(CNN) – Ver una película en cines hoy en día puede parecer una hazaña de resistencia.
Muchas de las películas más importantes y más populares del año pasado pusieron a prueba la capacidad de atención -y la vejiga- del público con duraciones cercanas a las tres horas.
Por ejemplo, Spider-Man: No Way Home, que duró 2 horas y 28 minutos, y la primera parte de Dune, que duró 2 horas y 35 minutos. La entrega del Universo Cinematográfico de Marvel Eternals duró 2 horas y 37 minutos, mientras que No Time To Die duró 2 horas y 43 minutos. La próxima película de Batman promete durar poco menos de 3 horas. Y para que no pienses que el fenómeno se aplica solo a las películas de acción y aventuras, considera la duración de los principales estrenos dramáticos del año pasado: King Richard (2 horas y 24 minutos), West Side Story (2 horas y 36 minutos) y House of Gucci (2 horas y 38 minutos).
(CNN y Warner Bros., el estudio detrás de películas como Dune, King Richard y The Batman, forman parte de WarnerMedia).
Es difícil afirmar de forma definitiva que las películas son cada vez más largas. Muchas películas populares del siglo XX (“Gone with the Wind”, “Lawrence of Arabia” y “The Godfather: Part II”, por nombrar algunas) pasaron de las tres horas a las cuatro, mientras que los éxitos de taquilla y las películas “carnaza para el Oscar” representan una fracción de las películas que se estrenan en un año determinado.
Dicho esto, parece que las películas son cada vez más largas, y el analista de medios de comunicación y entretenimiento Daniel Loría dice que hay algo de verdad en esta percepción.
“Algunos tipos de películas que antes no eran tan largas, ahora sí lo son”, afirma Loría, director editorial y vicepresidente senior de estrategia de contenidos de BoxOffice Pro. “Pero no todos los éxitos de taquilla son más largos”.
Pero, aunque las películas de hoy no se alargan necesariamente más de lo que lo hacían antes, hay algunas razones por las que parece que es así.
Esto comienza con la muerte del VHS
Los primeros éxitos de taquilla se produjeron durante la llamada Edad de Oro de Hollywood, que abarcó aproximadamente desde la década de 1930 hasta la de 1960, y también resultaron ser bastante largos. A medida que la gente empezó a tener televisores en sus casas, los estudios se vieron obligados a competir y empezaron a hacer grandes películas épicas que llevaran a la gente a las salas de cine, dice Loría.
Esto cambió en los años 70 y 80 con el boom del video en casa. Cuando las cintas de video empezaron a dominar el mercado, Hollywood se vio presionado para que las películas fueran lo suficientemente cortas como para caber en una cinta VHS estándar.
“A medida que el mercado del entretenimiento en casa empezó a evolucionar para los estudios de Hollywood, los tiempos de duración más cortos se convirtieron en una prioridad”, dice Loría. “En algún momento influyó en la toma de decisiones al pensar en las perspectivas comerciales”.
A medida que el consumo de películas en casa se trasladó a los DVD, Blu-ray y, finalmente, al streaming, los tiempos de duración más cortos se convirtieron en una prioridad cada vez menor.
Un análisis de 2014 del científico de datos Randal Olson que analiza las 25 películas más populares de cada año traza esta evolución. Mientras que los largometrajes se alargaron de forma constante desde los años 30 hasta los 60, perdieron una media de 10 minutos entre 1970 y 1985, para después volver a la duración que tenían en los años 60.
Por eso, para los miembros de la Generación X y los millennials de más edad que recuerdan haber visitado el videoclub y haber llevado cintas a casa para ponerlas en la videograbadora, tiene sentido que las películas parezcan haberse alargado con el tiempo. Porque, en cierto sentido, lo han hecho.
Luego llegaron los espectáculos de superhéroes
Parte de lo que está alimentando la fatiga en torno a la duración de las películas es el tipo de película que ahora tiende a dominar la taquilla, y a su vez el discurso cultural.
“Antes había mucho más equilibrio”, afirma Erik Anderson, fundador y redactor jefe del sitio web AwardsWatch. “Si miramos las 10 películas más taquilleras de un año cualquiera, desde los años 90, 80 y 70, encontramos una mezcla de todo: acción, ciencia ficción, drama y comedia. Lo que vemos ahora es solo Marvel, Marvel, Marvel, [el Universo Extendido de DC], Dune… esas otras propiedades intelectuales existentes en lugar de contenido original e historias para adultos de presupuesto medio”.
