(CNN) – Según un nuevo informe, se descubrieron niveles alarmantes de sustancias químicas peligrosas conocidas como PFAS en los envoltorios y recipientes de alimentos de una serie de restaurantes de comida rápida conocidos y cadenas de supermercados.
Los niveles más altos de indicadores de PFAS se encontraron en los envases de alimentos de Nathan’s Famous, Cava, Arby’s, Burger King, Chick-fil-A, Stop & Shop y Sweetgreen, según una investigación publicada el jueves por Consumer Reports.
Frecuentemente llamados “químicos eternos” porque no se descomponen en el medio ambiente, los PFAS se utilizan en los envases de alimentos para evitar que la grasa y el agua se filtren a través de los envoltorios de los alimentos y los vasos de las bebidas. Los PFAS también pueden encontrarse en la tinta utilizada para imprimir los logotipos y las instrucciones de los envases de alimentos.
El nuevo informe llega tras más de dos años de la pandemia de covid-19, en los que el público ha recurrido en gran medida a la comida para llevar y a las entregas de comestibles.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) califican la exposición a los PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas) de “preocupación para la salud pública”, y citan estudios que revelan que estas sustancias químicas de origen humano pueden dañar el sistema inmune y reducir la resistencia de las personas a las enfermedades infecciosas.
“Hay pruebas de estudios en humanos y animales de que la exposición a los PFAS puede reducir la respuesta de los anticuerpos a las vacunas”, declararon los CDC y la Agencia para Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades. “Se necesita más investigación para entender cómo la exposición a los PFAS puede afectar a la enfermedad por covid-19”.
Más de 100 productos alimentarios analizados
La investigación de Consumer Reports recogió 118 productos de envasado de alimentos vendidos por 24 empresas en la zona triestatal de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut. Se analizaron esos productos en busca de flúor orgánico, un marcador de PFAS. A continuación, los investigadores enviaron las muestras de los productos con los niveles más altos a un laboratorio independiente que pudiera realizar pruebas más específicas, dijo Michael Hansen, científico principal de Consumer Reports.
Los límites reglamentarios sobre la cantidad de PFAS que deben contener los envases alimentarios pueden variar mucho. En EE.UU. no hay límites federales, por lo que las medidas dependen de los estados. Connecticut, Maine, Minnesota, Nueva York, Vermont y Washington han aprobado proyectos de ley que prohíben el uso intencionado de PFAS en los envases de alimentos, pero aún no han especificado un límite, según Consumer Reports. En enero de 2023, una nueva ley en California fijará el límite en menos de 100 ppm (partes por millón).
Sin embargo, Dinamarca estableció un límite normativo mucho más bajo, de 20 ppm, con gran éxito, dijo Xenia Trier, experta en productos químicos, medio ambiente y salud humana de la Agencia Europea de Medio Ambiente.
“En Dinamarca hemos visto tanto una disminución del incumplimiento por parte de la industria del 60% a cerca del 30% como una disminución de los niveles de PFAS en los productos de envasado en los últimos 10 años”, dijo Trier a CNN. “Sí funciona establecer límites y hacerlos cumplir. Es posible encontrar soluciones alternativas y si un fabricante puede hacer envases sin PFAS, entonces debería ser posible para todos”.
La investigación de Consumer Reports encontró los indicadores más altos de PFAS, 876 ppm y 618 ppm, en dos tipos de bolsas para guarniciones de los restaurantes Nathan’s Famous.
También se encontraron indicadores elevados de PFAS (en los 500) en un envoltorio de sándwich de Chick-fil-A y en tazones hechos de fibra en Cava, una cadena de restaurantes de comida mediterránea.
Se encontraron niveles de indicadores en los 300 y 400 en una bolsa para galletas de Arby’s, en platos de papel de bambú en Stop & Shop y en una bolsa para galletas y palitos de pan francés en Burger King.
Se encontraron niveles de indicadores de PFAS en los 200 en una bolsa de papel de Sweetgreen para focaccia, otros envases en Cava, y en bolsas para papas fritas, galletas y McNuggets de pollo en McDonald’s.
Sin embargo, todas las empresas enumeradas tenían otros envases de alimentos con niveles inferiores a 200 ppm. Cuatro empresas, Arby’s, Nathan’s Famous, McDonald’s y Stop & Shop, también vendían alimentos en envases que no tenían niveles detectables de PFAS, según el informe.
