Jerusalén (CNN) – Amnistía Internacional es la más reciente organización de derechos humanos que acusa a Israel de apartheid por su trato a los palestinos, lo que provocó una airada respuesta de Israel, que denunció el informe como antisemita.
El informe de casi 300 páginas de Amnistía, publicado este martes, detalla “actos inhumanos o crueles de traslado forzoso, detención administrativa, tortura, homicidios ilegítimos y lesiones graves, y la denegación de derechos y libertades básicas o la persecución cometida contra la población palestina”, creando “un régimen institucionalizado de opresión y dominación sistemática sobre los palestinos”.
“Amnistía Internacional concluye que el Estado de Israel considera y trata a los palestinos como un grupo racial inferior no judío”, afirma el informe.
Al igual que dos informes recientes centrados en la misma cuestión, del grupo israelí de derechos humanos B’Tselem y de Human Rights Watch, con sede en Nueva York, el informe de Amnistía examina la política de Israel tanto en los territorios palestinos, tierra ocupada por Israel desde 1967 pero nunca anexionada formalmente, como en Israel.
“Desde su creación en 1948, Israel ha seguido una política explícita de establecer y mantener una hegemonía demográfica judía y de maximizar su control sobre la tierra en beneficio de los israelíes judíos”, afirma el informe.
Incluso antes de que se publicara formalmente el informe, Israel lo denunció como “falso y tendencioso”.
En una sesión informativa en línea con periodistas celebrada antes de la publicación del informe, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores Lior Haiat dijo que Amnistía estaba “utilizando el doble rasero y la satanización para deslegitimar la existencia de Israel como patria del pueblo judío”.
“Estos son los componentes exactos de los que está hecho el antisemitismo moderno”, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores en una declaración separada.
Esa respuesta tuvo eco en una declaración conjunta de varios grupos judíos de Estados Unidos este domingo, entre ellos el Comité de Asuntos Públicos Estadounidense-Israelí y la Liga Antidifamación, que afirmaron que el documento de Amnistía “alimenta a los antisemitas de todo el mundo que tratan de socavar el único país judío de la tierra, al tiempo que desacreditan y restan importancia al horrible sufrimiento que supuso el apartheid en Sudáfrica”.
El término apartheid se originó en Sudáfrica, donde un sistema de segregación racial y “desarrollo separado” fue la política oficial entre 1948 y 1994. El sistema estaba diseñado para confinar a los no blancos en “bantustanes autónomos”, despojándolos de su ciudadanía, con un sistema de pases y documentos de identidad que controlaba dónde podían viajar y trabajar los no blancos.
Israel siempre ha rechazado las comparaciones con la Sudáfrica de la época del apartheid. Incluso algunos críticos israelíes acérrimos de la ocupación han argumentado que la discriminación contra los palestinos no equivale a un racismo intencionado o institucional y es el resultado de temores de seguridad legítimos.
Choque de palabras
Este choque de palabras, y los esfuerzos por hacerlas valer, ha llegado a caracterizar cada vez más las percepciones del conflicto dentro y fuera de la región.
Aunque la respuesta del gobierno de Israel a los informes anteriores de B’Tselem y HRW fue crítica, Haiat reconoció que le preocupa que la narrativa del apartheid se esté consolidando, lo que ha provocado un enfoque más agresivo esta vez.
“Por supuesto, existe la preocupación de que la gente crea esas falsas acusaciones”, dijo Haiat.
Señaló que el actual gobierno de Israel, que por primera vez incluye a legisladores árabes en sus filas, es una prueba de lo que denominó la democracia inclusiva de Israel.
Pero muchos activistas palestinos creen que esos argumentos ya no son válidos y ven que la opinión pública está cambiando a su favor.
Señalan las manifestaciones en Estados Unidos y en todo el mundo el año pasado en apoyo de las familias palestinas que se enfrentan a la amenaza de desalojo forzoso de sus hogares en el barrio de Sheikh Jarrah, en Jerusalén Este.
“El mundo está llegando a la conclusión de que para los seres humanos que viven en la tierra entre el río y el mar, los niveles de libertades y derechos están definidos por la identidad étnica”, dijo a CNN Salem Barahmeh, director ejecutivo del Instituto Palestino para la Diplomacia Pública, con sede en Ramallah.
La acusación de antisemitismo por parte de los defensores de Israel también se ha convertido en una cuestión muy controvertida.
Aunque las investigaciones apuntan claramente a un aumento del antisemitismo en todo el mundo, muchos creen que la palabra está mal utilizada y ha perdido valor.
El exembajador de Israel ante las Naciones Unidas Danny Danon fue ridiculizado recientemente tras acusar a la actriz Emma Watson de antisemitismo después de que ella publicara en Internet una foto de una manifestación propalestina junto a las palabras “La solidaridad es un verbo”.
“No es broma, estamos en un punto en el que el mero hecho de publicar una vaga foto que haga referencia a la solidaridad con los palestinos en Instagram hace que te etiqueten como antisemita”, tuiteó el presentador de la MSNBC y experiodista de CNN Ayman Mohyeldin.
Sin embargo, a nivel de la diplomacia internacional, hay pocos indicios de que la batalla por la etiqueta de apartheid esté teniendo un gran impacto.
Este lunes, Estados Unidos rebatió la caracterización de Israel en el informe de Amnistía.
Antes de leer el informe, el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Ned Price, dijo en una sesión informativa del Departamento de Estado que describir a Israel como un Estado de apartheid “no es un lenguaje que hayamos utilizado, ni que vayamos a utilizar nunca”. Price añadió que la administración no haría más comentarios hasta haber tenido la oportunidad de leer el informe completo.
El informe coincidió también con el primer viaje de un jefe de Estado de Israel a los Emiratos Árabes Unidos, lo que subraya los recientes logros diplomáticos de Israel.
Las notas del viaje de dos días del presidente Isaac Herzog a los EAU no hicieron referencia a ninguna discusión sobre el conflicto palestino-israelí.