Esas películas -las entregas de superhéroes y los espectáculos de ciencia ficción- son las que tienden a superar las tres horas, añade Anderson. Y son esas películas las que el público va a ver principalmente a los cines.
Anderson señala a Avatar de James Cameron en 2009 como un punto de inflexión. A medida que las plataformas de streaming, como Netflix, empezaron a ganar popularidad, el enorme éxito comercial de “Avatar” (de 2 horas y 42 minutos) indicó a los cineastas y estudios que las extravagancias de efectos visuales podían motivar a los espectadores a abandonar la comodidad de sus hogares para ver una película en la gran pantalla.
Mientras tanto, dice Loría, el género de los superhéroes ha evolucionado desde ser la película independiente en décadas pasadas hasta la película a gran escala y crossover introducida por The Avengers
“La película que un público masivo va a ver al cine es probablemente una película de superhéroes que tiene que enlazar con una serie de televisión y dos o tres otras franquicias, entre uno o dos estudios”, añade. “Y esa película es definitivamente cada vez más larga”.
Con más recursos dedicados a las “películas de eventos”, las películas de presupuesto medio -como la película de terror de 90 minutos o la comedia romántica de 100 minutos- empezaron a quedar fuera de los multicines, encontrando en cambio un hogar en varias plataformas de streaming. Y aunque las películas de presupuesto medio no han desaparecido por completo de las salas de cine, no están funcionando tan bien como antes.
“Hay películas de gama media, [pero] hay menos”, dice Loría. “Y, desde luego, hay muchas menos que se conviertan en éxitos masivos”.
Ahora, no hay incentivos para que las películas sean cortas
A pesar de que se quejan de que las películas son demasiado largas, el público parece estar dispuesto a seguirlas.
Muchas de las películas más taquilleras tienen una larga duración, y a juzgar por el éxito de ” Avengers: Endgame” y otras superproducciones de larga duración que le siguieron, los espectadores parecen no tener problemas para aguantar una película de tres horas, o al menos, su interés por la película parece superar cualquier queja sobre su duración.
La dinámica es similar en el caso de las películas potencialmente nominadas a los Oscar, que también tienden a ser largas, dice el analista principal de medios de comunicación de Comscore, Paul Dergarabedian. Los estudios dan a los cineastas la libertad creativa para ejecutar su visión, y el público parece respetarlo.
“El público más maduro está dispuesto a ver esas películas largas si son aclamadas por la crítica, si son dignas de atención, si son candidatas a los premios”, dice. “Si es una película realmente larga y entras entendiendo eso, creo que el público realmente lo disfruta”.
Además, Dergarabedian afirma que algunas de las limitaciones que podrían haber reducido la duración de las películas en el pasado ya no son tan relevantes. Para los cines de una sola pantalla, las películas más largas significan menos proyecciones potenciales al día y, por tanto, menos ganancias. Pero con la proliferación de los multicines, eso no es tan preocupante. Los cines pueden proyectar la misma película en varias pantallas -o incluso durante todo el día- si la demanda lo justifica.
No obstante, hay que tener en cuenta el ritmo y el montaje. Anderson dice que muchas películas tienen “mucha carga que no necesitan”.
Dergarabedian, sin embargo, lo expresa así: “Si es una película terrible, cada minuto es doloroso. Si es una película fantástica, el público quiere más”.
¿Significa eso que el público debe resignarse a sentarse en las salas de cine durante cerca de tres horas para disfrutar de la experiencia cinematográfica? Algunos, incluido el director de “Avengers: Endgame”, Joe Russo, parecen pensar que sí.
“La película de dos horas ha tenido un gran recorrido durante 100 años. Pero se ha vuelto muy difícil de trabajar”, dijo en una conferencia de la industria en 2018. “No estoy seguro de que la generación que viene vea la película de dos horas como la forma dominante de contar historias”.
Otros, como Dergarabedian, proponen recuperar el intermedio. Pero mientras la narración cinematográfica siga siendo más ambiciosa, y mientras el público siga viniendo por más, parece que los espectadores tendrán que acostumbrarse a aguantar la vejiga… o quedarse en casa.