(CNN) – La variante ómicron del covid-19 puso un enorme obstáculo en el camino de recuperación económica de Estados Unidos este invierno. Las primeras señales de problemas podrían aparecer en el informe de empleo de enero que se publica este viernes.
Este lunes, la Casa Blanca anticipó a los estadounidenses la decepción de las cifras de empleo: Jared Bernstein, miembro del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, dijo a CNN que el número de puestos de trabajo añadidos a principios de 2022 podría ser “inusualmente bajo” debido a ómicron.
La variante altamente infecciosa hizo que millones de trabajadores faltaran al trabajo por enfermedad, o en algunos casos se presentaran al trabajo enfermos, en las últimas semanas.
Los economistas encuestados por Refinitiv prevén que en enero se añadieron 150.000 puestos de trabajo. Eso lo convertiría en el peor informe desde diciembre de 2020, cuando la economía perdió puestos de trabajo. El aumento de casos de covid-19 también fue un problema entonces.
Pero un vistazo más de cerca a las previsiones muestra que muchos analistas anticipan pérdidas de empleo: Goldman Sachs espera una caída de 250.000, mientras que la consultora Capital Economics y Jefferies prevén una pérdida de 200.000 puestos de trabajo.
Este miércoles, el informe de empleo de ADP, que hace un seguimiento de las nóminas privadas, mostró una inesperada caída de 301.000 puestos de trabajo el mes pasado. Aunque los informes de ADP y del gobierno no están correlacionados, esto se suma a la preocupación sobre cómo podría ser el recuento del viernes.
El mal momento de ómicron y su impacto sobre la recuperación económica
La oleada de casos de ómicron comenzó en diciembre. Pero las consecuencias serán probablemente visibles en los datos económicos de principios de 2022.
El informe sobre el empleo de diciembre mostró que la economía estadounidense añadió 199.000 puestos de trabajo, pero eso se basó en encuestas realizadas antes de que la ola de ómicron cobrara velocidad. Por eso, los economistas predicen que enero será peor.
“Resulta que el pico de casos de ómicron coincidió con el momento en que se recogían los datos [de enero] de la encuesta sobre nóminas, y si no estabas en el trabajo, si estabas de baja sin sueldo, no se te cuenta como si estuvieras en la nómina”, dijo Bernstein a Victor Blackwell de CNN en una entrevista el lunes.
Esas cifras incluyen a los trabajadores que se enfermaron ellos mismos, pero también a los que tuvieron que quedarse en casa para cuidar a familiares enfermos o a niños que no iban a la escuela.
Casi 9 millones de trabajadores estadounidenses dijeron que no estaban trabajando a causa del virus -ya sea porque estaban enfermos ellos o porque cuidaban de alguien en su hogar-, según la última encuesta de pulso de los hogares de la Oficina del Censo de EE.UU., realizada entre el 29 de diciembre y el 10 de enero.
La buena noticia: las tasas de ómicron están cayendo rápidamente, y la economía debería recuperarse rápidamente. La breve caída del pasado invierno y el aumento de casos de la variante delta en verano no impidieron un año de crecimiento récord del empleo en 2021.
Aun así, el impacto de la variante impregnará los informes económicos durante los primeros meses de 2022. La semana pasada, Bank of America advirtió del riesgo significativo de que el PIB de Estados Unidos se contraiga en el primer trimestre a causa de ómicron. Goldman Sachs coincidió con esa opinión esta semana, pronosticando una brusca desaceleración del crecimiento y del gasto de los consumidores.