Nota del editor: El siguiente texto contiene algunos spoilers sobre “And Just Like That…”
(CNN Reseña) – Después de una serie exitosa y dos películas no tan buenas (la última en 2010), “And Just Like That…” revive a “Sex and the City” —con excepción de una de sus cuatro fabulosas protagonistas— con el trío restante entrando en una nueva fase de la vida que trae nuevos desafíos. El nombre todavía tiene mucho valor, pero al igual que las películas, este programa de HBO Max tiene rendimientos decrecientes.
Algunas cosas sobre los episodios iniciales no deberían adelantarse, pero dado que la partida de Kim Cattrall es bien conocida, ese es un buen lugar para comenzar por múltiples razones. Dejando de lado el drama fuera de la pantalla, la serie explica la ausencia de Samantha informando que se mudó a Londres, que es el equivalente televisivo de decirles a los niños que la mascota de la familia se ha ido a vivir a una granja en el norte del estado.
La ausencia de ese personaje también permite alterar el armado del elenco, agregando varias mujeres de color (Nicole Ari Parker, Sara Ramirez, Sarita Choudhury, Karen Pittman), así como discusiones sobre raza, identidad de género y distinciones de clases.
La introducción a una mayor diversidad es bienvenida y, como lo ideó el productor, guionista y director Michael Patrick King, se pretende que esas relaciones sean incómodas.
Sin embargo, incluso teniendo en cuenta eso, es un arte escribir escenas que provocan vergüenza, y el enfoque del programa hacia ellas se siente generalmente torpe. Lo mismo ocurre con las complicaciones relacionadas con la crianza de niños mayores en el caso de Charlotte (Kristin Davis) y Miranda (Cynthia Nixon), quienes básicamente se aproximan al cliché de los liberales bien intencionados que constantemente dicen cosas equivocadas.
En cuanto a Carrie (Sarah Jessica Parker), su último obstáculo profesional consiste en llevar su reputación de columnista sexual al mundo del podcasting, aunque no sabe muy bien cómo manejar a su abierta copresentadora (Ramírez de “Grey’s Anatomy”).
Quizás inevitablemente, los nuevos personajes existen inicialmente para provocar reacciones y sacar a relucir diferentes lados del trío central, quienes, incluso con su círculo extendido de familiares y amigos, entre ellos el amigo de Carrie, Stanford, interpretado por el difunto Willie Garson, están donde el enfoque del programa radica.
De hecho, la mayor parte del atractivo de “And Just Like That…” implica la audacia de centrarse en las mujeres de 50 años, un grupo demográfico notoriamente infrarrepresentado en el intento de la televisión por atraer a un público más joven. Si tan solo los personajes no siguieran anunciando sus edades como para recordarles a los espectadores que presumiblemente han envejecido junto con ellos, que el programa ha entrado en la mediana edad.
Los 23 años transcurridos desde el estreno original han traído cambios de vida esperados, con preocupaciones sobre la paternidad que reemplaza las citas y un toque de automedicación. También aterriza en un nuevo lugar en el servicio de transmisión HBO Max, donde un título de tan alto perfil es un activo obvio, aunque menos satisfactorio que su otra serie reciente sobre un cuarteto femenino, “The Sex Lives of College Girls”.
La nueva serie toma algunos riesgos creativos significativos, y los episodios duran un poco más (la mayoría arriba de los 40 minutos), lo que refleja un sesgo más dramático.
“No podemos simplemente seguir siendo quienes éramos”, dice Miranda.
Pero en cierto modo pueden. Porque cuando se trata de “Sex and the City”, cuanto más cambian las cosas, más tienden a permanecer igual. En ese sentido, “And Just Like That…” es un título comprensible, pero podría fácilmente ser reemplazado por “And Life Goes On…”.
“And Just Like That…” se estrena el 9 de diciembre en HBO Max, que, como CNN, es parte de de WarnerMedia.