(CNN Español) – El trabajo de Óscar Mosnalve es hacer reír. Todos los días frente al micrófono da su popular grito de batalla —”¡arrrrrrrrriba raiting!”— con el que acompaña a los oyentes de el tradicional programa de radio ‘La Luciérnaga’ que se trasmite en las tardes en varias ciudades de Colombia. Allí cuenta chistes, se ríe duro, bromea sus compañeros y hasta canta. Pero hubo un momento en que mientras hacía reír a la gente, Risaloca, como es mejor conocido Monsalve, atravesaba una depresión que casi lo deja fuera del ring.
“Yo ya no quería prácticamente nada”, le dijo Monsalve a CNN. “Yo todas las noches lloraba, me levantaba sin ganas de nada. Lo único que a mí me provocaba hacer era trabajar… era lo único que me desconectaba de la realidad que estaba viviendo en ese momento”.
La depresión de Risaloca empezó luego de que sufrió covid-19 en 2020. “Fue un covid largo”, le dijo a CNN, pues no solo estuvo hospitalizado, sino a punto de entrar a una UCI. Sus papás también se contagiaron y en abril de 2021 su mamá falleció por complicaciones de coronavirus.
“Después de la muerte de mi mamá fue que empezó como a desarrollarse mucho más todo este tema de la depresión, pero yo no sabía que era depresión. Simplemente yo pensaba que era parte del duelo, de la tristeza normal por la muerte de la mamá, pero ya empezó a coger más fuerza eso”, dice.
Con esa tristeza encima, que después confundió con aburrimiento, empezó a encerrarse en una burbuja de trabajo. Se aisló de sus amigos; ya no jugaba fútbol, como le gustaba; sacaba excusas para no salir, y solo se centraba en ir a trabajar, haciendo reír a la gente, mientras él sufría: solo podía llorar.
“Yo estaba más en la ficción en ese momento (en la radio) y me alejaba de la realidad de mi vida y eso me permitía a mi reírme y hacer reír a los demás”, dice.
Se sentía vacío y lleno de dolor, y eso se profundizó más cuando al volver a trabajar no pudo hacer un ritual sagrado que tenía con su mamá: llamarla después de estar al aire.
Así que, para huir del dolor, Monsalve encerró en una burbuja para evitar sentir lo inevitable.
La depresión es “una tristeza persistente”, según expertos
Según la OMS, una persona que está deprimida experimenta un estado de ánimo lleno de “tristeza, irritabilidad, sensación de vacío”, una pérdida del disfrute de la vida o el desinterés en las actividades, “la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos dos semanas”.
“Cuando hablamos de la depresión, hablamos de una tristeza persistente que no te deja funcionar en tu día a día”, le dijo a CNN la Dra. Karen Martínez, miembro del Comité de Salud Pública de la Asociación de Ansiedad y Depresión de Estados Unidos (ADAA por sus siglas en inglés), una organización dedicada a la prevención, el tratamiento y la cura de varios trastornos como la ansiedad y la depresión.
La depresión, dice Martínez, es una respuesta a un evento de pérdida que experimenta una persona: puede ser la pérdida de una persona, una decepción, o algo que pueda hacerla “cuestionar sobre el sentido de la vida, de si hay esperanza, de si uno debe seguir”.
Esta enfermedad tiene varios síntomas, según la OMS, entre ellos dificultad para concentrarse, sufrimiento, sensación de culpa excesiva, baja autoestima, falta de esperanza en el futuro, cambios de apetito, sensación de vacío, sensación de cansancio, falta de energía, alteraciones del sueño, entre otras.
Se trata de una enfermedad que afecta aproximadamente a 280 millones de personas, según cifras de 2021 de la OMS; y puede conllevar un riesgo que va desde moderado —que es afectar las actividades diarias de una persona— hasta el suicidio.
