Hong Kong (CNN Business) – China insta a los bancos centrales de Occidente a no subir las tasas de interés con demasiada rapidez para luchar contra la inflación, mientras va en la otra dirección para luchar contra una fuerte desaceleración económica.
El presidente de China, Xi Jinping, pidió este lunes a las principales economías mundiales que estimulen el crecimiento coordinando sus políticas mientras el mundo sigue saliendo de la confusión causada por la pandemia de coronavirus.
“Las cadenas industriales y de suministro mundiales se han visto alteradas. Los precios de las materias primas siguen subiendo. El suministro de energía sigue siendo escaso. Estos riesgos se agravan unos a otros y aumentan la incertidumbre sobre la recuperación económica”, dijo Xi a los asistentes al Foro Económico Mundial de 2022 durante un discurso pronunciado por Internet.
Advirtió de los efectos de una subida excesiva de los tipos de interés con demasiada rapidez, diciendo que tales medidas podrían amenazar la estabilidad financiera mundial.
“Si las principales economías frenan o dan un giro de 180 grados a sus políticas monetarias, se producirían graves repercusiones negativas”, dijo Xi. “Supondrían un reto para la estabilidad económica y financiera mundial, y los países en desarrollo se llevarían la peor parte”.
Muchos responsables políticos mundiales están lidiando con el aumento de la presión inflacionista y empezando a poner fin a sus planes de estímulo de la era de la pandemia.
La Reserva Federal señaló el mes pasado que podría subir los tipos de interés tres veces en 2022, mientras que el Banco Central Europeo anunció que pondría fin a su programa de compra de bonos de la era de la crisis en marzo. El Banco de Inglaterra aumentó los tipos de interés el mes pasado, convirtiéndose en el primer banco importante que lo hace desde que comenzó la pandemia. Los bancos centrales de Europa del Este y América Latina también subieron los tipos de interés de forma agresiva para enfriar la inflación.
Pero China –la única gran economía que creció en 2020– está adoptando una táctica diferente, ya que su economía se ralentiza y se enfrenta a los retos de mantener el impulso y a la vez mantenerse firme en su estrategia de “cero covid”, una estricta política de bloqueo de zonas para evitar brotes que aisló al país de gran parte del mundo.
El Banco Popular de China ha estado aflojando sus cuerdas del monedero para mantener las cosas en orden.
Este lunes, el Banco Central recortó un tipo de interés clave por primera vez desde abril de 2020. El mes pasado, recortó tanto el coeficiente de reservas obligatorias –que determina la cantidad de efectivo que los bancos deben mantener en reserva– como el tipo de interés preferencial de los préstamos, un tipo al que los bancos comerciales prestan a sus mejores clientes y que sirve de referencia para otros préstamos.
Las últimas medidas de Beijing se produjeron cuando el país informó que su economía se expandió un 8,1% en 2021. Si bien esa cifra superó los objetivos del propio gobierno, el crecimiento se redujo a la mitad de ese ritmo en el último trimestre del año y se espera que se resienta aún más debido al covid y a la profundización de la crisis inmobiliaria.
Los economistas del gobierno chino advirtieron de un efecto de contagio causado por las subidas de los tipos de interés de la Reserva Federal.
Zhu Baoliang, economista jefe del Centro de Información Estatal de China –un grupo de expertos en política gubernamental– declaró al Financial News, respaldado por el Banco Central, que el país debe vigilar y prevenir potencialmente cualquier crisis financiera causada por las subidas de los tipos de interés de la Fed.
“Históricamente, las subidas de tipos de la Fed han desencadenado crisis financieras y económicas en otros países en muchas ocasiones”, dijo Zhu al periódico, añadiendo que un desequilibrio podría provocar la huida del capital extranjero de China.
Las inversiones mundiales se volcaron en los bonos chinos en el último año, ya que los inversores persiguen rendimientos comparativamente jugosos en los mercados del país. La fuerte afluencia de capital contrinuyó a un rendimiento excepcional del yuan, que fue una de las divisas con mejor comportamiento en 2021.
Zhu también llamó la atención sobre el mercado de bonos denominados en dólares para las empresas chinas, que, según señaló, se expandieron rápidamente. Muchas empresas de la difícil industria inmobiliaria china tienen bonos denominados en dólares; si se vuelven aún más caros de devolver, eso podría causar más dolores de cabeza.
Y Yang Shuiqing –investigador de la Academia China de Ciencias Sociales, un importante centro de estudios del gobierno– también escribió en un artículo en el portal de noticias estatal China.com que las subidas de tipos de la Fed también podrían frenar la demanda en Estados Unidos, afectando así a las exportaciones de China, el mayor socio comercial de Estados Unidos.
El Fondo Monetario Internacional, por su parte, advirtió que un endurecimiento brusco de la política monetaria en Estados Unidos o Europa podría provocar turbulencias económicas en las economías en desarrollo.
“Las economías emergentes deberían prepararse para posibles episodios de turbulencia económica” debido a un endurecimiento más rápido de la política por parte de la Fed, escribió el FMI en un blog la semana pasada.
El sentimiento sobre el crecimiento económico y la inflación ha cambiado en Estados Unidos, escribió el FMI, ya que los precios suben al ritmo más rápido en casi cuatro décadas.
La recuperación económica en los países emergentes, mientras tanto, no ha sido tan robusta, dijo, añadiendo que esos lugares se enfrentan a “una deuda pública sustancialmente mayor”.
“Un aumento más rápido de los tipos de la Reserva Federal en respuesta [a la inflación] podría agitar los mercados financieros y endurecer las condiciones financieras a nivel mundial”, dijo el FMI, advirtiendo también de la ralentización de la demanda y el comercio de Estados Unidos y su efecto en las economías en desarrollo, que dependen de las exportaciones a los consumidores estadounidenses.
Los economistas de la Reserva Federal escribieron el pasado mes de junio que el riesgo de contagio a los mercados emergentes depende de algunos factores, entre ellos las condiciones dentro de esas regiones y lo vulnerables y sensibles que sean a la subida de los tipos estadounidenses.