(CNN Español) – Reducir el hacinamiento y promover una “verdadera rehabilitación social” de cerca de 40.000 personas privadas de libertad son los objetivos de las nuevas medidas anunciadas por el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, para combatir la violencia y criminalidad dentro de las cárceles del país. Solamente en 2021 hubo 340 reclusos muertos dentro de los centros penitenciarios, según el Ministerio de Gobierno.
Lasso recibió en el Palacio de Carondelet un documento de manos de la secretaria de Derechos Humanos, Bernarda Ordoñez, con la nueva estrategia de política pública para la rehabilitación social.
El plan busca mejorar la seguridad y filtros dentro de los centros penitenciarios, mejorar el modelo de rehabilitación social, mejorar la gestión y reducir el hacinamiento y uso excesivo de privación de libertad.
“Nos sorprende que la Policía captura a personas con 10, 15 y hasta 20 detenciones anteriores. Entran y salen sin tener la oportunidad de cambiar su conducta (…) Vamos a humanizar las cárceles”, dijo Lasso.
El presidente firmó además un decreto para reducir el hacinamiento en las cárceles y que permitirá indultar a todos los presos que cumplan con ciertos parámetros y tipos de delitos. Ese beneficio alcanza a los presos que tengan sentencia condenatoria por robo, hurto, estafa y abuso de confianza, y que hayan cumplido el 40% de la pena impuesta por el Código Penal y Código de Procedimiento Penal, y el 60% de la pena para los casos de sentencias bajo el Código Orgánico Penal. No deberán tener otras sentencias o medidas cautelares, ni otros procesos de investigación o medidas cautelares.
“Estamos poniendo orden y control a los mal llamados centros de rehabilitación. Hay que ir más allá, dar soluciones permanentes con auténtica e integral rehabilitación. Son seres humanos que cometieron errores y están pagando su deuda a la sociedad. La tarea es compleja pero no imposible”, concluyó Lasso.
Jan Jarab, representante para América del Sur de la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, quien participó en la construcción de la estrategia para el sistema carcelario, dijo que se requiere “un compromiso político de largo aliento” en este esfuerzo de mejorar el sistema penitenciario y que ahora los desafíos se deben centran en la “implementación” de lo resuelto en el documento. Se mostró favorable a la aplicación de indulto presidencial para reducir el grave problema de hacinamiento.