Hong Kong (CNN Business) – Evergrande, el asediado promotor inmobiliario chino, incumplió su deuda, según Fitch Ratings.
La agencia de calificación crediticia rebajó la calificación de la empresa y sus filiales a “impago restringido”, lo que significa que la firma incumplió sus obligaciones financieras.
Fitch dijo que la rebaja refleja la incapacidad de la empresa para pagar los intereses que vencían a principios de esta semana en dos bonos denominados en dólares. Los pagos vencían hace un mes y los periodos de gracia expiraron el lunes.
Fitch señaló que Evergrande no hizo ningún anuncio sobre los pagos, ni respondió a las preguntas de la agencia de calificación. “Por lo tanto, asumimos que no se han pagado”, dijo Fitch.
Evergrande tiene un pasivo total de unos US$ 300.000 millones, y los analistas llevan meses preocupados por si un impago podría desencadenar una crisis más amplia en el mercado inmobiliario chino, perjudicando a los propietarios de viviendas y al sistema financiero en general. La Reserva Federal de EE.UU. advirtió el mes pasado que los problemas en el sector inmobiliario chino podrían perjudicar a la economía mundial.
Evergrande no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios de CNN Business. Sin embargo, la empresa había advertido que esto podría ocurrir. En una presentación en bolsa el pasado viernes, dijo que podría no tener suficientes fondos para cumplir con sus obligaciones financieras. En ese momento, dijo que planeaba “comprometerse activamente” con los acreedores extranjeros en un plan de reestructuración.
En otra presentación del lunes, la empresa dijo que crearía una comisión de gestión de riesgos que estaría encabezado por el presidente y fundador de Evergrande, Xu Jiayin, para centrarse en “mitigar y eliminar” los riesgos futuros.
El temor al impago hizo que las acciones de Evergrande se desplomaran un 20% el lunes. En lo que va de año, las acciones han perdido un 87%.
La empresa lleva meses luchando por conseguir efectivo para pagar a los prestamistas, y Xu llegó a vender activos personales para apuntalar sus finanzas. Anteriormente, parecía evitar el impago de sus bonos en el extranjero pagando los intereses vencidos antes de que expiraran los periodos de gracia. Ahora, sin embargo, esa racha terminó.
Otra agencia de calificación crediticia, S&P, dijo a principios de esta semana que “el impago parece inevitable para Evergrande”, con reembolsos de US$ 3.500 millones en bonos denominados en dólares que vencen en los próximos meses.
“El emisor [Evergrande] no parece estar avanzando mucho en la reanudación de la construcción, dadas sus dificultades para conseguir nueva financiación”, escribieron los analistas de S&P Global en una nota publicada el lunes.
Las autoridades chinas trataron de contener las consecuencias. El viernes pasado, el gobierno local de la provincia de Guangdong, donde tiene su sede Evergrande, dijo que enviaría un grupo de trabajo a Evergrande para supervisar la gestión de riesgos, reforzar los controles internos y mantener la normalidad de las operaciones, a petición de la empresa.
El Banco Popular de China y otros altos reguladores financieros trataron de tranquilizar al público de que los problemas de Evergrande pueden ser contenidos. El banco central también anunció el lunes que inyectaría US$ 188.000 millones en la economía, aparentemente para contrarrestar la caída del sector inmobiliario.
“Los derechos de los accionistas y acreedores de Evergrande se respetarán plenamente de acuerdo con su antigüedad legal”, dijo el jueves el gobernador del PBOC, Yi Gang, en un discurso por vídeo en un foro de Hong Kong, según el banco central.
Pero otros promotores chinos también tienen problemas. Este jueves, Fitch rebajó la calificación del Grupo Kaisa a “impago restringido”.