(CNN Español) – El Departamento de Justicia de Estados Unidos informó que un jurado investigador acusó a seis sospechosos de un plan para contrabandear armas de alto calibre y municiones para el Cartel Jalisco Nueva Generación (conocido también como CJNG), considerado una de las organizaciones criminales transnacionales más violentas y peligrosas del mundo.
Según un comunicado del Departamento de Justicia, los arrestos se produjeron el 19 de enero como resultado de la Operación “Semper Infidelis”, que es parte de una iniciativa que une a diversos departamentos de policía de Estados Unidos, investigadores y equipos de inteligencia dirigidos al control de drogas y crimen organizado con el objetivo de combatir las bandas de narcotraficantes, el lavado de dinero, las pandillas y las organizaciones criminales transnacionales más importantes.
La oficina del Departamento de Justicia en Los Ángeles informó sobre los 23 cargos contra 6 acusados, cinco de ellos detenidos y uno que se encuentra prófugo y se sospecha que estaría en México. A los seis se les acusa de conspirar para violar las leyes federales a través del envío ilegal de armas y municiones para los operativos del CJNG.
La acusación indica que un hombre de la ciudad de Whittier, en el condado Los Ángeles, supuestamente dirigía la organización de tráfico de armas y, de acuerdo con el documento del Departamento de Justicia, usaba las ganancias de la venta de narcóticos para comprar rifles de asalto, cientos de miles de proyectiles y numerosas piezas y accesorios de ametralladoras, algunos enviados de contrabando a México principalmente desde el comienzo de la pandemia en marzo 2020 y que operó durante casi un año.
La fiscal federal Tracy L. Wilkinson dijo, según el mismo comunicado, que “este caso alega un plan para proporcionar potencia de fuego de grado militar a una importante organización narcotraficante que comete actos de violencia atroces en México para promover su objetivo de inundar Estados Unidos con peligrosos y mortales narcóticos”.
De acuerdo con el documento divulgado por el Departamento de Justicia, durante el operativo las autoridades incautaron seis rifles de asalto, más de 250.000 municiones para rifles de asalto, más de US$ 300.000 en piezas de armas y equipos para ensamblar varias “miniarmas”, y ametralladoras rotativas de seis cañones, capaces de disparar hasta 6.000 proyectiles por minuto.
El 19 de enero tres de los acusados que fueron presentados en la corte se declararon inocentes. Su procesamiento está previsto para marzo.
Por el cargo de conspiración para violar las regulaciones de exportación una persona puede enfrentar hasta 20 años en una cárcel federal y por intento de contrabando la pena máxima es de 10 años.