CNNE 1123721 - conoce la vida del arzobispo desmond tutu
Desmond Tutu, líder anti-apartheid y voz de la justicia, murió a los 90 años
03:29 - Fuente: CNN

(CNN) – Este lunes, las campanas de la catedral repicaron al mediodía en Ciudad del Cabo cuando Sudáfrica comenzó una semana de luto por la muerte del arzobispo Desmond Tutu, quien fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz.

Mientras su país marca la vida y la muerte de Tutu, la gente de todo el mundo está haciendo lo mismo, incluidos muchos de los grupos que él apoyó, desde comunidades LGBTQ hasta palestinos y defensores de la justicia climática.

Si bien Tutu fue mejor conocido por ayudar a poner fin a décadas de segregación institucionalizada y racismo en Sudáfrica, y por encabezar la comisión de la verdad y la reconciliación que vino después, también fue célebre por prestar su voz a otras injusticias y opresión a nivel mundial.

“En cualquier lugar donde la humanidad de las personas se vea socavada, en cualquier lugar donde la gente esté hecha polvo, allí encontraremos nuestra causa”, dijo Tutu en una entrevista en 2013.

Desmond Tutu, defensor de las personas LGBTQ

El respeto que Tutu había ganado como brújula moral de Sudáfrica lo convirtió en uno de los aliados LGBTQ más importantes de África.

Joni Madison, presidenta interina de la Campaña de Derechos Humanos, un destacado grupo de defensa LGBTQ, dijo que la “poderosa alianza de Tutu nunca será olvidada”.

“Estaremos eternamente agradecidos”, tuiteó Madison.

Tutu era un opositor vocal de la discriminación de género y un partidario de la comunidad LGBTQ. Participó activamente en la campaña Libres e Iguales de las Naciones Unidas y, a menudo, comparó la lucha de las personas señaladas por su orientación sexual con el apartheid.

En una entrevista de 2007 con la BBC, dijo: “Si Dios, como dicen, es homofóbico, no adoraría a ese Dios”. Años más tarde agregó: “Me negaría a ir a un cielo homofóbico… quiero decir que preferiría ir al otro lugar”, refiriéndose al infierno.

El arzobispo Desmond Tutu, en el centro, durante el lanzamiento de Free & Equal, una campaña de educación pública global de las Naciones Unidas para la igualdad de lesbianas, gays, bisexuales y transgénero el 26 de julio de 2013 en Ciudad del Cabo, Sudáfrica.

Hablando sobre la discriminación de género y la violencia contra las personas LGBTQ, Tutu dijo: “No puedo quedarme callado cuando las personas son penalizadas por algo sobre lo que no pueden hacer nada”, y agregó: “Me opongo a tal injusticia con la misma pasión con la que me opuse al apartheid”.

La propia hija de Tutu, Mpho Tutu van Furth, una ministra anglicana, se vio obligada a renunciar a su cargo después de casarse con una mujer en 2016.

Ella le dijo a The Guardian poco después de su matrimonio que la situación era “dolorosa”.

“Mi padre hizo campaña a favor de la ordenación de mujeres, así que cada vez que me paro en el altar sé que esto es parte de su legado”, dijo Tutu van Furth. “Es doloroso, un dolor muy extraño, renunciar, dar un paso atrás en el ejercicio de mi ministerio sacerdotal”.

Las relaciones entre personas del mismo sexo y la homosexualidad están mal vistas en muchos de los rincones más conservadores de África. Sudáfrica es el único país del continente que ha legalizado el matrimonio homosexual, y las relaciones entre personas del mismo sexo no son legales en 32 de los 54 países africanos, según la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex. Senegal y Ghana están debatiendo proyectos de ley dirigidos a la comunidad gay.

La lucha por los derechos de los palestinos

Desmond Tutu también fue un firme defensor de los derechos del pueblo palestino, y los políticos de Gaza y la Ribera Occidental lamentaron al difunto arzobispo como un aliado en su lucha.

“Siempre recordaremos a Desmond Tutu como uno de los guerreros más valientes y con principios por los derechos humanos y la igualdad en Sudáfrica y Palestina”, dijo Husam Zomlot, jefe de la Misión Palestina en el Reino Unido.

El exministro palestino de Educación Superior Hanan Ashrawi tuiteó que la “humanidad y compasión de Tutu eran igualadas sólo por su coraje y compromiso de principios en nuestra lucha compartida por la justicia y la libertad”.

“Su apoyo a Palestina fue un abrazo de amor y empatía”, dijo Ashrawi.

Tutu trató de usar su autoridad moral para que tanto israelíes como palestinos buscaran un camino de no violencia. Durante la guerra de 2014, cuando Israel lanzó una operación para evitar que el grupo militante Hamas disparara cohetes en territorio israelí, Tutu acusó a Israel de emplear una “respuesta desproporcionadamente brutal” y pidió a ambas partes que abandonaran la violencia a favor del diálogo.

