habido indicios de que se esté llevando a cabo una investigación.
Las autoridades chinas no han reconocido la acusación de Peng y no está claro si Peng ha informado de sus acusaciones a la Policía. Peng Shuai escribió en la publicación que no tenía ninguna prueba y que “era simplemente imposible tener pruebas” porque a Zhang siempre le preocupaba que ella registrara las cosas.
Ling Li, una experta en política y derecho chino en la Universidad de Viena, dijo que si las acusaciones de Peng fueran ciertas, la relación extramarital de Zhang sin duda sería considerada “impropia” y una violación de la “disciplina del estilo de vida” del partido.
De acuerdo con las reglas de la Comisión Central de Inspección Disciplinaria, el muy temido perro guardián disciplinario del partido, la sanción por tal ofensa varía desde la amonestación hasta la expulsión del partido, dependiendo de cuánto daño haya sufrido el partido por el delito, dijo Li.
“Habiendo dicho eso, no ha habido ningún funcionario del partido del rango (de Zhang Gaoli) que haya sido expulsado del partido solo por un delito de estilo de vida. Y una acusación de conducta sexual inapropiada no necesariamente desencadena una investigación anticorrupción”, agregó.
“Si la práctica anterior sirve de guía, para iniciar una investigación anticorrupción contra un miembro del Politburó o más arriba, la decisión debe ser tomada por el Comité Permanente del Politburó de manera colectiva”.
La amplia campaña anticorrupción de Xi se ha dirigido anteriormente a altos funcionarios, incluido un exmiembro del Comité Permanente del Politburó, pero todas fueron iniciadas por el propio partido. En China, los líderes de partido del rango de Zhang están más allá de cualquier reproche por parte del público en general, y sería casi impensable que una acusación de agresión sexual pudiera derrocar a un líder superior.
Deng, el exeditor de la revista del partido, dijo que es virtualmente imposible que el Partido Comunista ceda a la presión internacional para llevar a cabo una investigación transparente sobre Zhang Gaoli y divulgar los resultados al mundo.
Aunque Zhang no es visto como un aliado de Xi (en cambio, se considera que está en la órbita del expresidente Jiang Zemin y su supuesta facción de Shanghai), castigar públicamente a un exfuncionario de élite que trabajó tan de cerca con Xi por presunta conducta sexual inapropiada probablemente se consideraría una gran vergüenza no solo para el partido, sino también para el propio Xi, especialmente dado que Xi ha redoblado sus esfuerzos para imponer la disciplina del partido.
Bajo Xi, el partido ha dado ejemplo a los funcionarios deshonrados, incluidos aquellos que han abusado de su poder por sexo. En los últimos años, se ha vuelto común que los relatos lascivos sobre la enredada vida privada de los funcionarios se publiquen en los medios estatales tras su destitución por cargos de corrupción.
“Tan pronto como llegó al poder, Xi subrayó que los funcionarios deben ser honestos y rectos, y actuar como modelos morales para la sociedad. Ha exigido a los miembros del Partido Comunista que mantengan su pureza (ideológica)”, dijo Deng. “Si bien la indiscreción en la vida privada todavía prevalece entre los funcionarios, es un asunto diferente cuando se lanza a la vista pública”.
Y debido a eso, Deng dice que cree que el partido probablemente ya ha iniciado silenciosamente una investigación interna sobre las acusaciones de Peng Shuai. Pero es probable que ni el proceso ni el resultado de la investigación se anuncien externamente, dijo.
“Lo último que quieren hacer es darle a la comunidad internacional la impresión de que han sido presionados para hacerlo”, dijo Deng.
Ahora, la pelota está en la cancha de la comunidad deportiva internacional, ya sea que estén satisfechos con los videos de “prueba de vida” de Peng o si continuarán presionando para que se lleve a cabo una investigación completa de sus acusaciones.
En cuanto a Zhang, es probable que nunca hubiera esperado que después de dedicar gran parte de los últimos años de su carrera a los preparativos para los Juegos Olímpicos de Invierno, las acusaciones en su contra algún día impulsarían los crecientes llamados a boicotear los Juegos.
“Pero si más y más países se unen al boicot olímpico y la presión se vuelve demasiado aguda, no podemos excluir por completo la posibilidad, por pequeña que sea, de que (el partido) eche a Zhang al agua”, dijo Deng.
“Esto fue originalmente un escándalo contra Zhang Gaoli, pero el fetiche (del partido) por el poder ha embotado su respuesta, convirtiendo un escándalo personal en un escándalo nacional”.