(CNN Business) – Tener hijos es caro, no importa en qué parte del mundo vivas. Pero, mientras Estados Unidos se encuentra en la mitad de la escala de costos, China se ha convertido en uno de los lugares más caros para criar niños.
Corea del Sur encabeza la lista de los lugares más caros para criar a un niño desde el nacimiento hasta los 18 años, medido como porcentaje del producto interno bruto per cápita, según una investigación de Jefferies que utilizó datos de Yuwa Population Research. El PIB es la medida más amplia de la actividad económica de una nación.
China ocupa el segundo lugar, seguida de Italia. Estados Unidos se encuentra en medio de los 14 lugares más caros, entre Alemania y Japón.
Sin embargo, en términos de cantidad absoluta de dinero gastado, China es uno de los lugares más baratos para tener hijos. Pero todo es relativo: “Si ajustamos esos datos al porcentaje de la renta media disponible, China se convierte en el lugar más caro para criar a los hijos”, dicen los investigadores de Jefferies.
¿Qué es lo que hace que sea tan costoso criar a los hijos en el Lejano Oriente?
Una gran parte es el costo de la educación y el costo y la disponibilidad del cuidado cuando el niño está en su juventud. Los servicios preescolares en China han sido en su mayoría privados hasta hace poco, según Jefferies.
Se necesitan más de US$ 75.000 para criar a un niño hasta los 18 años en China y otros US$ 22.000 para que vaya a la universidad.
Aunque parece una matrícula mucho más barata que la que pueden afrontar los estudiantes en Estados Unidos, hay una diferencia clave: “En muchos otros países occidentales es más común un préstamo estudiantil proporcionado por el Estado. Así la carga se elimina de los padres y se transfiere a los propios hijos”, señalan los analistas de Jefferies.
En Estados Unidos, por ejemplo, el 55% de los estudiantes de pregrado se graduaron con deudas en el año académico 2019-2020, según datos del College Board.
Lo que el gobierno puede hacer
Los legisladores tienen muchas opciones para reducir el costo de tener hijos, incluido el subsidio de cuidado infantil para limitar la brecha entre las personas de diferentes clases de ingresos.
Beijing ya interviene para hacer más accesibles las clases particulares extraescolares. Lo siguiente en la lista podría ser el costo de las guarderías y los jardines de infancia, opinan los analistas de Jefferies.
“Entendemos que el gobierno está buscando que el Estado brinde estos servicios y/o regule el precio de los servicios privados”, dijeron.
El gobierno de China anunció en su plan quinquenal actual que tiene como objetivo aumentar el número de plazas en guarderías para niños menores de tres años a 4,5 por cada 1.000 personas para 2025, dos veces y media la cantidad actual de 1,8 por cada 1.000. En este momento, hay 42 millones de niños chinos menores de tres años. Los padres de un tercio de ellos quieren que vayan a la guardería, pero solo el 5,5% puede hacerlo, según el reporte de Jefferies.
Más riqueza equivale a menos niños
Las tasas de natalidad en los países más ricos tienden a ser más bajas que en las naciones en desarrollo. Esto se conoce como “paradoja demográfico-económica”, que significa que quienes tienen más medios optan por tener menos hijos que las personas con menos ingresos.
“A medida que China se desarrolla económicamente, es muy posible que caiga en la paradoja demográfico-económica al igual que muchos otros países desarrollados, y la tasa de natalidad podría caer a un nivel más bajo de lo que muchos esperaban”, dijeron los analistas de Jefferies.
Incluso ahora, las parejas chinas son reacias a tener más de un hijo debido al elevado coste de su crianza. Mientras que las parejas de los países occidentales parecen querer tener entre dos y tres hijos, las cifras son más bajas en Oriente.
Además, el número de matrimonios también está disminuyendo. Pero en las culturas asiáticas, tener hijos fuera del matrimonio es mucho más infrecuente que en Occidente.
Las tendencias demográficas, como las tasas de natalidad, afectan a las empresas y la economía de un país. Las poblaciones que envejecen tienen problemas para mantener sus sistemas de bienestar, incluyendo la Seguridad Social y las pensiones públicas, a medida que la población activa disminuye. Con el tiempo, esto puede aumentar la necesidad de cosas como la automatización para sustituir a los trabajadores que faltan.
Según los analistas de Jefferies, las tendencias demográficas también afectan a las empresas y a las acciones, si bien con muchas décadas de antelación.
“Esperamos ver un impulso continuo y significativo para reducir el coste de la crianza de los hijos en todo el mundo y, más concretamente, en China”, señalaron.
Eso podría incluir exenciones de impuestos, donaciones en efectivo y subsidios.