(CNN) – Aunque los volcanes masivos tienen el potencial de afectar las temperaturas y el clima globales, la erupción cerca de Tonga de este sábado probablemente no fue lo suficientemente extensa como para impactar el clima a nivel mundial, dijeron expertos a CNN.
La erupción del volcán Hunga-Tonga-Hunga-Ha’apai fue enorme: probablemente, la más grande en 30 años, según los expertos. Desató una enorme nube de ceniza y dióxido de azufre (SO2) en la atmósfera, a más de 30 kilómetros sobre el nivel del mar, según datos de los satélites de la NASA.
A esa altura, por encima de la influencia de la corriente en chorro de una capa de la atmósfera conocida como estratosfera, los aerosoles pueden permanecer durante años. Y cabe destacar que, cuando el SO2 llega a la estratosfera, reacciona con el agua y crea una capa nebulosa de gas que impide que la luz solar llegue a la superficie de la Tierra, lo que puede conducir a temperaturas más frías.
Pero los científicos también estiman, a partir de datos satelitales, que la masa total de SO2 de la erupción del sábado fue de 0,4 teragramos (400 millones de kilogramos) de SO2. Una cifra está muy por debajo de lo que los especialistas dicen que podría alterar significativamente el clima global.
Por ejemplo, la erupción del Monte Pinatubo en 1991 liberó de 15 a 20 teragramos de SO2 a la atmósfera. Lo que resultó en una caída de 0,6 grados Celsius en la temperatura global durante los siguientes 15 meses, según la NASA.
Erik Klemetti, profesor asociado de Geociencias en la Universidad de Denison en Granville, Ohio, dijo que el dióxido de azufre arrojado a la atmósfera por la erupción del Hunga Tonga estaba “muy por debajo del umbral habitual para cualquier cosa que vaya a tener un impacto significativo en el clima en general”.
Otros científicos hicieron eco de la evaluación de Klemetti en Twitter.
“Si el volcán decide que va a hacer una serie de explosiones y continúa teniéndolas, eso cambiará las cosas”, dijo Klemetti a CNN. “Pero en este momento, parece que fue un evento lo suficientemente corto que no tuvo suficiente azufre como para causar un gran impacto climático”, añadió.
Klemetti señaló que la erupción cerca de Tonga podría tener un impacto regional en la temperatura. Aunque, los científicos aún no están seguros de cuán significativo podría ser. Y destacó que, en última instancia, depende de la cantidad de SO2 que llegó a la estratosfera.
Klemetti también enfatizó en que no son las cenizas las que afectan la temperatura y el clima global. Dijo que la mayoría de las personas asume que la ceniza volcánica es lo que refleja la luz del sol y afecta la temperatura global. Pero, a diferencia de los aerosoles, la ceniza no permanece en la atmósfera por mucho tiempo. En cambio, debe haber una cantidad significativa de dióxido de azufre.
Una partícula de ceniza es un “fragmento físico real de vidrio”, dijo. “Son diminutos, pero tienen suficiente masa para que caigan de la atmósfera con bastante rapidez”, indicó.