(CNN) – Las tensiones entre Ucrania y Rusia están en su punto más alto en años, con informes de una acumulación de tropas rusas cerca de la frontera que alimenta los temores sobre las intenciones de Moscú de una invasión en las próximas semanas o meses.
Ucrania advierte que Rusia trata de desestabilizar el país antes de una invasión militar prevista. Las potencias occidentales advirtieron repetidamente a Rusia en las últimas semanas que no debe realizar más movimientos agresivos contra Ucrania.
El Kremlin niega estar planeando un ataque y argumenta que el apoyo de la OTAN a Ucrania —incluyendo el aumento de los suministros de armas y el entrenamiento militar— constituye una amenaza creciente en el flanco occidental de Rusia.
El panorama es complicado, pero esto es lo que sabemos hasta ahora.
¿Cuál es la situación actual en la frontera?
Estados Unidos y la OTAN han calificado de “inusuales” los movimientos y concentraciones de tropas en Ucrania y sus alrededores.
Hasta 100.000 soldados rusos han permanecido reunidos en la frontera con Ucrania, a pesar de las advertencias del presidente de EE.UU. Joe Biden y de los líderes europeos sobre las graves consecuencias si Putin sigue adelante con una invasión. Y los resultados de la inteligencia estadounidense han estimado que Rusia podría comenzar una ofensiva militar en Ucrania “tan pronto como a principios de 2022”.
En declaraciones junto a su homólogo ucraniano en Kyev el 19 de enero, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, dijo que Rusia había “aumentado sus amenazas y acumulado casi 100.000 fuerzas en la frontera de Ucrania, que podría duplicar en un tiempo relativamente corto”.
Antes de finalizar 2021, las fotos por satélite revelaron que el material ruso —incluidos cañones autopropulsados, carros de combate y vehículos de combate de infantería— se movía en un campo de entrenamiento a unos 300 kilómetros de la frontera.
La última evaluación de inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania dice que Rusia ahora ha desplegado más de 127.000 soldados cerca de Ucrania, incluidos unos 21.000 personal aéreo y marítimo, transfirió más misiles tácticos operativos Iskander a la frontera y aumentó su actividad de inteligencia contra el país.
La evaluación se produjo después de que tres rondas de conversaciones diplomáticas entre Rusia y Occidente destinadas a reducir la escalada de la crisis no lograron una resolución.
Funcionarios estadounidenses han dicho que una invasión rusa de Ucrania podría ocurrir en cualquier momento en el próximo mes o dos.
Muchas de las bases militares rusas se encuentran al oeste del vasto país, desde donde es más probable —así lo sugiere la historia— que provenga cualquier amenaza contra Rusia. El Ministerio de Defensa de Rusia ha dicho que está realizando ejercicios militares de invierno “regulares” en su región meridional, partes de la cual son fronterizas con Ucrania.
Mientras tanto, las regiones orientales ucranianas de Donetsk y Lugansk, fronterizas con Rusia, una zona conocida como Donbas, están bajo el control de los separatistas respaldados por Rusia desde 2014. Las fuerzas rusas también están presentes en la zona, a la que Ucrania se refiere como “territorios temporalmente ocupados”, aunque Rusia lo niega.
Las líneas del frente del conflicto apenas se movieron en cinco años, pero son frecuentes los enfrentamientos a pequeña escala y los ataques de francotiradores. Rusia se enfadó cuando las fuerzas ucranianas desplegaron por primera vez en octubre un dron de combate de fabricación turca para atacar una posición de los separatistas prorrusos.
Rusia también tiene fuerzas que se cuentan por decenas de miles en su enorme base naval de Crimea, el territorio ucraniano que se anexionó en 2014. La península de Crimea, situada al sur del resto de Ucrania, está ahora conectada por un puente de carretera con la Rusia continental.
¿Cuál es la historia del conflicto entre Ucrania y Rusia?
Las tensiones entre Ucrania y Rusia, ambos antiguos estados soviéticos, se intensificaron a finales de 2013 por un histórico acuerdo político y comercial con la Unión Europea. Después de que el entonces presidente prorruso, Víktor Yanukóvich, suspendiera las conversaciones —al parecer por presión de Moscú—, durante semanas estallaron protestas violentas en Kyiv.
