(CNN) – Una niña de siete años recibió un disparo mortal mientras viajaba en un vehículo con su madre y su hermana de cinco años en Glendale, Arizona, el jueves por la mañana, y Terriance D. Armstrong Jr., de 29 años, fue arrestado en conexión con el tiroteo, según la policía de Glendale.
Armstrong ha sido acusado de asesinato premeditado y asalto agravado con un arma mortal, entre otros cargos, según documentos del Tribunal de Justicia del Condado de Maricopa.
Los documentos judiciales indican que después de la medianoche del jueves comenzó un altercado verbal en un estacionamiento entre Armstrong y el novio de la madre de la niña. Armstrong le dijo a la policía que disparó un “tiro de advertencia” cuando el vehículo de las víctimas se fue y luego las siguió en su automóvil.
La policía encontró un casquillo en el suelo después de llegar a la escena y, unos 10 minutos después, les dijeron que habían disparado a una niña y que la habían llevado al hospital. Cuando los agentes llegaron al hospital, encontraron que la niña había muerto por múltiples heridas de bala, según documentos judiciales.
Armstrong admitió haber disparado al otro auto, pero dijo que lo hizo solo después de que el otro hombre le disparó primero, según la policía. Pero los investigadores dicen que no encontraron evidencia de un arma en posesión de las víctimas o en su vehículo.
Los documentos judiciales también revelan que la policía encontró aproximadamente 3.000 pastillas de fentanilo en el vehículo que conducía Armstrong.
El alcalde de Glendale, Jerry Weiers, emitió un comunicado de condolencias para la familia de la víctima. “Nuestro departamento de policía trabajó diligentemente para encontrar y detener al sospechoso de este terrible crimen. Es trágico cuando sucede este tipo de eventos, especialmente para los más inocentes”, dijo Weiers en el comunicado.
La policía no ha revelado el nombre de la niña o la familia.
CNN se comunicó con la oficina del defensor público para averiguar si Armstrong contrató a un abogado.
El incidente se produce después de que dos niñas de 9 años recibieron disparos en incidentes separados en el área de Houston, Texas, esta semana.
Arlene Álvarez murió luego de que un hombre le disparara mientras estaba en un automóvil con su familia el lunes después de que le robaron a punta de pistola en un cajero automático. Y en otro incidente, Ashanti Grant tuvo que entrar en un coma inducido médicamente después de que le dispararon en la cabeza durante un aparente caso de ira al volante que tuvo lugar el martes por la noche cuando Ashanti, su madre, su padre y su hermano de 11 años estaban en su camino a la tienda.