(CNN) – Para el artista canadiense ghanés de 42 años Ekow Nimako, Lego es algo más que un juguete para niños. Una deidad embustera con forma de araña, una florista que sostiene una abeja gigante y un reino ghanés en el año 3020 son esculturas que ha construido utilizando solo Legos negros.
“Estoy haciendo arte”, dice Nimako. “Esto es arte. No es un pasatiempo, no es un juguete, no forma parte del fandom de Lego, no es una tontería. No entra en muchas de las categorías en las que entran las creaciones de Lego”.
Empezó a hacer esculturas de Lego en 2012 y su carrera despegó dos años después, cuando recibió una beca para exponer su obra en Canadá durante el Mes de la Historia Negra. “Empecé a darme cuenta de que no solo disfrutaba haciendo arte con Lego, sino que era importante que hiciera arte negro de forma muy específica”, explica.
Nimako utiliza ladrillos de Lego negros específicamente por tres razones principales. La primera es técnica: el negro es uno de los colores más comunes de Lego, por lo que hay muchas piezas diferentes que puede utilizar.
La segunda es que simplemente le gusta el color. “Creo que el negro tiene algo de sofisticado, de expansivo, y también algo de oscuro y a veces de premonitorio o inquietante. Tiene un amplio espectro”, explica.
Sin embargo, la razón más importante es que los seres que crea son “inequívocamente negros. A pesar de sus rasgos o de lo que pueda hacer con ellos, siempre se les considerará negros”, afirma.
Los bloques de construcción de la vida
En 2014, Nimako realizó su primera escultura humana, “Flower Girl”, que “hablaba de la inocencia perdida de las jóvenes negras que no tuvieron la oportunidad de ser como las tradicionales chicas de las flores en occidente; hablaba de las chicas que llegaron aquí como resultado de la trata transatlántica de esclavos”, dijo.
La escultura, que ahora está de gira por el Reino Unido, tenía inicialmente el tamaño de una niña de seis años, pero a medida que su técnica se desarrollaba y salían más piezas de Lego, la envejeció y mejoró su estética. Ahora tiene el tamaño de una niña de 10 años.
“Hay una esencia intrínseca de vida en mi obra”, dice Nimako. “Las esculturas son objetos inanimados hechos de plástico. Hay algo bastante sintético en ellas. Pero es esa cualidad sintética la que intento trascender con la vida, (como por ejemplo) pasando mucho tiempo desarrollando los ojos de cada escultura”.
El artista se tarda entre 50 y 800 horas en hacer cada escultura, y dice que nunca tiene prisa. Para una escultura en la que está trabajando actualmente, pasó dos horas construyendo una sección de una mandíbula, tratando de encontrar los ángulos correctos y las partes adecuadas, y “aún no la termino”.
Espera que el proceso de construcción se alargue con cada obra de arte a medida que descubre más piezas de Lego y prueba nuevas técnicas para que sus obras sean más dinámicas.
“Es un proceso constante de evolución”, dice.
La resistencia fundada en la imaginación
Nimako se considera un “futurista” que mezcla el futurismo africano, el afrofuturismo y la afrofantasía. Mientras que el futurismo africano se centra en la experiencia de los habitantes del continente africano, el afrofuturismo se centra más en la experiencia afroestadounidense de mirar hacia el futuro, basándose en el pasado y conectando con el continente, según el artista.
En su serie “Building Black: Civilizations”, Nimako reimagina los relatos medievales del África subsahariana. Su pieza “Kumbi Saleh 3020 CE”, compuesta por unos 100.000 piezas de Lego y que se encuentra en el Museo Aga Khan de Toronto, lleva el nombre de la capital de un reino medieval de Ghana. El artista explora el África occidental medieval y reimagina el aspecto que tendría dentro de 1.000 años.
Nimako espera un “futuro inclusivo” que reconozca la historia del racismo contra los negros y lo “totalmente perturbador” que es, y reconoce el papel del afrofuturismo para permitir a la gente “imaginar un mundo mejor”.
“Mi mujer siempre dice que ‘todos los movimientos de resistencia tienen sus raíces en la imaginación’. Hay que imaginar la libertad, la emancipación. Hay que imaginar que la lucha se acaba. Hay que proyectar eso para levantarse, para resistir. ¿Por qué otra cosa se resiste, si no es por esa Tierra Prometida?”, dijo. “Incluso el arte es una forma de resistencia y se ha utilizado como tal durante mucho tiempo”.
Recientemente ha lanzado kits en línea para su taller “Building Beyond”, que ayuda a la gente a imaginar y construir representaciones de sus propios descendientes a partir de Lego utilizando plantillas faciales llamadas “legados”. Cree que “puede ayudar a fomentar la sensibilidad y la comprensión de culturas y grupos étnicos complejos”.
Un documental de Lego
Su trabajo está siendo reconocido más allá del mundo del arte, incluso por la propia empresa, Lego. En febrero se estrenará un documental de Lego basado en su obra, según el artista, que añadió que “el Grupo Lego ha apoyado mucho mi trabajo. Después de reconocer lo que hago, hay mucho más que vamos a hacer juntos”.
Actualmente, Nimako está construyendo una escultura llamada “The Great Turtle Race”, que representa a niños negros compitiendo sobre los lomos de dos tortugas mitológicas para “capturar la esencia de la infancia”.
“Somos artistas negros cuando hacemos arte”, dijo. “No te limitas a existir como artista. Hay tanta complejidad y tantos matices y tanta cultura que explorar. Me llena de tanta alegría… saber que los niños negros van a poder involucrarse con mi trabajo y verse reflejados”.