(CNN) – Nueve empresas de combustibles fósiles de Estados Unidos y Europa han pagado en conjunto US$ 15.800 millones a Rusia en varios tipos de impuesto y aranceles desde la anexión de Crimea en 2014, según afirmó un grupo de organizaciones no gubernamentales este jueves.
Los grupos Global Witness, Greenpeace USA y Oil Change International, utilizaron datos de la firma independiente de investigación energética de Oslo Rystad Energy para calcular cuánto dinero han enviado las empresas petroleras y gaseras de Norteamérica y Europa a Rusia. Los grupos consideraron únicamente a las empresas con operaciones de exploración y producción en Rusia.
Los datos fueron compartidos en medio de críticas de que las adquisiciones de occidente de carbón, petróleo y gas rusos, que son principalmente activos de propiedad estatal, han contribuido a financiar la guerra de Rusia en Ucrania. Estos pagos subrayan cuánto capital han transferido a Rusia las empresas energéticas occidentales que eligieron seguir operando en Rusia después de que Crimea fuera anexada.
Los grupos examinaron las regalías, los derechos de exportación, las primas, los impuestos y los aranceles, así como el “petróleo de beneficio gubernamental”, que incluye el valor del petróleo real que las empresas pueden haber entregado a Rusia para llegar a la cifra de US$ 15.800 millones.
Los grupos elaboraron una lista con las nueve empresas de estas regiones que habían pagado la mayor cantidad de dinero. Todos esos pagos eran legales, y otras empresas multinacionales ajenas al sector energético también han realizado pagos similares al Estado ruso.
Shell, con sede en el Reino Unido, envió US$ 7.850 millones, la cantidad más alta de las empresas incluidas en la lista, dijeron los grupos en un comunicado, compartido primero con CNN. Le siguió la estadounidense ExxonMobil con US$ 2.810 millones. Dos empresas registradas en Alemania, Wintershall y Wintershall DEA, ahora fusionadas, pagaron un total combinado de US$ 2.860 millones. BP, la multinacional británica del petróleo y el gas, pagó US$ 817 millones, según los datos de Rystad.
Los tres grupos que recopilaron los datos afirmaron que, si bien la cifra de US$ 15.800 millones es considerable, las empresas identificadas son también responsables de que decenas de miles de millones de dólares más fluyan hacia el Estado ruso debido a las participaciones que tienen en empresas rusas de petróleo y gas.
Por ejemplo, BP tenía hasta hace poco una participación del 19,75% en la empresa energética rusa Rosneft. Rosneft pagó US$ 353.160 millones a Rusia en concepto de impuestos, tasas, regalías e ingresos del petróleo entre 2014 y 2021, según los datos de Rystad.
Aunque BP puede no haber pagado ese dinero directamente a Rusia, Murray Worthy, líder de la campaña de gas en Global Witness, dijo que todavía tenía cierta responsabilidad por los pagos.
“La verdadera cantidad que estas empresas son responsables de pagar a Rusia está mucho más cerca de la marca de los US$ 100.000 millones, pero está oscurecida por sus participaciones en empresas rusas. Creemos que tan solo BP es responsable de US$ 78.400 millones que van al gobierno de Rusia a través de la participación en el gigante del petróleo y el gas Rosneft que dice haber tenido hasta hace pocas semanas”, dijo a CNN. Se refería a los pagos durante el periodo comprendido entre la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 y el final de 2021.
En un comunicado, añadió: “La industria energética rusa es la mayor fuente de ingresos de Putin y las empresas como BP que (siguieron haciendo negocios con Rusia a pesar de)… la invasión de Crimea, continuando el apoyo al dinero que entra a su fondo de guerra, sin duda deberían cuestionarse si ahora tienen sangre ucraniana en sus manos”.
BP anunció que renunciaría a esa participación apenas unos días después de que Rusia invadiera Ucrania en febrero de 2022. Varias otras empresas de combustibles fósiles han seguido su ejemplo desde entonces.
En un correo electrónico a CNN, el portavoz de BP, David Nicholas, dijo que la compañía no reconocía la cifra de US$ 78.400 millones y explicó que el único dinero que BP pagó directamente al Estado ruso fue US$ 350 millones en impuestos durante los seis años entre 2015 y 2020. El portavoz no pudo facilitar los datos de todo el periodo de ocho años.
“El 27 de febrero anunciamos que saldremos de nuestra participación en Rosneft, que los dos directores nombrados por BP dimiten de su junta administrativa con efecto inmediato y que saldremos de nuestros otros negocios en Rusia con Rosneft”, dijo Nicholas.
BP se enfrenta ahora a una pérdida potencial de US$ 25.000 millones relacionada con su salida.
Worthy dijo que, aunque BP podría negar su responsabilidad en los pagos de Rosneft al Estado ruso, “siempre ha estado más que feliz de beneficiarse de los miles de millones que han surgido de su participación en la empresa”.
