(CNN) – En la época navideña, en la que el estadounidense promedio puede engordar fácilmente unos cuantos kilos, los expertos dicen que hay otra razón para prestar atención a su peso: el covid-19.
Las personas con sobrepeso u obesidad tienen un riesgo mucho mayor de padecer enfermedades mucho más graves e incluso de morir a causa del covid-19, y un nuevo estudio sugiere que perder peso puede reducir ese riesgo.
La epidemia de obesidad lleva años siendo una amenaza para la salud de los estadounidenses. Es la segunda causa de muerte evitable, después del tabaquismo. Con el covid, se vuelve aún más peligrosa. Un estudio reveló que el 30% de las hospitalizaciones por covid-19 se produjo en personas con obesidad.
La clínica de obesidad en la que trabaja la Dra. Fatima Cody Stanford en Boston tiene una lista de espera de más de 1.000 personas, que ha aumentado mucho con la pandemia. Incluso con más de una docena de especialistas en plantilla, no es suficiente para satisfacer la demanda.
“Estamos desbordados por el volumen de pacientes que realmente han establecido la conexión entre la obesidad y el covid y la necesidad de que reciban la atención adecuada”, dijo Cody Stanford, que también es profesora adjunta de la Facultad de Medicina de Harvard.
La obesidad y el mayor riesgo de covid-19
Las personas con obesidad tienen un 46% más de riesgo de contraer covid-19, según un estudio realizado en agosto. En él se descubrió que también tienen más riesgo de enfermar de gravedad, con un 113% más de probabilidades de ser hospitalizados, un 74% más de riesgo de tener que ser tratados en la unidad de cuidados intensivos y, quizá lo más preocupante, un 48% más de riesgo de muerte.
“El riesgo sube y sube y sube con cada aumento” del índice de masa corporal (IMC), dijo el coautor del estudio Barry Popkin, profesor distinguido del Departamento de Nutrición de la Escuela Gillings de Salud Pública Global en la Universidad de Carolina del Norte.
Decenas de estudios han mostrado resultados similares.
Una investigación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE.UU. también descubrió que las personas con menor riesgo de covid-19 tenían un IMC cercano al umbral entre el peso saludable y el sobrepeso en la mayoría de los casos, y el riesgo aumentaba con un IMC más elevado.
Otro estudio que analizó los registros de más de 6,9 millones de personas en el Reino Unido descubrió un aumento directo del riesgo de covid-19 grave, que conduce al ingreso en el hospital y a la muerte, en las personas que se encontraban en la parte superior de lo que se considera un IMC saludable; el riesgo aumentaba a medida que el peso era mayor.
¿Perder peso reduce el riesgo de covid-19?
El aumento del riesgo ha llevado a muchos a preguntarse si perder peso podría evitar que se contagien o enfermen de covid-19.
Según el Dr. David Kass, cardiólogo de Johns Hopkins Medicine, desde el punto de vista ético sería casi imposible realizar ensayos controlados aleatorios para determinar esto. Pero los científicos han visto cómo la pérdida de peso puede ayudar en ensayos para otras enfermedades con problemas similares.
“No cabe duda de que, en los ensayos controlados con personas obesas y con insuficiencia cardiaca, si se someten a una reducción de peso o a un programa de ejercicios o a una combinación, y se observa este marcador de cómo les va, las respuestas son afirmativas, hay pruebas de que la pérdida de peso es algo bueno”, comentó Kass.
Un amplio estudio retrospectivo publicado la semana pasada en JAMA Surgery sugiere que una pérdida de peso sustancial marca la diferencia.
El estudio, que analiza los registros de 20.212 personas durante más de seis años, fue financiado por una subvención de Medtronic, que fabrica dispositivos para la cirugía de pérdida de peso.
Las tasas de pruebas covid-19 positivas fueron similares en los grupos quirúrgicos y de control: 9,1% y 8,7%, respectivamente. La pérdida de peso entre el grupo que se sometió a la cirugía se asoció con un menor riesgo de hospitalización, necesidad de oxígeno suplementario y síntomas graves de una infección por covid-19. Este grupo de pacientes también tuvo un 53% menos de incidencia acumulada a 10 años de mortalidad por todas las causas no relacionada con el covid, en comparación con el grupo de control.
“Los resultados sugieren que la obesidad puede ser un factor de riesgo modificable para la gravedad de la infección por covid-19”, señala el estudio.
El Dr. Steven Nissen, cardiólogo de la Clínica Cleveland y coautor del estudio, dijo que es importante entender que la pérdida de peso es la clave de este estudio, no la cirugía en sí.
La cirugía simplemente es una forma eficaz de perder peso.
“Perder peso es completamente reversible”, dijo Nissen. “Por lo que podemos decir que, si se pierde peso, el riesgo de covid grave y de morbilidad y mortalidad por covid disminuye mucho”.
