Nueva York (CNN Business) – Elon Musk parece haber concluido este martes un año muy ajetreado con sus acciones de Tesla. Acabará con una de las mayores facturas fiscales de la historia para demostrarlo.
El CEO de Tesla ejerció sus opciones sobre acciones para comprar otros 1,6 millones de acciones, y vendió 934.090 de éstas por US$ 1.000 millones para cubrir el impacto de los impuestos que tendrá que pagar por la compra.
Las operaciones completaron el ejercicio de los 22,9 millones de opciones que tenía y que vencían en agosto. Vendió 10,3 millones de las acciones que adquirió a lo largo del proceso para cubrir sus requisitos de retención fiscal. Y lo hizo utilizando un plan preestablecido que permite a los conocedores de la empresa vender acciones de tal manera que no pueden ser acusados de comerciar con información privilegiada.
A Musk se le concedieron las opciones sobre acciones en 2012 como parte de su paquete de remuneración, y las opciones se fueron consolidando a medida que Tesla alcanzaba diversos objetivos financieros y operativos en los años siguientes. Pero no tuvo que pagar impuestos por ellas hasta que las ejerció a partir de noviembre.
El valor de las acciones que adquirió al ejercer las opciones, menos el precio nominal de compra de US$ 6,24 por acción, será gravado a US$ 23.500 millones, como ingresos ordinarios, una suma considerable, pero todavía modesta para la persona más rica del mundo, cuyo patrimonio neto está estimado en US$ 280.000 millones, según Forbes. Con una tasa máxima del 40,8%, se enfrenta a una factura fiscal federal de unos US$ 10.700 millones por el ejercicio de estas acciones.
Aunque Musk podría haber esperado hasta 2022 para ejercer estas opciones, se enfrenta al riesgo de una factura fiscal 8 puntos porcentuales más alta si los demócratas del Congreso y el gobierno de Biden aprueban la ley conocida como “Build Back Better”. Aunque actualmente parece poco probable que ese proyecto de ley sea aprobado, todavía estaba en la mesa cuando Musk estableció su plan de transacciones preestablecido, lo que significa que todavía había un riesgo significativo de una factura de impuestos más alta si esperaba hasta el próximo año.
A principios de noviembre, Musk también vendió otros 5,4 millones de acciones que tenía en fideicomiso. El total de 15,7 millones de acciones que vendió este año ejerció cierta presión a la baja sobre el precio de las acciones de Tesla, ya que el precio medio de venta que recibió el martes, de US$ 1.091,73, supone un descenso del 11% con respecto al cierre récord anterior al inicio de sus operaciones. Sin embargo, las acciones de Tesla se han recuperado en la última semana y han subido un 54% en lo que va de año hasta el cierre del martes.
Una factura fiscal récord
Esos 5,4 millones de acciones en fideicomiso que Musk vendió son probablemente acciones que tenía desde el momento de la oferta pública inicial de la compañía en 2010, acciones que recibió a cambio de inversiones que hizo en Tesla en sus primeros días. En lugar de tributar como ingresos, el producto de esas ventas se gravará a la tasa más baja de ganancias de capital a largo plazo del 20%. Sin embargo, esto aumentará sus impuestos en US$ 1.200 millones, lo que elevará su factura fiscal federal de 2021 a US$ 10.700 millones.
A principios de este mes, Musk dijo en una serie de tuits que sus US$ 11.000 millones en impuestos serían la mayor factura fiscal de un solo año jamás pagada por un individuo.
Pero eso es un gran cambio con respecto a sus anteriores pagos de impuestos. Dado que no recibe ningún salario en efectivo o bonificación de Tesla, es probable que haya tenido pocos o ningún ingreso gravable en la mayoría de los años recientes. Una investigación de ProPublica descubrió que Musk y algunos de sus compañeros multimillonarios, incluidos el fundador de Amazon Jeff Bezos y el exalcalde de la ciudad de Nueva York Michael Bloomberg, pagaron cero impuestos sobre la renta en 2018. Esas revelaciones llevaron a algunos demócratas a pedir un “impuesto a la riqueza” sobre las posesiones de las personas más ricas del país, en lugar de solo sus ingresos.
Musk comenzó a vender algunas de sus acciones en noviembre después de que realizó una encuesta en Twitter preguntando a sus millones de seguidores si debería vender el 10% de sus acciones de Tesla para aumentar sus ingresos gravables. La encuesta determinó que debía hacerlo.
Las recientes ventas representan menos del 10% de sus acciones anteriores
Tomando en consideración las acciones adicionales que vendió el martes, Musk ha vendido ahora el 9,2% de las acciones que tenía en el momento de la encuesta de Twitter. A menos que venda 1,3 millones de acciones adicionales de las que ahora posee, se quedará justo por debajo de esa promesa del 10%, pero dijo en una entrevista reciente con un YouTuber que ha “vendido suficientes acciones para llegar a alrededor del 10%”, por lo que las ventas del martes son aparentemente la culminación del proceso para el año.
A pesar de todas las ventas realizadas en 2021, Musk posee ahora más acciones directas que al comienzo de su racha de transacciones, con 177,7 millones de acciones en fideicomiso o en propiedad directa, un 4% más que los 170,5 millones que tenía en fideicomiso al principio.
Aunque el número de opciones de acciones ha disminuido en 22,9 millones, todavía tiene 59 millones de opciones adicionales que puede ejercer como parte de su paquete de remuneración de 2018. Éstas tienen un precio de ejercicio más alto, pero todavía modesto, de US$ 70,01 cada una. Esas opciones no expirarán hasta 2028, por lo que probablemente no se ejercerán ni gravarán en los próximos años.
Y dadas las previsiones de las próximas ventas y beneficios de Tesla, es probable que entre 25,3 y 33,8 millones de esas opciones de ese paquete de 2018 sean otorgadas en los próximos meses, sustituyendo con creces las opciones que ejerció este año.