Luego, en marzo de 2014, Rusia se anexionó Crimea, una península autónoma en el sur de Ucrania con fuertes lealtades rusas, con el pretexto de que estaba defendiendo sus intereses y los de los ciudadanos de habla rusa. En primer lugar, miles de soldados de habla rusa, apodados “hombrecillos verdes” y posteriormente reconocidas por Moscú como soldados rusos, se lanzaron a la península de Crimea. A los pocos días, Rusia completó su anexión en un referéndum que fue tachado de ilegítimo por Ucrania y la mayor parte del mundo.
Poco después, los separatistas prorrusos de las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk declararon su independencia de Kyiv, lo que provocó meses de intensos combates. A pesar de que Kyiv y Moscú firmaron un acuerdo de paz en Minsk en 2015, con la mediación de Francia y Alemania, se han producido repetidas violaciones del alto el fuego.
Según las últimas cifras de la ONU, se produjeron más de 3.000 muertes de civiles relacionadas con el conflicto en el este de Ucrania desde marzo de 2014.
La Unión Europea y Estados Unidos impusieron una serie de medidas en respuesta a las acciones de Rusia en Crimea y el este de Ucrania, incluidas sanciones económicas dirigidas a personas, entidades y sectores específicos de la economía rusa.
El Kremlin acusa a Ucrania de avivar las tensiones en el este del país y de violar el acuerdo de alto el fuego de Minsk.
¿Cuál es la posición de Rusia?
El Kremlin ha negado en repetidas ocasiones que Rusia planee invadir Ucrania, insistiendo en que Rusia no supone una amenaza para nadie y que el desplazamiento de tropas por su propio territorio no debería ser motivo de alarma.
Moscú considera que el creciente apoyo a Ucrania por parte de la OTAN —en términos de armamento, entrenamiento y personal— es una amenaza para su propia seguridad. También acusó a Ucrania de aumentar su propio número de soldados en preparación para un intento de retomar la región de Donbas, una acusación que Ucrania ha negado.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, pidió acuerdos legales específicos que excluyan cualquier otra expansión de la OTAN hacia el este, hacia las fronteras de Rusia, diciendo que Occidente no cumplió con sus anteriores garantías prometidas.
Putin también dijo que el despliegue de armas sofisticadas de la OTAN en Ucrania, como los sistemas de misiles, sería cruzar una “línea roja” para Rusia, en medio de la preocupación en Moscú de que Ucrania está siendo cada vez más armada por las potencias de la OTAN.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo en noviembre que Estados Unidos y otros estados miembros de la OTAN ya estaban suministrando armas y asesores militares a Ucrania. “Y todo esto, por supuesto, conduce a un mayor agravamiento de la situación en la línea fronteriza”, dijo.
Si EE.UU. y sus aliados de la OTAN no cambian de rumbo en Ucrania, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguei Lavrov, advirtió que Moscú tiene “derecho a elegir la forma de garantizar sus legítimos intereses de seguridad”.
¿Cuál es la posición de Ucrania?
El gobierno ucraniano insiste en que Moscú no puede impedir que Kyiv estreche lazos con la OTAN si así lo decide.
“Rusia no puede impedir que Ucrania se acerque a la OTAN y no tiene derecho a opinar en las discusiones pertinentes”, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores en una declaración a CNN, en respuesta a los llamamientos rusos para que la OTAN detenga su expansión hacia el este.
“Cualquier propuesta rusa de discutir con la OTAN o con Estados Unidos las supuestas garantías de que la Alianza no se expandirá hacia el Este es ilegítima”, añadió.
Ucrania insiste en que Rusia busca desestabilizar el país, y el presidente del país, Volodymyr Zelensky, declaró recientemente que se descubrió un complot golpista en el que participan ucranianos y rusos.
El ministro de Asuntos Exteriores de Urania, Dmytro Kuleba, advirtió que un golpe de Estado planeado podría formar parte del plan de Rusia antes de una invasión militar. “La presión militar externa va de la mano de la desestabilización interna del país”, dijo.
Las tensiones entre los dos países se vieron exacerbadas por el agravamiento de la crisis energética ucraniana, que Kyiv cree que Moscú ha provocado a propósito.
