(CNN) – Un letal ataque con drones en el corazón de la capital de los Emiratos Árabes Unidos llevó a Medio Oriente a un terreno desconocido en un momento en que los líderes de la región han tratado de cerrar las brechas existentes desde hace años.
Tres personas murieron cuando los ataques alcanzaron unos camiones de combustible cerca del aeropuerto de Abu Dhabi este lunes, causando múltiples explosiones. Los rebeldes hutíes de Yemen, respaldados por Irán, se adjudicaron rápidamente la responsabilidad por los ataques.
En respuesta, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita respondieron bombardeando la capital yemení de Saná con ataques aéreos, matando al menos a 12 personas, en el bombardeo más letal en la ciudad desde 2019.
Además de la escalada de violencia en una región que ha tratado de pasar la página de una década de guerras por el poder, el intercambio de fuego también podría enturbiar una serie de conversaciones de alto nivel entre enemigos regionales e internacionales. Las negociaciones entre Irán y las potencias occidentales sobre cómo reactivar el acuerdo de 2015 para limitar el programa nuclear de Teherán han mostrado recientemente signos de progreso. Y también hay indicios de que las históricas pero difíciles conversaciones entre Arabia Saudita e Irán, su rival regional, estaban empezando a dar frutos.
Pero los ataques sin precedentes de los hutíes en Abu Dhabi podrían interferir con esas conversaciones.
Y si los rebeldes cumplen su promesa de lanzar nuevos ataques, podría hacer mella en la imagen de los Emiratos Árabes Unidos como lugar seguro para vivir, trabajar y hacer negocios en una región conflictiva.
Esto es lo que hay que saber sobre la crisis.
¿Por qué fue tan importante el ataque de los hutíes?
Además de ser el primer ataque mortal en los Emiratos Árabes Unidos en muchos años, los ataques con drones del lunes demostraron la capacidad de los hutíes para lanzar ataques de largo alcance. Los rebeldes yemeníes realizan con frecuencia ataques transfronterizos contra Arabia Saudita, país vecino de Yemen, pero se trataba de distancias relativamente cortas en comparación con Abu Dhabi, y la gran mayoría de los misiles y drones fueron interceptados antes de alcanzar sus objetivos.
Los precios del petróleo se dispararon tras los ataques, lo que provocó una oleada de condenas internacionales por parte de Estados Unidos y otros líderes mundiales. El ministro de Asuntos Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos, Sheikh Abdullah bin Zayed, pidió a Estados Unidos que reclasificara a los hutíes como organización terrorista extranjera, una clasificación que se instituyó en los últimos días del gobierno de Trump antes de ser levantada por el presidente Joe Biden.
Los hutíes afirmaron anteriormente haber llevado a cabo ataques contra los Emiratos, con los que no comparte frontera. Pero las autoridades de los EAU nunca reconocieron los supuestos ataques, y muchos observadores consideraron que las afirmaciones eran inverosímiles.
Ahora, los hutíes de Yemen cumplieron una amenaza que llevan lanzando por años contra los EAU, uno de los principales socios de la coalición en la campaña militar de seis años dirigida por Arabia Saudita para aplastar a los rebeldes respaldados por Irán.
En 2019, los Emiratos Árabes Unidos retiraron la mayoría de sus tropas de Yemen, tras considerar en privado que la guerra era imposible de ganar. La campaña no logró aplastar a los rebeldes, pero se cobró un enorme precio humanitario, con miles de muertes de yemeníes, desnutrición y enfermedades generalizadas.
Sin embargo, más recientemente, los EAU han vuelto al combate, apoyando a los grupos yemeníes en puntos conflictivos como las provincias ricas en petróleo de Shabwa y Marib y repeliendo a los combatientes hutíes de la estratégica ciudad del desierto.
Ahora, los analistas afirman que los rebeldes buscan provocar otra retirada emiratí.
“La intervención de las fuerzas apoyadas por Emiratos Árabes Unidos fue un cambio de juego. Esto enfureció a los hutíes”, dijo Maged al-Madhaji, director ejecutivo y cofundador del Centro de Estudios Estratégicos de Saná. “Los hutíes están tratando de crear algún tipo de equilibrio golpeando la imagen de estabilidad y seguridad de los Emiratos”.
¿Qué está en juego para los Emiratos Árabes Unidos?
La nación rica en petróleo ha logrado evitar las turbulencias políticas que se producen en otros lugares de la región por décadas. La estabilidad es una de las principales ventajas de los EAU, que logra atraer a millones de expatriados y miles de millones de dólares en inversiones extranjeras, pero esa imagen podría quedar destrozada si se intensifica el conflicto con los hutíes.