Para cuando se alcanzó un alto el fuego estable después de varias semanas, más de 2.200 habitantes de Gaza habían muerto en los combates. Aproximadamente la mitad de ellos civiles, incluidos más de 550 niños, según un informe de las Naciones Unidas. La ONU dijo que 71 israelíes murieron, 66 de los cuales eran soldados.

“Nos oponemos a la injusticia de la ocupación ilegal de Palestina. Nos oponemos a la matanza indiscriminada en Gaza. Nos oponemos a la indignidad infligida a los palestinos en los puestos de control y controles de carreteras. Nos oponemos a la violencia perpetrada por todas las partes. Pero no nos oponemos a los judíos”, escribió Tutu en Haaretz, uno de los periódicos en inglés más importantes de Israel, en ese momento.

“Sabemos que cuando nuestros líderes comenzaron a hablar entre ellos, la razón de ser de la violencia que había sacudido nuestra sociedad se disipó y desapareció”, dijo. “También sabemos los beneficios que finalmente nos trajo el diálogo entre nuestros líderes; cuando las organizaciones etiquetadas como ‘terroristas’ fueron eliminadas de la prohibición y sus líderes, incluido Nelson Mandela, fueron liberados del encarcelamiento, el destierro y el exilio”.

Sin embargo, su punto de vista único sobre el poder de la verdad, la absolución y la reconciliación a veces lo llevó a un apuro. Su sermón sobre la importancia del perdón después de visitar el memorial del Holocausto de Yad Vashem en Israel en 1989 provocó la ira de activistas judíos, incluido el también premio Nobel Elie Wiesel.

“Para cualquiera en Jerusalén, en Yad Vashem, hablar sobre el perdón sería, en mi opinión, una inquietante falta de sensibilidad hacia las víctimas judías y sus sobrevivientes. Espero que esa no sea la intención del obispo Tutu”, dijo Wiesel en ese momento.

Desmond Tutu, centro, visita una casa en la ciudad de Beit Hanun en el norte de la Franja de Gaza el 28 de mayo de 2008.

A lo largo de los años, Tutu dijo que se oponía a la opresión y la violencia en ambos lados del conflicto. Pero sus frecuentes comparaciones del trato de Israel a los palestinos con el de los sudafricanos negros y su apoyo a los boicots a Israel provocaron la ira de muchos políticos israelíes, especialmente aquellos que eran más agresivos en cuestiones de defensa.

“Tutu, como muchos en la lucha de Sudáfrica contra el Apartheid, tenía una afinidad natural por los palestinos y una visión del mundo de que eran similares”, dijo Arthur Lenk, exembajador de Israel en Sudáfrica, al Jerusalem Post. “Él (Tutu) no era amigo de Israel, pero dicho esto, era un hombre de grandes logros, heroísmo y valentía. Y cualquiera que celebre la democracia sabe que está en la parte superior de la lista de personas que deberían ser honradas incluso si no viera nuestro problema de la forma en que nos hubiera gustado que lo hiciera”.

La lucha a favor del clima y medio ambiente

Tutu creía firmemente en el poder de los boicots internacionales, las políticas de desinversión y las sanciones. Vio el impulso global para castigar económicamente y aislar a Sudáfrica como un factor crucial para acabar con el apartheid.

Aunque se retiró del servicio público en 2010, Tutu aboga por que la comunidad internacional y los propios individuos consideren tales boicots para detener la crisis climática en los últimos años de su vida. Presionó al expresidente Barack Obama para que detuviera el controvertido oleoducto Keystone XL, que habría transportado petróleo de las arenas bituminosas de Canadá a Estados Unidos. En 2014, Tutu viajó a Canadá para evaluar el proyecto por su cuenta y escuchar a sus partidarios y oponentes.

La exministra de medio ambiente y clima de Canadá, Catherine McKenna, calificó a Tutu como una “fuerza increíble, que no solo lidera la lucha contra el apartheid, sino que también lucha por la igualdad racial, la justicia climática y los derechos LGBTQ +”.

Tutu escribió varios artículos en importantes periódicos de todo el mundo llamando a la acción. Pidió a la comunidad internacional que pusiera en marcha un “boicot al estilo del apartheid para salvar el planeta” en un artículo de opinión de 2014 en The Guardian. La joven activista ambiental Greta Thunberg tuiteó ese artículo para honrarlo tras su muerte. Tutu dijo que la crisis climática el “apartheid de nuestros tiempos “en el Financial Times en 2019.

“Durante los 25 años que el cambio climático ha estado en la agenda mundial, las emisiones globales han aumentado sin control, mientras que los impactos del mundo real se han afianzado en serio”, dijo Tutu en una conferencia impartida en por su fundación el año pasado. “El tiempo se acaba. Ya estamos experimentando pérdidas de vidas y medios de subsistencia debido a la intensificación de las tormentas, la escasez de agua dulce, la propagación de enfermedades, el aumento de los precios de los alimentos y la creación de refugiados climáticos”.

– Tamara Qiblawi y Riuki Gakio de CNN contribuyeron con este reportaje.