Al mismo tiempo, el gobierno de Zelensky se enfrenta a desafíos en muchos frentes. La popularidad del gobierno se estancó en medio de múltiples desafíos políticos internos, incluyendo una tercera ola de infecciones de covid-19 en las últimas semanas y una economía en dificultades.
Mucha gente también está descontenta porque el gobierno aún no cumplió las prestaciones que prometió ni puso fin al conflicto en el este del país. Se produjeron protestas antigubernamentales en Kyiv.
En un discurso grabado en video el 19 de enero, Zelensky instó al pueblo ucraniano a “calmarse” en medio del creciente malestar por una posible invasión rusa. “Somos conscientes de todo, estamos preparados para todo”, dijo, y añadió que “cree sinceramente” que este año “pasará sin una guerra” con Rusia.
Kuleba también trató de tranquilizar a los ucranianos que temen que Estados Unidos, sus aliados de la OTAN y Rusia puedan dejar a Kiev fuera de las discusiones. “No tomar decisiones sobre Ucrania sin Ucrania es un principio al que nos adherimos”, dijo.
¿Qué dice la OTAN?
El secretario general, Jens Stoltenberg, dijo que “Rusia pagará un alto precio” si vuelve a invadir Ucrania, un socio de la OTAN.
“Tenemos una amplia gama de opciones: sanciones económicas, sanciones financieras, restricciones políticas”, dijo Stoltenberg en una entrevista con CNN el 1 de diciembre.
Después de que Rusia invadiera Ucrania en 2014, la OTAN incrementó sus defensas “con grupos de combate preparados en la parte oriental de la alianza, en los países bálticos, en Letonia… pero también en la región del mar Negro”, dijo Stoltenberg.
Ucrania no es miembro de la OTAN, y por tanto no tiene las mismas garantías de seguridad que los miembros de la Alianza.
Pero Stoltenberg dejó sobre la mesa la posibilidad de que Ucrania se convierta en miembro de la OTAN, diciendo que Rusia no tiene derecho a decirle a Ucrania que no puede aspirar a entrar en la OTAN.
Las conversaciones de alto nivel entre Rusia y la OTAN en Bruselas a mediados de enero “no fueron una discusión fácil”, según Stoltenberg, quien añadió que “las diferencias no serán fáciles de salvar”. Sin embargo, los aliados de la OTAN y Rusia “expresaron la necesidad de reanudar el diálogo”, dijo.
¿Qué dice Estados Unidos?
El presidente Joe Biden le dijo al presidente de Ucrania Volodymyr Zelensky en una llamada telefónica de enero de 2022 que Estados Unidos y sus aliados “responderán de manera decisiva si Rusia invade más Ucrania”.
El 28 de enero Biden dijo que trasladará tropas estadounidenses a los aliados de la OTAN en Europa del Este en el “corto plazo”. Antes de ese anuncio, el gobierno de Biden había puesto hasta 8.500 soldados estadounidenses en alerta máxima para un posible despliegue en el este de Europa.
Aunque Biden prometió duras consecuencias económicas para Rusia en caso de que Putin envíe sus tropas a la frontera, incluyendo la restricción de sus transiciones financieras en dólares estadounidenses, a principios de enero sugirió que las naciones occidentales no estaban alineadas sobre qué hacer en caso de que se produzca una violación menor. “Hay diferencias en la OTAN en cuanto a lo que los países están dispuestos a hacer dependiendo de lo que ocurra”, dijo.
Sus comentarios terminaron en una rápida aclaración de la Casa Blanca. “El presidente Biden ha sido claro con el presidente ruso: si cualquier fuerza militar rusa atraviesa la frontera ucraniana, eso es una nueva invasión, y se encontrará con una respuesta rápida, severa y unida de Estados Unidos y nuestros aliados”, escribió la secretaria de Prensa Jen Psaki en un comunicado.
Un funcionario ucraniano dijo a CNN que estaba “sorprendido de que el presidente estadounidense Biden distinguiera entre incursión e invasión” y sugiriera que una incursión menor no desencadenaría sanciones. “Esto da luz verde a Putin para entrar en Ucrania a su antojo”, añadió el funcionario.
