(CNN) – Se espera que el Gobierno de Biden ofrezca a los adultos mayores de 50 años la opción de una segunda vacuna de refuerzo contra el covid-19 tan pronto como esta semana.
Dos fuentes familiarizadas con los planes del Gobierno sostienen que la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) planea autorizar una cuarta dosis de las vacunas contra el covid-19 de Pfizer y Moderna para adultos mayores de 50 años la próxima semana.
Se espera que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) sigan poco después con una recomendación “permisiva”, lo cual significa que las dosis no se recomiendan de manera oficial, pero las personas que quieran obtenerlas podrán hacerlo, dijo una fuente que habló con CNN bajo condición de anonimato dado que no está autorizada para discutir los detalles con la prensa.
Los detalles de los planes fueron informados primero en el diario The New York Times.
La decisión de poner a disposición del público una cuarta dosis no requerirá esta vez que se reúnan los grupos independientes de asesores científicos de la FDA y los CDC y que revisen públicamente los datos científicos disponibles y hagan recomendaciones a las agencias.
El Dr. Eric Topol, cardiólogo y director del Instituto de Investigación Traslacional Scripps de California, dijo que la decisión se esperaba para la próxima semana, antes de la reunión del 6 de abril del Comité Asesor de Vacunas y Productos Biológicos Relacionados (VRBPAC, por sus siglas en inglés), un grupo de expertos independientes que asesoran a la FDA en sus decisiones sobre vacunas. Las vacunas de refuerzo figuran en el orden del día de esa reunión, que se centrará en la planificación futura de las vacunas de refuerzo y de las vacunas específicas para cada variante.
Topol, que fue informado de los planes de la FDA, dijo que entendía que el cambio se aplicaría tanto a las vacunas de Pfizer/BioNTech como a las de Moderna.
Topol también dijo que estaba a favor de dar a los estadounidenses la opción de una cuarta dosis.
“Hay datos sólidos de Israel para los mayores de 60 años (el único grupo sobre el que se ha informado hasta la fecha) sobre una mayor protección (frente a enfermedades graves) hasta los 3 meses en comparación con 3 dosis. Es razonable ampliarlo y ofrecerlo como opción, ya que la tercera dosis tiene un beneficio pronunciado en los mayores de 50 años”, escribió Topol en un correo electrónico a CNN.
Topol señaló que la medida de la FDA legitima lo que muchos estadounidenses hacen de todos modos. Cualquiera que quiera una cuarta dosis puede ir a una farmacia y recibirla con solo decir que la necesita porque está inmunodeprimido.
Otros consideraron que aún no había suficiente ciencia disponible para apoyar la decisión.
El Dr. Eric Rubin, redactor jefe de The New England Journal of Medicine, que forma parte del VRBPAC de la FDA, dijo que aún no había visto suficientes datos sobre las cuartas dosis para tomar una decisión sobre si son necesarias para alguien más allá de los que ya se recomienda que las reciban: los adultos con inmunodeficiencia grave.
“Los únicos datos que he visto han sido de participantes a los que se les ha hecho un seguimiento durante solo unas semanas. La información más importante será la de cómo una cuarta dosis protege a las personas altamente vulnerables contra enfermedades graves y la muerte, y no sé cuándo estará disponible”, dijo Rubin en un correo electrónico a CNN. Rubin dijo que la FDA podría tener acceso a esos datos, pero que aún no los había visto.
El Dr. Paul Offit, director del Centro de Educación sobre Vacunas del Hospital Infantil de Filadelfia y miembro del VRBPAC de la FDA, también dijo que sentía que la administración se estaba adelantando a la ciencia.
“¿Dónde están las pruebas de que alguien mayor de 50 años se beneficia de una cuarta dosis? Porque las pruebas hasta la fecha parecen apoyar la posibilidad para los mayores de 65 años, aunque no he visto, no hemos visto, todos los datos”, dijo Offit a CNN, hablando de los miembros del comité VRBPAC. “Pero, ¿dónde está la evidencia para una persona de 50 a 64 años? ¿Dónde están esas pruebas? Porque si no hay esas pruebas, no debería existir esta recomendación”, dijo.