Nueva York (CNN Business) – La pandemia de coronavirus ha agravado la enorme desigualdad financiera entre ricos y pobres en todo el mundo, según un nuevo informe.
El año pasado, los multimillonarios de todo el mundo experimentaron el mayor aumento de su porcentaje de riqueza desde que el World Inequality Lab comenzó a llevar registros en 1995, según el análisis del grupo de investigación publicado este martes. Su patrimonio neto creció en más de US$ 3,6 billones solo en 2020, lo que elevó su porcentaje de la riqueza mundial de los hogares a 3,5%.
Al mismo tiempo, la pandemia empujó a unos 100 millones de personas a la pobreza extrema, elevando el total mundial a 711 millones en 2021, según una estimación del Banco Mundial citada en el análisis. Incluso más personas habrían caído en la pobreza si muchas naciones desarrolladas no hubieran establecido iniciativas de ayuda para proteger a sus residentes de las consecuencias financieras de la pandemia del covid-19.
“La crisis del covid ha exacerbado las desigualdades entre los más ricos y el resto de la población”, afirmó Lucas Chancel, autor principal del informe y codirector del laboratorio. “Sin embargo, en los países ricos, la intervención de los gobiernos evitó un aumento masivo de la pobreza, lo que no ocurrió en los países pobres”.
El Informe sobre la Desigualdad en el Mundo de World Inequality Lab se basa en más de cuatro años de trabajo de más de 100 investigadores de todo el mundo. Los veteranos expertos en desigualdad Emmanuel Saez y Gabriel Zucman, ambos de la Universidad de California, Berkeley, y Thomas Piketty, de la Escuela de Economía de París, coordinaron el informe con Chancel.
Aunque el covid-19 ha profundizado la brecha entre ricos y pobres, el mundo es desigual desde hace mucho tiempo. Según el informe, la desregulación financiera, la privatización y una fiscalidad menos progresiva en los países más ricos y la privatización a gran escala en las economías emergentes han contribuido a aumentar la fortuna de los ricos en las últimas décadas. La desigualdad mundial se acerca a la que existía en el punto máximo del imperialismo occidental a principios del siglo XX, señala el informe.
“El trabajo que hemos realizado demuestra que, de hecho, estas afirmaciones o esta idea de la economía de filtración de la riqueza desde las capas sociales más altas hasta las más bajas no pasan el escrutinio de los datos”, dijo Chancel. “La principal lección de los últimos 40 años de datos es que los recortes de las tasas fiscales superiores no han desencadenado la prosperidad para todos, como se suponía que debían hacerlo”.
El informe recomienda aplicar un impuesto a los ricos para generar ingresos que los gobiernos puedan utilizar para reducir la desigualdad e invertir en educación, sanidad y medidas ecológicas. En Estados Unidos, algunos demócratas propusieron recientemente un plan para gravar a los multimillonarios con el fin de pagar su propuesta de ampliación de la red de seguridad social, pero el esfuerzo se desvaneció rápidamente.
Estas son otras cinco conclusiones del informe:
Las diferencias de riqueza e ingresos a nivel mundial son enormes
El 10% más rico de la población mundial controla el 76% de la riqueza total mundial en 2021, según el análisis. Por el contrario, el 50% más pobre solo posee el 2%. El 40% medio, por su parte, posee el 22%.
En lo que respecta a los ingresos, el 10% superior acapara el 52% de los ingresos mundiales, mientras que el 50% inferior solo gana el 8%. El 40% medio gana el 39%.
Los ricos son cada vez más ricos
Según el informe, el 1% más rico acaparó el 38% del crecimiento de la riqueza mundial entre 1995 y 2021, mientras que el 50% más pobre solo obtuvo el 2%.
Las fortunas de los ricos crecieron a un ritmo mucho más rápido: entre el 3% y el 9% anual durante ese periodo. Pero la mitad más pobre vio crecer su riqueza solo entre el 3% y el 4% anual. Y como poseen muy poca riqueza, la cantidad total no aumentó mucho.
La brecha de riqueza varía mucho según la región
América Latina tiene la mayor brecha entre el 10% superior, que controla el 77% de la riqueza, y el 50% inferior, que posee un escaso 1%.
En cambio, Europa tiene la menor brecha. El 10% superior posee el 58% de la riqueza total, frente al 4% del 50% inferior.
El gran número de programas públicos que están a disposición de los residentes de bajos ingresos y de clase media, incluyendo la educación, la sanidad y la cultura gratuitas, son algunas de las razones por las que Europa es una sociedad menos desigual, dijo Chancel.
“Europa, con su generoso sistema de acceso a los servicios públicos, ha podido contener hasta ahora el aumento de las desigualdades, mientras que Estados Unidos no ha podido hacerlo tanto en las últimas décadas”, afirmó.
La brecha de ingresos mundial se ha reducido un poco, pero sigue siendo alta
La brecha de ingresos mundial, que tiene en cuenta ganancias como sueldos, salarios, intereses y dividendos, ha disminuido un poco desde 1980, a medida que China y otros grandes países en desarrollo se ponen al nivel de Norteamérica y Europa.
“Los ingresos medios han aumentado más rápidamente en China, en India, en Brasil, en el mundo emergente, que en Europa y que en EE.UU.”, dijo Chancel. “Debido a este efecto, se produce una reducción de las desigualdades globales entre los que viven en China y los que viven en otras partes del mundo”.
El ingreso medio del 10% más rico del mundo era 38 veces superior al del 50% más pobre en 2020, frente a las 53 veces de 1980. Sin embargo, el nivel actual es comparable a la diferencia de ingresos de 1910, cuando el ingreso medio del 10% superior mundial era 41 veces superior.
Pero incluso con los ingresos medios en aumento en naciones emergentes como China e India, la desigualdad dentro de estos países ha aumentado.
“Esto ha desacelerado el progreso en términos de reducción de las desigualdades globales”, dijo. “Y esto también ha desacelerado el progreso en términos de reducción de la pobreza”.
El estudio ajusta los ingresos de los países para tener en cuenta las diferencias en el costo de los bienes y servicios, una práctica conocida como paridad de poder adquisitivo.
Aunque gran parte de los datos del informe se centran en la desigualdad de ingresos antes de los impuestos y las transferencias de beneficios gubernamentales, los investigadores también examinaron el impacto de estos factores en la brecha. Descubrieron que, aunque los impuestos y las transferencias reducen modestamente la desigualdad, la brecha sigue siendo “extremadamente alta” en regiones que ya eran muy desiguales.
Los ingresos de las mujeres siguen siendo inferiores a los de los hombres
El análisis proporciona las primeras estimaciones de la desigualdad salarial mundial por género.
La participación de las mujeres en los ingresos totales del trabajo se sitúa en algo menos del 35% para el periodo 2015-2020.
Pero la cifra varía mucho según el país, desde menos del 10% hasta el 45%. La proporción más alta se da en los países de la antigua Unión Soviética y la más baja en partes del África subsahariana y Medio Oriente.
Al ritmo actual de crecimiento, se necesitará más de un siglo para que los ingresos de las mujeres alcancen la paridad con los de los hombres, según el informe.