(CNN) – Después de un largo periodo de expectación, una variedad de burlas y supuestas filtraciones, “Spider-Man: No Way Home” está a la altura de las expectativas, brindando el tipo de diversión descarada en la pantalla grande que los cines han estado esperando.
Equilibrando enérgicamente una vertiginosa variedad de piezas, la última entrega de Marvel (a través de Sony) parece destinada a hacer lo que solo una araña puede, es decir, atraer a un gran número de fanáticos a su telaraña.
Quizás lo más importante, esta tercera entrega de la serie (nuevamente dirigida por Jon Watts) es extremadamente divertida, al tiempo que proporciona suficientes regresiones al historial del personaje en la pantalla grande para calificar como un curso de posgrado sobre el tema. Entre más armados con ese conocimiento lleguen, los espectadores seguramente disfrutarán más, pero la película se ha estructurado con el cuidado suficiente para que dos décadas de ver a Spider-Man no sean necesariamente un requisito previo.
Así comienza “Spider-Man: No Way Home”
Retoma donde se quedó la película anterior, “Far From Home”, con la revelación de la identidad del pobre Peter Parker (Tom Holland), lo que ha arrojado su vida a un caos total. Eso incluye una persecución por parte de J. Jonah Jameson (JK Simmons) del Daily Bugle, cuya rutina de campaña la mejoraron para identificarse con la era digital.
Es comprensible que Marvel esté vigilante ante posibles spoilers, pero se ha hecho público lo suficiente como para decir con seguridad que la trama trata sobre complicaciones asociadas con el multiverso y un hechizo errante lanzado por Dr. Strange (Benedict Cumberbatch), a quien un desesperado Peter ha recurrido en busca de ayuda.
Strange no puede ocultar su irritación, pero como señala, a pesar de todo lo que Peter ha pasado, es “solo un niño”.
Si alguna vez una película definió mejor el adagio “Ten cuidado con lo que deseas”, es esta, ya que la solución aparente de Strange desencadena graves consecuencias y amenazas.
Siempre hay un cierto grado de desorden cuando uno se aventura en áreas como viajes en el tiempo o universos alternativos, pero “No Way Home” lo supera en gran medida, rociando suficiente ingenio y calidez para disimular las inconsistencias.
Crecimiento
La película también se basa hábilmente en sus predecesoras, con relaciones más maduras entre Peter, MJ (Zendaya) y su amigo Ned (Jacob Batalon) a medida que sus preocupaciones pasan de la escuela secundaria hasta matricularse para la universidad, un momento ya de por sí estresante que se hizo peor por la elevación de Peter a un nivel de escrutinio normalmente reservado para la realeza británica.
Holland también ha crecido con el papel, y Sony ciertamente fue inteligente al negociar el acuerdo de 2015 que permitió a Kevin Feige de Marvel poner su sello creativo en la franquicia, enriqueciendo al personaje de maneras que van mucho más allá de su asociación con los Avengers.
Francamente, el parloteo constante sobre spoilers y aquellos obsesionados con desenterrarlos (un cuadrante particularmente extraño del universo de fans) será sujeto a debate muy pronto, provocando el exhaustivo análisis de cada detalle de la película. Después de todo, Jameson no es el único que saca provecho de Spider-Man como un conductor confiable del tráfico en la red.
Sin embargo, lo que ya es evidente es que a esta película la concibieron para saborearla y disfrutarla. Y en lo que ya se ha convertido en un fenómeno cada vez más esquivo, que incluirá gritos y exclamaciones de los admiradores en los cines, donde “Spider-Man” primero revelará sus secretos y luego, muy probablemente, presumirá de sus piernas.
“Spider-Man: No Way Home” se estrena en los cines de EE.UU. el 17 de diciembre. Tiene una clasificación de PG-13.