La investigación de Consumer Reports no analizó los envases de todos los productos vendidos en cada empresa.
“No instaría a los consumidores a pensar en estas marcas y acudir solo a ésta o a aquélla, ya que esta investigación solo examinó algo más de 100 productos”, dijo Graham Peaslee, profesor de física, química y bioquímica de la Universidad de Notre Dame en Indiana.
“Sin embargo, esto presionará a la industria, así que en ese sentido creo que es un informe valioso”, añadió. “Medir y decir que los PFAS están ahí y son peligrosos llama la atención de la gente, y las empresas tienden a evitar esa atención”.
Impacto de los PFAS en la salud
Las sustancias químicas PFAS se encuentran en muchos productos: utensilios de cocina antiadherentes, batas y paños quirúrgicos resistentes a las infecciones, teléfonos celulares, semiconductores, aviones comerciales y vehículos de bajas emisiones. Estas sustancias químicas también se utilizan para hacer que las alfombras, la ropa y los muebles sean resistentes a las manchas y a los daños causados por el agua y la grasa.
En uso desde la década de 1950, los PFAS son sustancias químicas que la mayoría de los estadounidenses tienen “en la sangre”, especialmente el sulfonato de perfluorooctano (PFOS) y el ácido perfluorooctanoico (PFOA)”, según la Agencia para Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades, encargada de proteger al público de las sustancias peligrosas.
En la investigación de Consumer Reports, la sustancia química más común encontrada en los envases de alimentos analizados fue el PFOA, y el PFOS ocupó el quinto lugar, según el informe.
Además de los impactos en el sistema inmunológico, la Agencia para Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades dijo que los estudios en humanos y animales de laboratorio han encontrado vínculos entre ciertos productos químicos PFAS y un aumento en los niveles de colesterol, alteraciones en las enzimas del hígado, un mayor riesgo de desarrollar cáncer de riñón o testicular, pequeñas reducciones en el peso de los bebés al nacer y un riesgo adicional de presión arterial alta en las mujeres embarazadas.
“Los PFAS también han causado defectos de nacimiento, retrasos en el desarrollo y muertes de recién nacidos en animales de laboratorio”, declaró la agencia, al tiempo que añadió que “no todos los efectos observados en los animales pueden darse en los seres humanos”.
A medida que los grupos ecologistas y el público comenzaron a tomar nota de los impactos en la salud de los productos químicos, los fabricantes comenzaron a eliminar voluntariamente el uso de PFOS y PFOA en Estados Unidos. Entre 1999 y 2014, los niveles de PFOS en la sangre de los estadounidenses habían disminuido en más del 80% y los niveles de PFOA en la sangre habían disminuido en más del 60%, declaró la Agencia para Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades.
Sin embargo, “a medida que los PFOS y los PFOA son eliminados y sustituidos, las personas pueden estar expuestas a otros PFAS”, continuó la agencia. Las nuevas versiones de PFAS en los envases de alimentos parecen ser absorbidas por los alimentos más fácilmente que las versiones más antiguas, según un estudio de 2016.
Estudios realizados en Dinamarca demostraron que los PFAS “migran del papel a los alimentos”, dijo Trier. “Aunque no fue del 100%, todavía vimos una transmisión sustancial. En general, la transmisión de los envases a los alimentos se incrementa a medida que aumenta la temperatura de los alimentos y el tiempo de permanencia de los materiales de envasado”.
Respuesta de la industria
La investigación de Consumer Reports reflejó los resultados de los informes de 2018 y 2020 de Toxic-Free Future y Safer Chemicals Healthy Families. Esos informes encontraron niveles “dañinos” de PFAS en los envases de comida rápida y en casi dos tercios de los envases de papel para llevar, como los utilizados en los buffets.
En respuesta al informe de 2018, Whole Foods se convirtió en la primera cadena de supermercados de Norteamérica en comprometerse públicamente a eliminar los PFAS de los envases de comida para llevar y del papel de charcutería y panadería. Otras empresas han seguido su ejemplo, como Ahold Delhaize, Albertsons, Amazon.com, Cava, Chipotle, Freshii, McDonald’s, Panera Bread, Sweetgreen, Trader Joe’s y Wendy’s, según Toxic-Free Future.
En la nueva investigación, Consumer Reports analizó 13 productos de envasado de alimentos de minoristas que se habían comprometido previamente a eliminar los PFAS. Siete de los 13 tenían niveles de PFAS superiores a 20 ppm, según el informe.