Los EAU dependen en gran medida de los trabajadores extranjeros, que constituyen la gran mayoría de la mano de obra del país. Las autoridades gestionan intensamente la reputación del país, y la libertad de expresión política es prácticamente inexistente. Los defensores de esas restricciones argumentan que son necesarias para mantener la estabilidad contra viento y marea en un Medio Oriente conflictivo.
Pero durante años, la poderosa política exterior de EAU, que le hizo intervenir en Egipto, Libia, Siria y el cuerno de África, además de Yemen, puso en peligro esa misma estabilidad. Cuando los petroleros fueron blanco de su archienemigo regional, Irán, en 2019, frente a las costas de EAU, Abu Dhabi cambió rápidamente de rumbo.
Desde entonces, se ha embarcado en una carrera diplomática para sanar los desacuerdos de antaño. Ha hecho una serie de propuestas a Irán, incluyendo el envío de una delegación de alto nivel, al parecer en octubre de 2019 y luego de nuevo a finales de 2021. También ha estrechado lazos con el presidente de Siria, Bashar al-Assad, después de apoyar a los grupos armados que intentaron derrocarlo en la guerra de ese país. Los dirigentes de los Emiratos Árabes Unidos han dicho en repetidas ocasiones que quieren convertirse en una fuerza de desescalada en la región.
Sin embargo, el ataque del lunes puso de relieve un aspecto que muchos observadores han señalado, a saber, que pasar la página de una década de guerra por poder bañada en sangre no será ni fácil ni instantáneo. Todos los países de la región, y no solo los EAU, tendrán interés en que la violencia del lunes disminuya rápidamente.
¿Estuvo Irán involucrado en el ataque de los hutíes a los EAU?
No lo sabemos. Lo que sí sabemos es que los drones fueron probablemente suministrados por Irán, el principal aliado de los hutíes en su guerra contra el gobierno internacionalmente reconocido de Yemen. Pero no está claro si los patrocinadores de los hutíes en Teherán ordenaron el ataque, o si el grupo rebelde tomó la decisión unilateralmente.
No sería la primera vez que los grupos alineados con Irán parecen seguir su propio camino. En noviembre de 2021, el jefe de la fuerza de élite iraní Quds, Esmail Qaani, visitó al primer ministro de Iraq, Mostafa al-Kadhimi, poco después de un atentado contra su vida por parte de milicias respaldadas por Irán. Algunos observadores consideraron la visita como un intento de distanciar a Irán de las acciones de sus aliados militantes.
Otro motivo para sospechar que los hutíes actuaron por voluntad propia es que Irán ha dicho en repetidas ocasiones que desea reavivar las relaciones con sus enemigos regionales. El nuevo presidente de línea dura de Irán, Ebrahim Raisi, ha recibido al menos dos invitaciones para visitar los EAU, según los medios estatales iraníes.
En sus declaraciones de condena del atentado de Abu Dhabi, Arabia Saudita y los EAU, de forma poco habitual, se abstuvieron de culpar a los partidarios del grupo rebelde en Teherán. Irán aún no ha comentado públicamente el ataque.
Sin embargo, como siempre, el liderazgo de Irán es difícil de leer. Una cadena de noticias libanesa, Al Mayadeen, informó que Raisi se reunió con el jefe del equipo de negociación de Sana’a en Teherán el lunes, el día del ataque. Algunos observadores lo consideraron como una admisión de responsabilidad por el ataque de Abu Dhabi.
¿Qué significa esto para las conversaciones nucleares de Irán?
La violencia de este lunes puede hacer descarrilar las negociaciones nucleares en Viena, así como las conversaciones paralelas entre Arabia Saudita e Irán, consideradas fundamentales para el éxito de una posible segunda versión del acuerdo de 2015.
Si se cree que Irán está detrás del ataque del lunes en Abu Dhabi, del mismo modo que se le acusó ampliamente de ser responsable de los ataques de 2019 contra las refinerías de petróleo de ARAMCO (Irán negó las acusaciones), las medidas para fomentar la confianza podrían colapsar y sería difícil ver cómo podrían continuar las negociaciones.
Si, por el contrario, Irán pone a los hutíes en cintura, como un ofrecimiento a sus enemigos regionales, entonces la violencia del lunes podría pasar al olvido y las negociaciones podrían continuar, posiblemente sin interrupción.
– Sarah El Sirgany contribuyó con este reportaje desde Abu Dhabi.