(CNN) – Los boxeadores Oleksandr Usyk y Vasiliy Lomachenko, que nacieron en Ucrania, son amigos de la infancia. Crecieron soñando con luchar para llegar a la fama y la gloria, y juntos conquistaron el mundo con los puños.
Entre los dos, Usyk, de 35 años, y Lomachenko, de 34 años, ganaron tres medallas de oro olímpicas y desde entonces se han establecido entre los boxeadores de élite del mundo.
Pero ahora se enfrentan a una lucha muy diferente, existencial, por el futuro de su país. Desde que Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero, Usyk y Lomachenko viajaron a Ucrania, tomaron las armas y se unieron al batallón de defensa territorial.
Hablando a través de un enlace de video desde un sótano en Kyiv, Usyk le dijo exclusivamente a CNN que no solo debe cuidarse de las fuerzas invasoras, sino también de los saqueadores. Dice que está preparado para matar personas, si es necesario.
“Si van a querer quitarme la vida, o la vida de mis allegados, tendré que hacerlo”, dijo. “Pero no quiero eso. No quiero disparar, no quiero matar a nadie, pero si me van a matar, no tendré otra opción”.
El representante de Usyk, Egis Klimas, ayudó a coordinar la entrevista y tradujo para Usyk, que no habla inglés. A pesar de la situación aterradora en la que se encuentran ahora muchos ucranianos, Usyk dice que no tiene miedo.
“Tal vez suene sentimental”, explicó, “pero mi alma le pertenece al Señor y mi cuerpo y mi honor pertenecen a mi país, a mi familia. Así que no tengo miedo, absolutamente ningún miedo. Solo hay desconcierto. ¿Cómo podría ser esto posible en el siglo XXI?”.
Usyk no está en Ucrania para boxear en este momento, pero el noble arte sigue siendo útil en este instante. “Me ha ayudado a estar tranquilo y mentalmente preparado”, comentó, “y me ayuda a ayudar a otros que están en pánico y están nerviosos”.
Ambos hombres estaban fuera del país cuando Rusia invadió; Usyk había estado en Londres filmando secuencias para un próximo videojuego.
Tenía la intención de volar a casa solo unas horas después de que comenzaran las hostilidades, pero con los aeropuertos cerrados, voló a Varsovia en Polonia y condujo casi 800 kilómetros de regreso a casa y cruzó la frontera hacia Kyiv.
Lomachenko había estado visitando un monasterio en Grecia y regresó a casa al día siguiente. En lugar de volar directamente a su ciudad natal de Odesa, viajó a Bucarest en Rumania, luego condujo durante nueve horas hasta el puerto y tomó un ferry a Ucrania.
Su representante le dijo a CNN que no sabía que estaban pensando en tomar las armas hasta que ya se habían inscrito en el batallón de defensa. Los excampeones mundiales de boxeo, Vitali Klichkó, quien también es alcalde de Kyiv, y Wladimir Klitschko, también han tomado las armas en defensa de su país.
“El bombardeo (en Ucrania) es una locura”, dice Oleksandr Usyk
Lomachenko estaba programado para hablar con CNN al mismo tiempo que Usyk, pero no respondió a las llamadas de su representante en ese momento. Temprano en la mañana del miércoles, hora local, Klimas confirmó a CNN que Lomachenko estaba sano y salvo.
Él y Usyk siguen siendo cercanos: son padrinos de los hijos del otro y celebran juntos los cumpleaños familiares. Seis días después de la guerra, Usyk sabe que ya no hay ningún lugar seguro en Ucrania.
“El bombardeo es una locura”, dijo Usyk. “Acaban de bombardear la ciudad de Mariupol, uno de mis amigos recibió un cohete en su techo. [Los rusos] no están jugando”.
A medida que se intensifica la lucha, también lo hace el debate sobre si los atletas rusos deben ser sancionados por las acciones de su país. Usyk optó por no opinar directamente, sugiriendo que hay personas inocentes en ambos lados del conflicto.
“Los rusos realmente no saben exactamente lo que está pasando aquí. No están viendo lo que está pasando. Son víctimas de su presidente [Vladimir Putin]”, dijo Usyk.
Usyk acaba de convertirse en el campeón mundial de peso pesado de la FIB, la AMB, la OMB y la IBO. En septiembre, derrotó a Anthony Joshua en Londres en una excelente exhibición de boxeo para reclamar los cinturones. Su manager dice que las conversaciones sobre una revancha este verano están en una etapa avanzada.
El peso ligero Lomachenko ha sido previamente campeón mundial en tres categorías de peso diferentes y planeaba pelear contra George Kambosos en Australia en junio.
Pero comprensiblemente, el boxeo es lo último que tienen en mente.
“Realmente no sé cuándo volveré a subir al ring”, dijo Usyk, quien lucía exhausto y emocionado en su entrevista con CNN. “Mi país y mi honor son más importantes para mí que un cinturón de campeón”.
Usyk tiene tres hijos y, durante la entrevista, se podía escuchar el sonido de voces jóvenes jugando detrás de él en el sótano.
Dice que familiares, amigos y vecinos se han refugiado juntos. “Cuando hay una alarma de ataque aéreo, nos escondemos. Por supuesto, es divertido cuando somos muchos aquí, nos estamos divirtiendo. Pero nos estamos obligando a divertirnos”. Están tratando de mantener el ambiente ligero para los niños.
Pero en una conversación separada con CNN, el representante de Usyk, Klimas, enfatizó la gravedad de la situación: “Están en un gran peligro. Cuando las balas comienzan a volar, a la bala no le importa si eres un campeón mundial. La bala simplemente pasa a través de”.