Burger King, que tenía altos niveles de PFAS en tres de los seis productos analizados, no se había comprometido públicamente a eliminar los PFAS, según Consumer Reports. A primera hora del jueves, la empresa matriz Restaurant Brands International anunció que eliminará globalmente cualquier PFAS “añadido” de los “materiales de envasado orientados al cliente” en las marcas Burger King, Tim Hortons y Popeyes “para finales de 2025 o antes”.
Nathan’s Famous, que según Consumer Reports tampoco se ha comprometido públicamente a reducir los PFAS, dijo a CNN que la empresa había comenzado a eliminar el uso de bolsas. “Uno de nuestros objetivos en este rediseño completo del paquete es reducir las PFAS”, dijo Phil McCann, vicepresidente de marketing de Nathan’s Famous. “La transición total se completará en diciembre de 2022”.
Chick-fil-A dijo a CNN que lleva cuatro años eliminando gradualmente los PFAS: “Chick-fil-A ha eliminado los PFAS añadidos intencionalmente de todos los envases de nueva producción en adelante en nuestra cadena de suministro. Aunque algunos de los envases remanentes pueden estar todavía en los restaurantes, se espera que sean eliminados a finales de este verano”, tuiteó la compañía el miércoles.
Cava, que anteriormente se había comprometido a reducir los PFAS pero tenía cinco de seis productos con indicadores entre 200 ppm y 548 ppm, dijo a CNN que “debido a una multitud de factores relacionados con la pandemia, y especialmente a la escasez de la cadena de suministro global, la transición para eliminar los PFAS añadidos, que comenzó en agosto de 2021, está tardando más de lo previsto. Nuestros equipos están trabajando con nuestros proveedores para completar la transición dentro de este año”.
Un portavoz de McDonald’s dijo que menos del 7,5% de los envases de alimentos globales de la compañía contenían PFAS añadidos a finales de 2020 y dijo que la compañía continuaba su búsqueda de materiales alternativos que ofrecían barreras adecuadas resistentes a la grasa, con el objetivo de reducir deliberadamente los PFAS añadidos para finales de 2025.
Sweetgreen dijo a CNN que la compañía estaba “orgullosa de compartir que actualmente estamos en el proceso de despliegue de nuevas bolsas de focaccia libres de PFAS que estarán disponibles en todos los locales de Sweetgreen a finales del segundo trimestre de este año”.
Jennifer Brogan, directora de comunicaciones externas y relaciones con la comunidad de Stop & Shop, dijo a CNN que la compañía podía “confirmar que estos platos de la marca Nature’s Promise han sido retirados de todos los locales”.
Un portavoz de Arby’s dijo a CNN en un correo electrónico que la compañía tiene “materiales de empaque mínimos que contienen PFAs y está en camino de eliminar los PFAs de todos los productos de embalaje a finales de 2022”.
Medidas que puede tomar el público
Los expertos dicen que las personas que quieren evitar los PFAS en sus envases de comida para llevar y de entrega de alimentos deben favorecer a las empresas que se han comprometido a eliminar los productos químicos.
Saca la comida del envase tan pronto como la recibas, y nunca recalientes la comida en su envase original. En cambio, saca la comida y caliéntala en recipientes de cerámica o vidrio, dijo Trier.
La investigación de Consumer Reports descubrió que algunos de los niveles más altos de PFAS estaban en las bolsas de papel (192,2 ppm) y en los tazas y bandejas de fibra moldeada (156,8 ppm). Los platos de papel arrojaron 149 ppm, y los empaques y revestimientos de alimentos, 59,2 ppm.
No te dejes engañar por las afirmaciones “ecológicas”: no garantizan que un producto esté libre de PFAS. Cuando Consumer Reports analizó esos productos, algunos tenían niveles de PFAS superiores a 100 ppm, y la mayoría tenían algunos niveles detectables, según el informe.
Los expertos también sugieren reducir la frecuencia de las comidas para llevar a una vez a la semana o menos, y recomiendan que la gente cocine sus alimentos en casa.
También puedes dirigirte a tu representante en el Congreso y a tus senadores y apoyar el proyecto de ley bipartidista Keep Food Containers Safe from PFAS Act, según los expertos. El proyecto de ley, diseñado para prohibir el uso de cualquier PFAS como sustancia en contacto con los alimentos, se presentó en ambas cámaras en noviembre.