Los signos de alerta
Monsalve dijo que sus amigos y familiares notaron cambios en sus comportamientos y el hecho de que él llorara tanto y estuviera aislado incluso de su familia, fueron una señal de alerta para decirle que buscara ayuda.
En su caso fue un vuelco total al trabajo, no solo en la radio, sino que empezó a encerrarse en su estudio de grabación y pasar largas jornadas allí, descuidando su alimentación y hasta la relación con su familia.
“Llega un momento en que yo me estaba era prácticamente enloqueciendo sin poder hacer nada”, recuerda de los días de duelo en los que no iba al trabajo. “Entonces ahí fue donde retomé el trabajo y pues el trabajo me ayudó muchísimo a estar estable”.
La noticia de su diagnóstico de depresión lo tomó por sorpresa, pues pensaba que él no podía tener depresión si hacía reír a la gente de 4 a 7 p.m. cinco días a la semana.
“De hecho el médico cuando me vio me dijo: ‘Si no hubiera sido por su trabajo, si no hubiera sido por la risa, usted estaría de manicomio. Pero lo que usted tiene es una depresión y una depresión muy fuerte’”.
Pero dice que lo que pasaba con esto era que terminaba el programa y caía en depresión; terminaba de cantar, y también. Sus momentos libres eran de mucho dolor.
El punto de quiebre y un impulso para buscar ayuda
Así que llegó un momento en el que su camino hacia el “hueco” de la depresión, cambió, gracias a su familia y sus hijos. Un médico endocrino que lo apoyó en su proceso le decía que si él seguía por ese camino de la depresión, arrastraría también a sus hijos y a su papá.
Para ese momento ya estaba creando una “burbuja” trabajando todo el día, había recetado contacto con su familia, y eso sí, cumplidamente hacía reír a la gente a pesar del dolor.
“Pero cuando eso terminaba otra vez volvía a esa realidad y volvía a llorar y volvía a que no me provocaba nada”, dice.
Así que pensar en su familia lo hizo buscar ayuda.
En su caso, Monsalve no optó por psiquiatras y medicamentos convencionales, sino que eligió el apoyo de un médico bioenergético y uno endocrinólogo que lo ayudaron a equilibrar su parte energética y física.
Dice que el ejercicio y los suplementos medicinales que le recetaron sus médicos le funcionaron y que, en diciembre, la primera Navidad sin su mamá fue una prueba dura.
“Obviamente tengo mis momentos de tristeza porque pues claro, pasó diciembre que fue una época muy dura, es una época familiar y pues el vacío de mi mamá pues obviamente se iba a sentir, pero creo que también fue la prueba más grande para mí, porque era como darme cuenta de que si yo no me caigo en diciembre es porque logramos superar esta etapa”.
Si bien a él le funcionó este modelo de terapia, existen varias terapias psicológicas que son “eficaces” para curar la depresión, le dijo a CNN el psicoterapeuta José Verdejo, del equipo de Desansiedad, una organización especializada en terapia para la depresión.
“En la actualidad existen terapias psicológicas eficaces para curar la depresión. Sobre todo, en la última actualización de las terapias cognitivas, en donde destaca la terapia de activación conductual para la depresión. Una terapia basada en evidencia científica que goza de muy buenos en el tratamiento de este trastorno. El apoyo farmacológico en algunos casos puede resultar muy útil. Sin embargo, no hay que perder de vista que el foco del tratamiento debe centrarse en el contexto que lleva a la persona a experimentar la tristeza de forma crónica y no en emoción misma que solo se da como un resultado”, dijo Verdejo.
“La mejoría y en un caso óptimo la cura de la depresión se da como consecuencia de la creación de nuevos hábitos mentales y conductuales más adaptativos en reemplazo de los que mantienen a la persona atrapada en su padecimiento”, agregó el experto.
La depresión, una enfermedad silenciosa
Monsalve reconoce que esta es una enfermedad silenciosa de la que es necesario hablar y estar atentos.
