(CNN) – El parque Crystal Palace, en el sur de Londres, sigue albergando las primeras esculturas de dinosaurios del mundo. Fueron creadas en la década de 1850 a partir de lo que, en aquel momento, eran descubrimientos científicos muy recientes: los fósiles, desenterrados en Inglaterra apenas unas décadas antes.
Los científicos se esforzaron por dar sentido a las criaturas, y las esculturas fueron el primer intento de visualizarlas a tamaño real. Se les representaba como bestias gigantes, parecidas a los mamíferos, de gran tamaño y con cuatro patas, una idea ya revolucionaria comparada con las anteriores, que imaginaban a los dinosaurios esencialmente como enormes lagartos. Pero era igual de errónea.
Hoy sabemos que los dinosaurios no se parecían para nada a las versiones escamosas del Crystal Palace. Sin embargo, durante décadas, las esculturas, así como muchas otras representaciones posteriores, influyeron de forma inexacta en la visión que el público tenía de estos gigantes extintos. No obstante, el nuevo libro del renombrado paleontólogo Michael Benton, “Dinosaurs: New Visions of a Lost World”, ofrece la interpretación más reciente.
“Es el primer libro sobre dinosaurios en el que los dinosaurios tienen realmente el aspecto que tenían”, afirma el autor, que ha trabajado con el paleoartista Bob Nicholls para dar vida a las criaturas. “Cada detalle, en la medida de lo posible, está justificado por evidencia. Intentamos escoger especies que estuvieran bastante bien documentadas, de modo que en el texto pueda indicar lo que sabemos y por qué lo sabemos”.
Gran parte de las pruebas proceden de los últimos descubrimientos de fósiles en China, que a partir de la década de 1990 cambiaron la forma de interpretar la aparición de los dinosaurios. El descubrimiento en 1996 en la provincia de Liaoning del país de un fósil con plumas, por ejemplo, creó una conexión directa entre los dinosaurios y las aves.
“Creo que podemos decir que las plumas se originaron mucho antes de lo que pensábamos, al menos 100 millones de años antes, así que justo en el origen de los dinosaurios”, dijo Benton.
La idea de que los dinosaurios tenían plumas no le ha gustado a todo el mundo. La franquicia de “Jurassic Park” que se estrenó en 1993, antes de que se descubrieran los fósiles de dinosaurios con plumas, se ha negado rotundamente a incluirlas en sus películas más recientes.
“Lo caracterizan diciendo que no quieren que el T-Rex parezca un pollo gigante. Pero es una pena”, dijo Benton.
Más recientemente aún, Benton y su equipo de la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, han sido pioneros en encontrar estructuras de pigmento incrustadas en lo más profundo de las plumas fosilizadas, para identificar los patrones de color de un dinosaurio a partir de los fósiles. “Fuimos los primeros en aplicar este método en 2010, por lo que el libro documenta principalmente los estudios de los últimos 10 años en los que se observó la piel, las escamas y las plumas en los fósiles… para obtener el color”.
El resultado se muestra a través de las ilustraciones de 15 criaturas que aparecen en el libro, no solo de dinosaurios, sino también de aves prehistóricas, mamíferos y reptiles, adornadas con patrones de piel vibrantes, abundantes plumas multicolores y algunas con llamativas cabezas iridiscentes.
La observación de estas criaturas muestra cuánto ha mejorado nuestro conocimiento de los dinosaurios, y cuánto puede mejorar aún. “Hace unos años, pensaba que nunca habríamos conocido el color de un dinosaurio, pero ahora sí”, dijo Benton.
“No hay que poner límites, porque tarde o temprano, un joven inteligente va a decir: ‘Eh, chicos, podemos resolver esto’”.
“Dinosaurs: New Visions of a Lost World” está publicado por Thames & Hudson.
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Lee: “The Rise and Fall of the Dinosaurs”, (2018)
Si quieres conocer toda la historia de los dinosaurios, no busques más que esta “biografía de los dinosaurios” de uno de los principales paleontólogos del mundo, Steve Brusatte. El libro narra los 200 millones de años de historia de los dinosaurios, desde el Triásico, pasando por el Jurásico y hasta el Cretácico, cuando su dominio terminó por una extinción masiva causada por un cometa o asteroide. Narrado como una saga épica que ilustra el funcionamiento moderno de la paleontología, se basa en investigaciones muy recientes.
Ve: “Walking with Dinosaurs”, (2000)
Esta serie documental clásica, producida por la venerable Unidad de Historia Natural de la BBC y emitida por Discovery en Estados Unidos, tuvo el honor de ser el documental más caro jamás realizado cuando se lanzó en 1999. Ganó tres Emmys, dio lugar a dos secuelas y retrató a los dinosaurios en su hábitat natural, al más puro estilo documental, utilizando una mezcla de gráficos por ordenador y animatronics. Era una película vanguardista para su época y sigue teniendo un gran valor educativo y de entretenimiento, aunque parte de la ciencia ya está obsoleta.
Ve: “Dinosaur 13”, (2014)
Esta mezcla entre paleontología y drama político se entreteje a lo largo de la historia de Sue, el mayor y más completo esqueleto de T. rex jamás encontrado. Tras ser desenterrado en Dakota del Sur en 1990, el fósil se convirtió en el centro de una batalla legal de años sobre su propiedad, ilustrando las desavenencias que pueden surgir entre los paleontólogos, los coleccionistas de fósiles y los gobiernos propietarios de las tierras en las que se encuentran. Alerta de spoiler: Sue está ahora expuesta en el Museo Field de Historia Natural de Chicago.
Escucha: “I know Dino”, (2016-)
El podcast de referencia para los amantes de los dinosaurios, “I Know Dino” está dirigido por Garret Kruger y Sabrina Ricci, un matrimonio de entusiastas de los dinosaurios. Cada episodio de una hora de duración se centra en una especie, que se analiza y explora en detalle con la ayuda de los invitados. El podcast, que comenzó en 2016, se acerca ya a los 400 episodios.
Ve: “Jurassic Park”, (1993)
Este clásico de Steven Spielberg sigue siendo el referente de la cultura popular sobre los dinosaurios. Fue la primera película que los retrató como criaturas inteligentes, dinámicas y de rápido movimiento. (¿Quién podría olvidar la famosa escena del T. rex luchando contra los velociraptores?) Aunque se rodó hace casi 30 años, el CGI de la película sigue resistiendo el escrutinio. La precisión científica ha disminuido con el paso de los años, pero sigue siendo una película entretenida de ver, con las actuaciones de Laura Dern, Sam Neill y Jeff Goldblum, que son un hito.