El intercambio se produjo mientras Blinken se preparaba para mantener nuevas conversaciones con sus aliados europeos sobre la crisis ucraniano-rusa y para reunirse con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov. Blinken ha advertido previamente a Rusia que “cualquier nueva agresión puede desencadenar graves consecuencias”.
Dos funcionarios de defensa dijeron a CNN el 3 de enero que el Departamento de Defensa ha desarrollado opciones militares para Biden si decide aumentar las capacidades en Europa del Este para disuadir aún más la posible agresión rusa contra Ucrania. Ambos funcionarios enfatizaron que esta parte de la planificación de rutina la hace el ejército y que, por ahora, el foco sigue siendo la diplomacia y las posibles sanciones económicas.
Estados Unidos entregó aproximadamente US$ 450 millones en asistencia de seguridad a Ucrania en 2021, dijo el Pentágono, incluido un paquete de armas pequeñas y municiones en diciembre. El gobierno de Biden también consideró el envío de asesores militares y nuevo equipo —incluido armamento más sustancial— a Ucrania para prepararse para una posible invasión, dijeron a CNN fuentes familiarizadas con las deliberaciones en noviembre.
La administración de Obama fue tomada por sorpresa cuando Rusia invadió Crimea en 2014 y apoyó una insurgencia en la región de Donbas en el este de Ucrania. Los funcionarios estadounidenses dicen que están decididos a no ser sorprendidos por otra operación militar rusa.
“Nuestra preocupación es que Rusia pueda cometer el grave error de intentar repetir lo que emprendió en 2014, cuando acumuló fuerzas a lo largo de la frontera, cruzó a territorio ucraniano soberano y lo hizo alegando falsamente que había sido provocada”, dijo Blinken en noviembre.
¿Qué otros factores están en juego?
Los disturbios en el antiguo estado soviético de Kazajstán fueron una mala noticia para Putin a principios de 2022.
Las mortíferas protestas de principios de enero resultaron en la dimisión del gobierno kazajo, la declaración del estado de emergencia y el despliegue de tropas de una alianza militar liderada por Rusia para ayudar a contener los disturbios.
Pero los expertos han advertido que es poco probable que la intervención de Rusia sea el final de la historia. Blinken dijo que “una vez que los rusos están en tu casa, a veces es muy difícil conseguir que se vayan”.
Otra cuestión importante gira en torno al suministro de energía. Ucrania considera que el controvertido gasoducto Nord Stream 2, que conecta el suministro de gas ruso directamente con Alemania, es una amenaza para su propia seguridad.
Nord Stream 2 es uno de los dos gasoductos que Rusia tendió bajo el agua en el mar Báltico, además de su tradicional red de gasoductos terrestres que atraviesa el este de Europa, incluida Ucrania.
Kyiv considera que los gasoductos que atraviesan Ucrania son un elemento de protección contra una invasión de Rusia, ya que cualquier acción militar podría interrumpir el flujo vital de gas hacia Europa.
Analistas y legisladores estadounidenses expresaron su preocupación por el hecho de que Nord Stream 2 aumente la dependencia europea del gas ruso y permita a Moscú atacar selectivamente a países como Ucrania con cortes de energía sin que se produzca una interrupción más amplia del suministro europeo. Eludir a los países de Europa del Este significa también que esas naciones se verían privadas de las lucrativas tarifas de tránsito que Rusia pagaría de otro modo.
En mayo de 2021, el gobierno de Biden renunció a las sanciones impuestas a la empresa que está detrás del Nord Stream 2, dándole así luz verde. Funcionarios estadounidenses afirman que la medida se adoptó en interés de la seguridad nacional de Estados Unidos, en un intento de reconstruir las deterioradas relaciones con Alemania.
En noviembre, Estados Unidos impuso nuevas sanciones a una entidad vinculada a Rusia y a un buque relacionado con Nord Stream 2. Algunos senadores estadounidenses pidieron que se impongan más sanciones para evitar que Rusia utilice el gasoducto como arma; también Ucrania pidieron medidas más duras.
Con información Katharina Krebs, Anna Chernova, Alex Marquardt, Chandelis Duster, Radina Gigova, Nicole Gaouette y Barbara Starr.