CNNE 773616 - trastorno dismorfico corporal y desorden alimenticio pueden ir de la mano
Trastorno dismórfico corporal y desórdenes alimenticios, asesinos que van de la mano
03:22 - Fuente: CNN

(CNN) – Si tu amiga ha perdido peso recientemente, es posible que quieras decirle lo bien que se ve. Quizá también le digas que te gustaría tener su cuerpo o su autocontrol o le preguntes cómo lo logró. Tal vez hayas recibido un “cumplido” de este tipo en el pasado.

Estos comentarios, si bien se hacen con buenas intenciones, pueden tener consecuencias negativas no deseadas.

“En ese caso, estamos exacerbando o afirmando involuntariamente el ideal de delgadez que nuestra sociedad tiende a enfatizar e idolatrar”, afirma Alvin Tran, profesor adjunto de Salud Pública en la Universidad de New Haven, en Connecticut, que investiga sobre los trastornos alimenticios y la imagen corporal. “Tenemos que ser muy cautelosos cuando abordamos las conversaciones en torno a la apariencia física de alguien, especialmente su peso”.

Esto es especialmente importante cuando se habla con personas con trastornos alimenticios o problemas graves de imagen corporal, ya que esos comentarios pueden empeorar su situación. Los cumplidos sobre la pérdida de peso o la delgadez de una persona perpetúan la arraigada cultura de las dietas que hay en la sociedad, según Tran, y la idea de que la delgadez es intrínsecamente buena.

“Tendemos a actuar [como si] pudiéramos de alguna manera mirar a la gente y, basándonos en el tamaño de su cuerpo, determinar si están sanos”, dijo Tamara Pryor, miembro sénior y directora de Investigación de ED Care, un centro de tratamiento de trastornos alimenticios en Denver. “Tenemos personas de talla grande que están en estado de desnutrición, así como personas de talla extremadamente baja que están desnutridas, y personas de talla estándar, pero que siguen estando muy afectadas por un trastorno alimentario. La gente no puede mirarlas y darse cuenta”.

Pero si te complace o te maravilla el aspecto de alguien, ¿no deberías hacerle ningún cumplido? ¿Qué está bien y qué no está bien decir? CNN pidió consejo a Pryor y a Joann Hendelman, directora clínica de la National Alliance for Eating Disorders.

La siguiente conversación fue editada ligeramente para mejorar su longitud y claridad.

CNN: ¿Qué vuelve problemático el hacer un cumplido sobre la pérdida de peso o la delgadez de alguien?

Tamara Pryor: Es indiscreto. ¿Quién tiene derecho a emitir ese juicio, sobre todo expresándolo verbalmente? Podemos mirar a la gente y juzgarla, pero nos lo tenemos que guardar. Vengo de la segunda ola del movimiento feminista, donde era “mi cuerpo, mi asunto”. Eso sigue siendo así.

CNN: ¿Cómo se puede sentir la gente que lo recibe?

Pryor: Si alguien me dijera: “Dios mío, te ves estupenda. Estás perdiendo peso”, me preguntaría: “¿Qué pensabas de mí antes? ¿No era aceptable?”. Me puedo imaginar la presión que sentiría entonces el receptor del “cumplido” para mantenerse en ese peso o perder más peso para recibir más elogios o ser aceptado. Podrían pensar: “¿Qué pasa conmigo y con la esencia de lo que soy como ser humano?”. Hay consecuencias físicas y consecuencias psicológicas importantes que se perpetúan.

Joann Hendelman: Si no recibes ese cumplido, entonces se convierte en: “Hay algo malo en mí. No soy lo suficientemente bueno”.

CNN: ¿Qué debe tener en cuenta la gente cuando quiere elogiar la apariencia delgada de alguien?

Pryor: Cualquier pregunta relacionada con la apariencia tiende a ser un desencadenante, y es más desencadenante para las personas con trastornos de la alimentación, porque tienen una mayor sensibilidad acerca de cómo están siendo juzgados sobre la base de la forma y el tamaño del cuerpo.

Mi paciente y su madre fueron a una tienda de ropa. Ella tiene un peso extremadamente bajo y es anoréxica, y acababa de empezar el tratamiento. Dentro del vestidor, su madre se sorprende al ver a su hija probándose ropa y darse cuenta de lo extrema que era su pérdida de peso. Entra una empleada, que escucha a la madre decir: “Oh, cariño, lo siento mucho. No tenía ni idea de que tu peso había bajado tanto. Estoy muy agradecida de que estés en tratamiento ahora”.

La empleada dice: “¿Estás bromeando? Me moriría por estar tan delgada. ¿Cómo lo hiciste?” Entonces, la paciente obtiene esta respuesta mixta y conflictiva: puede sentir la preocupación real de su madre, pero por otro lado, está recibiendo un cumplido.

Hendelman: He conocido y trabajado con personas que tenían cáncer u otra razón por la que sus cuerpos eran delgados. Para ellos, los cumplidos son muy incómodos porque saben que tienen esa horrible enfermedad y, sin embargo, la gente los felicita por esa pérdida de peso que darían todo por no tener.

CNN: ¿Qué puede decir la gente en su lugar?

Pryor: Encontrar formas de relacionarse que no incluyan comentarios sobre sus cuerpos.

Si alguien necesita perder peso por razones de salud, felicitarle por su tenacidad para lograr ese objetivo no es lo mejor. Porque entonces es como: “Oh, ¿y si fallo o vuelvo a ganar peso?”. Eso parece mucha presión. En cambio, si alguien menciona la pérdida de peso reciente, pregúntale cómo se siente sobre el peso que ha perdido o qué le ha llevado a hacerlo, en lugar de juzgarlo tú.

Hendelman: Hazle un cumplido sobre lo que lleva puesto o dile algo como: “Hoy tienes los ojos muy brillantes”, ese tipo de cosas. Si un amigo sigue estando tan atado a la delgadez para recibir cumplidos, y yo le digo lo fantástico que es, estoy apoyando que se enfoque en el tamaño de su cuerpo y realmente no le estoy haciendo un favor.

CNN: ¿Cómo puede la gente dejar de percibir la pérdida de peso o la delgadez como algo ideal e inherentemente bueno?

Pryor: Piensa en lo que significa estar sano y en lo que tu cuerpo puede hacer por ti, como consumir los nutrientes que necesitas o ganar fuerza.

Hendelman: Si todos pudiéramos aceptar que nuestros cuerpos nos llevan de una posición a otra, y que no se trata de su aspecto, sino de lo que hay dentro, es increíble lo mucho que nuestros cuerpos pueden darnos.

Es importante aceptar quiénes somos y nuestra singularidad. Tenemos que aceptar nuestra genética. Cuanto más aceptemos nuestro cuerpo, más sanos estaremos. Es creer en que nuestro cuerpo sabe lo que hace.