¿Por qué la obesidad es una amenaza?
La obesidad es un problema con el covid-19 por una serie de razones biológicas.
“Las células de grasa son células vivas, y en cuanto empiezas a acumularlas esencialmente están impactando de forma negativa en tu sistema inmunológico”, dijo Popkin. “Desde el primer momento, se inflaman”.
Las células grasas crean una inflamación crónica. Con la obesidad, la sangre también es propensa a coagularse, la gran masa de tejido bajo el diafragma hace que el corazón trabaje más, y la grasa en el abdomen y el hígado emite citocinas químicas que causan daños en los tejidos y problemas vasculares adicionales, todo lo cual puede hacer que el covid-19 sea mucho más grave.
Las personas con obesidad tampoco respiran con la misma facilidad que las personas con un peso más saludable; pueden llevar un exceso de peso en el tórax que puede comprimir los pulmones para que no puedan llenarse completamente de aire. Por ello, las personas con obesidad respiran menos profundamente, y el espacio real donde se produce la oxigenación es menor.
“Es como cuando estás tumbado y respirando, y si me siento encima de tu pecho y tratas de respirar. Es mucho más difícil recuperar el aliento cuando tus pulmones están aplastados”, dijo la Dra. Rekha Kumar, especialista en Medicina de la Obesidad y profesora asociada de Medicina Clínica y endocrinóloga adjunta en el Weill Cornell Medical College. “Si empiezas con un sistema respiratorio comprometido y esta es una enfermedad respiratoria, ya estás en desventaja”.
La importancia de tomarse en serio la obesidad
Los expertos afirman que los problemas que acarrea la obesidad en esta pandemia se han subestimado considerablemente.
“No hay ningún país en el mundo que tenga menos del 20% de adultos con obesidad”, dijo Popkin.
Las tasas de mortalidad de covid-19 son 10 veces mayores en los países donde la mayoría de los adultos tienen sobrepeso, según un informe de marzo.
Estados Unidos tiene una de las tasas de obesidad más altas del mundo, con más del 42% de la población adulta, según los CDC. Y esa es probablemente una cifra conservadora, porque esas estadísticas son de 2018. Más del 73% de los adultos se consideran con sobrepeso. Y aunque las cifras no son tan altas para los niños, más del 20% de los que tienen entre 6 y 19 años tienen obesidad, y más del 13% de los niños de 2 a 5 años la tienen.
“Creo que la gente no ve la obesidad como la enfermedad que es. Piensan en ella como una elección de estilo de vida”, afirma Cody Stanford. “Mucha gente piensa que esa gente solo tiene que comer menos y hacer más ejercicio, pero, si ese mantra funcionara, no tendríamos la prevalencia de obesidad que tenemos ahora”.
Entonces, ¿qué debe hacer la gente?
Cody Stanford dijo que le dice a sus pacientes que no se centren en perder un número determinado de kilos. En su lugar, deben pensar en términos de centímetros. Incluso les da un objetivo de circunferencia de cintura: menos de 89 cm en las mujeres y menos de 102 cm en los hombres.
La obesidad no solo tiene que ver con el peso o el IMC, sino con la distribución de ese peso.
En general, la grasa abdominal es uno de los tipos más peligrosos. La grasa de la zona del estómago crece en el interior del cuerpo y envuelve los órganos vitales. El hígado toma prestada esta grasa y la convierte en colesterol que puede colarse en las arterias y empezar a acumularse allí. Cuando esto sucede, las arterias empiezan a endurecerse, y esto puede provocar un ataque al corazón o un derrame cerebral.
Esta capa profunda de grasa abdominal es también lo que hace que el cuerpo sea resistente a la insulina y lo mantiene en un estado constante de inflamación crónica. “Cuando se añade la inflamación del covid encima, puede aumentar el riesgo de enfermedades graves”, dijo Kumar.
Una mejor distribución central del peso es la clave, añadió.
“Si eso fuera mejor, probablemente tendrían menos complicaciones de covid y menos muertes”, dijo Cody Stanford. “Fijarse solo en el peso en sí mismo, sin mirar el cuadro completo, sería una forma errónea de pensarlo”.
Según Popkin, basándose en estudios sobre otras enfermedades, incluso una persona con sobrepeso que pierda 2,5 kilos puede ver una mejora en su diabetes e hipertensión.
“Cualquier pérdida de peso es positiva en casi cualquier nivel de peso”, dijo. “Solo un aumento de peso marginal puede repercutir en nuestra salud”.
Popkin añadió que la pérdida de peso no es tan protectora como una vacuna o un refuerzo.
“Pero ciertamente tendrá algún beneficio”, dijo, especialmente al salir de la temporada de vacaciones.