“Hay que ponerle cuidado a esas cositas que uno va sintiendo, a esos pequeños detalles que hacen la diferencia en el día a día de uno. Y escuchar también a las personas que están alrededor de uno, que quizás lo pueden notar más que uno, porque uno como uno está metido en eso puede que no se dé cuenta, pero los que están a tu alrededor sí lo pueden notar”, dijo Monsalve, quien dice ya está recuperado de la depresión.
Ya con todo un tratamiento encima, este humorista dice que la familia y los amigos son muy importantes en este proceso pues son personas que pueden ayudarlo porque ven las cosas desde afuera.
“Después de uno escucharlos, yo creo que es lo más importante que uno que uno pudiera hacer es aceptar la ayuda, sea de un sicólogo, de un psiquiatra, una ayuda espiritual, un sacerdote, un pastor bueno, en lo que uno se pueda apoyar. Y ya después de eso, obviamente estar acompañado de profesionales en el tema”.
Risaloca dice que decidió hablar públicamente de su depresión, pues ya que es una persona reconocida por hacer reír a la gente, quiere dar el mensaje de que esto le puede pasar a cualquier persona.
Luego de dar a conocer que pasó por esta enfermedad, dijo que en los shows (de humor) que hizo en vivo algunas personas se le acercaron a hablar sobre depresión, algo que es importante, porque esta enfermedad es silenciosa.
“Es una enfermedad que le puede dar a cualquier persona y es una enfermedad silenciosa que te va a ir comiendo de a poquito, si uno no le presta atención. Entonces yo creo que es importante que le prestemos atención a esta enfermedad que es tan tan difícil”.
Luego de salir de la depresión, Monsalve escribió una canción en la que dice refleja todo lo que había pasado y recordando “las lecciones” que le dejó toda la situación. Se llama “La guachafita”.
¿Dónde buscar ayuda si sufres depresión?
ARGENTINA
Línea de prevención del suicidio – ayuda al suicida en línea
TELÉFONO: (54-11) 5275-1135 o 135 desde Buenos Aires y GBA
Hablemos de Todo
Correo electrónico: contacto@hablemosdetodo.gob.ar
Directorio telefónico
BOLIVIA
Teléfono de la esperanza
La Paz: 2248486
BRASIL
Centro de Valorização da Vida, CVV
Teléfono: 188
Chat: (ayuda por chat)
Correo electrónico: atendimento@cvv.org.br
CHILE
Teléfono de la esperanza
Teléfono: 005642221200
Todo mfejora, ayuda por correo electrónico o chat
COLOMBIA
Teléfono de la esperanza
Barranquilla:(00 57 5) 372 27 27
Bogotá: (57-1) 323 24 25
Medellín: (00 57 4) 284 66 00
San Juan de Pasto: 3016326701
Asociación Colombiana contra la Depresión y el Pánico (Asodep): +57 310 5655415
COSTA RICA
Teléfono de la esperanza
Correo electrónico: telefonodelaesperanzacr@gmail.com
ECUADOR
Teléfono de la esperanza
Quito: (593) 2 6000477 - 2923327
ESPAÑA
Teléfono de la esperanza: 717 003 717
HONDURAS
Teléfono de la esperanza
San Pedro Sula: (00 504) 2558 08 08
MÉXICO
Instituto Hispanoamericano de Suicidologia, A.C
Teléfono: +5255 46313300
Correo electrónico: info@suicidologia.com.mx
PERÚ
Sentido (Centro Peruano de Suicidología y Prevención del Suicidio)
Teléfono: 01 498 2711
Teléfono de la esperanza
Lima: (00 51 1) 273 8026
PUERTO RICO
Línea PAS (Primera Ayuda Psicosocial)
Teléfono: 1-800-981-0023
URUGUAY
Último recurso
Teléfono: 0800-Vive (8483)
VENEZUELA
Teléfono de la esperanza
Valencia: 0241-8433308
Nacional: 0-800-PSIQUE