(CNN Español) – Rosalía no quiere ser como el resto. En un tiempo en donde cada semana escuchamos sencillo tras sencillo de un cantante o cuando tenemos más del 70% de un disco revelado, la española hace todo lo contrario.
Es muy fiel a sus creencias personales. No le gusta producir en masa solo por hacerlo, por alimentar esa cadena insaciable del rápido consumo alentado por las plataformas de streaming. Necesita desaparecer, olvidarse de todo, para regresar a su núcleo, a su centro, a la inspiración que la mueve para crear un concepto, esos trabajos que son un círculo perfecto.
Rosalía hizo precisamente esto. Se desapareció por tres años, los necesarios para dar vida a “MOTOMAMI”, su tercer álbum de estudio.
Se trata de una producción de 16 temas, en donde plasmó una Rosalía totalmente distinta a lo que nos presentó en “El Mal Querer”, su aclamado segundo álbum, ganador del Latin Grammy como álbum del año en 2019.
“Necesitaba conectar con el urge [la necesidad]. No quería hacer un disco solo por hacerlo. No trabajo así”, dijo Rosalía a Zane Lowe de Apple Music.
Y si no hay duda, Rosalía lo deja claro en el track 8 del disco, “G3 N15”: “Esto no es El Mal Querer, es el mal desear”.
Pero este álbum no va de malos deseos, al contrario, presenta en varias canciones a una Rosalía juguetona. En la entrevista con Apple Music lo dice, quería que “MOTOMAMI” tuviese plasmado su sentido del humor, uno que no pudo mostrar en sus otras dos producciones.
“MOTOMAMI tiene un punto de vista personal. Siento que no había hecho esto en los otros discos [Los Ángeles y El Mal Querer]. También eran más serios y con este yo quería encontrar una forma de que mi sentido del humor esté presente”, dijo.
Lo que inspiró a Rosalía
Aunque Rosalía pasó parte importante del tiempo de producción de este disco en Estados Unidos, logró hacer viajes que marcaron el estilo sonoro y las letras de “MOTOMAMI”.
Se puede notar la influencia de República Dominicana en “La fama”, una bachata en donde comparte micrófonos con The Weeknd. También en algunas de las expresiones que encontramos en el disco, por ejemplo “si eres la pámpara, nada te pue’ parar”, dice Rosalía en “Saoko”.
Puerto Rico tiene su sello en la producción con el reguetón. El bolero cubano también está presente en “Delirio de grandeza”.
Si damos un paseo por @holamotomami, la cuenta de Instagram que la catalana creo para documentar la gestación de este disco, nos topamos con la portada de “Barrio fino” de Daddy Yankee. El sonido de este cantante, uno de los pioneros del reguetón, llevó a Rosalía a crear “Saoko”, el primer tema del disco que irónicamente fue el último que escribió.
Es un tributo al reguetón de inicios de los 2000, del que hace un sample en “Saoco”, una de las canciones más conocidas de Daddy Yankee junto a Wisin.
La idea descabellada de la intérprete de unir el jazz con el reguetón fue posible, a pesar de la negativa o incredulidad de algunos que la rodeaban. A Rosalía no le gusta seguir las reglas, le gustan romperlas o mejor aún, crear las suyas propias.
Si le prestamos atención a la letra, Rosalía ya nos advertía lo que venía en este disco.
Aunque parece que el tema es interpretado en vivo, Rosalía dijo en una entrevista que los gritos de sus seguidores coreando su nombre fueron tomados de las grabaciones de los conciertos de “El Mal Querer”.
“Que si estoy en esto es para romper, y si me rompo con esto, pues me romperé”, dice la cantante.
“MOTOMAMI” está disponible en todas las plataformas de streaming.