Nueva York (CNN Business) – El consejo de administración de Twitter adoptó un plan temporal de derechos de los accionistas conocido como “píldora venenosa” que podría dificultar la adquisición de la empresa por parte de Elon Musk.
La cláusula “píldora venenosa”, anunciada en un comunicado de prensa este viernes, preserva el derecho de los accionistas de Twitter distintos de Musk a adquirir más acciones de la empresa a un precio relativamente barato, diluyendo efectivamente la participación de Musk. La disposición se activará si Musk (o cualquier otro inversor) adquiere más del 15% de las acciones de la empresa. Musk posee actualmente alrededor del 9% de las acciones de Twitter.
La medida supone un esfuerzo por parte del consejo de administración de Twitter para recuperar parte del control del acuerdo tras la sorprendente oferta de adquisición de Musk. La píldora venenosa –un mecanismo corporativo de defensa contra las adquisiciones– no detendrá necesariamente la oferta de Musk, pero podría encarecer la compra de la compañía o forzar a Musk a sentarse en la mesa de negociaciones con el consejo.
“El Plan de Derechos reducirá la probabilidad de que cualquier entidad, persona o grupo obtenga el control de Twitter a través de la acumulación en el mercado abierto sin pagar a todos los accionistas una prima de control adecuada o sin proporcionar a la Junta el tiempo suficiente para hacer juicios informados y tomar medidas que sean en el mejor interés de los accionistas”, dijo la compañía en su comunicado.
Musk ofreció el jueves adquirir todas las acciones de Twitter que no posee por US$ 54,20 por acción, valorando la compañía en US$ 41.400 millones. Eso representa una prima del 38% sobre el precio de cierre del 1 de abril, el último día de cotización antes de que Musk revelara que se había convertido en el mayor accionista de Twitter, y una prima del 18% sobre su precio de cierre del miércoles. La oferta de compra se produjo 10 días después de que Musk revelara por primera vez que se había convertido en el mayor accionista de Twitter (desde entonces ha sido eclipsado por Vanguard Group).
La oferta culminó un período de 10 días en el que Musk reveló que se había convertido en el mayor accionista de la compañía, aceptó un puesto en el consejo de administración para luego abandonarlo, y tuiteó durante todo el tiempo que Twitter podría estar muriendo y que debería considerar la eliminación de la “w” de su nombre, entre otras sugerencias.
La empresa parece estar preparándose para lo que podría ser un prolongado drama de adquisición. Aun así, parece haber dudas sinceras sobre si Musk, un empresario exitoso pero a veces errático que estuvo en la mira de los reguladores en 2018 después de sugerir falsamente que había asegurado la financiación para llevar a Tesla a la bolsa, va en serio con sus planes de adquisición.
A pesar de ser el hombre más rico del mundo, hay preguntas sobre cómo podría conseguir el dinero en efectivo para financiar el acuerdo de casi US$ 42.000 millones. El propio Musk admitió en una entrevista el jueves que cerrar un acuerdo sería un reto, diciendo: “No estoy seguro de que realmente sea capaz de adquirirlo”.
Las acciones de Twitter fluctuaron un poco el jueves, pero se mantuvieron mayormente en el mismo nivel, cerrando alrededor de US$ 45, muy por debajo del precio de la oferta de Musk, de US$ 54,20 por acción. La falta de entusiasmo, inusual después de una oferta de adquisición, sugiere el escepticismo de los inversores sobre la posibilidad de que el acuerdo se lleve a cabo.