(CNN Español) – El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, lamentó este domingo el fallecimiento de un niño venezolano durante una operación de la Guardia Costera en el mar.
En un comunicado difundido por su oficina en Facebook, Rowley dijo que habló con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, para extenderle sus condolencias a la familia y la comunidad. Según el primer ministro, la funcionaria le prometió darle un trámite rápido a la presentación de credenciales del embajador de Trinidad y Tobago en Venezuela, Edmund Dillon, que facilitará una reunión entre funcionarios de alto rango de la Guardia Costera del país isleño y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) para “producir una mejor y más efectiva colaboración en contra del tráfico de personas, armas y drogas”.
“Continuamos apelando a nuestros vecinos venezolanos a que no arriesguen sus vidas y las de otros en cruces de frontera ilícitos y peligrosos”, concluyó el comunicado.
La Guardia Costera informó este domingo que había hallado a un menor de edad muerto en un bote en el que viajaba junto a un grupo de inmigrantes indocumentados.
Según la Guardia, el incidente se registró en alta mar poco antes de la medianoche, cuando un barco que patrullaba la región sur de la isla observó una embarcación que, según ellos, cruzó la frontera proveniente de Venezuela.
De acuerdo con el comunicado, el barco de la Guardia Costera inició una persecución y utilizó “todos los métodos disponibles” para tratar de detener a la otra embarcación.
Agregó que desplegó un bote para tratar de detenerlos y que la embarcación sospechosa, que -afirma- había ingresado ilegalmente, intentó “entrar en contacto” con ella y hasta embestirla.
“En este caso, el esfuerzo por embestir por parte de la embarcación sospechosa -que era más grande que el bote (de la Guardia)- causó que su tripulación temiera por su vida y -en defensa propia- ellos dispararon a los motores de la embarcación sospechosa en un intento por detenerla”, indica el comunicado.
La Guardia Costera de Trinidad y Tobago informó que después, cuando el bote sospechoso “eventualmente se detuvo”, dicen que se dieron cuenta de que había inmigrantes indocumentados escondidos a bordo y que “no habían sido vistos antes”.
Al revisar la embarcación encontraron a una mujer que sostenía a un bebé y que indicaba que ella estaba sangrando, pero que el niño estaba muerto. Las autoridades de Trinidad y Tobago no han dicho hasta ahora la causa de la muerte del bebé.
La mujer -según la Guardia Costera- fue trasladada a un hospital. No se explicó el parentesco que tenía con el niño fallecido. CNN habló este lunes con un vocero de la oficina de Relaciones Públicas de la institución, quien señaló que no tenía más comentarios.
Las personas encontradas a bordo de la embarcación “serán procesadas de acuerdo con los protocolos migratorios y sanitarios del país”, se agregó en el comunicado.
No se dieron detalles sobre arrestos de posibles traficantes de personas o sobre las nacionalidades de quienes iban a bordo.
El gobierno de Venezuela no se había pronunciado sobre el fallecimiento del niño el domingo y tampoco había contestado una petición de comentarios enviada por CNN.
En diciembre de 2020, al menos 28 personas perdieron la vida tras el naufragio de una embarcación que iba rumbo a Trinidad y Tobago. Las víctimas de ese incidente serían parte de un grupo que presuntamente zarpó rumbo a la isla para huir de Venezuela en búsqueda de una mejor calidad de vida, según denunciaron entonces varios dirigentes opositores y organizaciones no gubernamentales.
Osmary Hernández y Florencia Trucco colaboraron con este informe.