Aunque el conjunto de datos se centró en los pagos realizados principalmente a través de impuestos y aranceles, es mucho más el dinero que fluye desde Occidente hacia las arcas de Rusia en forma de compra real de petróleo y gas, que se utiliza para todo, desde el gas para la calefacción de los hogares hasta el combustible para los vehículos. La verdadera cantidad de dinero que va de las empresas de petróleo y gas en Occidente al Estado ruso sería mucho mayor que cualquier cantidad pagada en impuestos y aranceles.
“Así que cuando Rosneft vende sus productos para la exportación, esas transacciones de venta son la forma en que gana la mayor parte de su dinero”, dijo Alexandra Gillies, asesora del Instituto de Gobernanza de los Recursos Naturales (NRGI, por sus siglas en inglés), que se centra en que los países ricos en recursos alcancen la sostenibilidad.
Según una base de datos de NRGI, Rosneft transfirió US$ 58.600 millones al Estado ruso solo en 2019, el último año antes de la pandemia.
Gillies dijo que si bien las empresas occidentales que decidieron salir de Rusia dieron un paso en la dirección correcta, debería haber llegado mucho antes.
“Fue necesaria esta invasión de Ucrania para que las compañías petroleras occidentales dijeran: ‘¿Sabes qué? No queremos seguir permitiendo lo que hace este régimen’. Deberían haber tomado esa decisión mucho antes con la invasión de Crimea, o con la naturaleza represiva del régimen de Putin, o con la interferencia del régimen de Putin en las elecciones de Estados Unidos, o el envenenamiento de figuras de la oposición, incluso en suelo británico”, dijo Gillies.
“Hubo tantos momentos en los últimos años que deberían haber llevado a las empresas occidentales a desprenderse de su cooperación con el régimen”.
Las otras cuatro empresas que figuran en la declaración de la ONG son la francesa TotalEnergies (US$ 568 millones); la noruega Equinor (US$ 455 millones); la austriaca OMV (US$ 246 millones) y la suiza Trafigura (US$ 202 millones).
Rystad dijo a CNN que sus datos se basaban en estimaciones derivadas de los escasos informes disponibles sobre impuestos.
TotalEnergies también tiene participaciones en empresas rusas de petróleo y gas que han pagado cientos de millones de dólares más al gobierno, según los datos de Rystad.
CNN se puso en contacto con todas las empresas citadas, así como con Rosneft, para que comentaran. ExxonMobil no respondió a la solicitud de CNN.
Shell no hizo comentarios a CNN sobre la cantidad de dinero pagada y se remitió a un comunicado de prensa reciente en el que la empresa anunciaba que retiraría su participación en todas las actividades relacionadas con los combustibles fósiles rusos “de forma gradual” y dejaría de comprar crudo ruso.
El CEO de Shell, Ben van Beurden, también se disculpó en el comunicado después de que la empresa fuera criticada por comprar un cargamento de crudo ruso a principios de marzo mientras otras empresas y comerciantes rehuían el producto tras la invasión rusa de febrero.
TotalEnergies anunció el martes que dejaría de comprar petróleo ruso a finales de año, pero que seguiría comprando gas ruso. La compañía no respondió a la solicitud de comentarios de CNN.
Equinor cerró sus operaciones en Rusia y dice que ha dejado de comercializar petróleo ruso. Su portavoz, Ola Morten Aanestad, no confirmó la cifra de US$ 455 millones en un correo electrónico a CNN, y dijo que “es demasiado pronto para ser específico en el proceso de salida”, cuando se le preguntó si la empresa se mantendría fuera de Rusia de forma permanente.
Un portavoz de OMV no comentó la cantidad de dinero que había transferido a Rusia cuando fue preguntado por CNN, y señaló una declaración reciente en la que la compañía decía que estaba “reevaluando su participación en Rusia”.
Wintershall DEA dijo a CNN que la compañía “no estaba en condiciones de verificar las cifras que se nos presentaron” y que “siempre llevó a cabo sus negocios en cumplimiento de todas las leyes aplicables”.
Un portavoz de Trafigura dijo que la empresa no pagó nada al gobierno de Rusia “derivado de la producción de combustibles fósiles”. La empresa tiene una participación del 10% en el proyecto Vostok Oil, del que Rosneft es el accionista mayoritario. El portavoz dijo que “no se ha pagado ningún otro dinero” desde la adquisición de la participación en 2020. “Trafigura no ha recibido ningún dividendo o pago similar de su participación en Vostok Oil”.
Lorne Stockman, codirector de investigación de Oil Change International, dijo que el mundo debe evitar ahora mirar a otros regímenes autocráticos para sustituir los combustibles fósiles de Rusia.
“Los combustibles fósiles son la moneda de los déspotas, los dictadores y los belicistas. Nuestra dependencia global del petróleo y el gas no solo está matando a nuestro planeta, sino que también está haciendo del mundo un lugar menos seguro e igualitario. Los grandes contaminadores occidentales, como BP y Shell, llevan más de un siglo trabajando en países con un historial de derechos humanos despreciable”, afirmó Stockman.
“Ahora es el momento de poner fin a la era de los combustibles fósiles”.