(CNN) – Kathryn Kimball Mizelle, una jueza federal poco conocida, designada por el expresidente Donald Trump, se encontró en el foco de atención nacional el lunes después de anular el mandato de uso de mascarilla en el transporte público de la administración Biden.
La jueza de distrito se ha desempeñado como jueza federal en Florida durante más de un año. La votación del Senado que la confirmó para el nombramiento vitalicio se produjo a mediados de noviembre de 2020, después de las elecciones presidenciales. La Asociación de Abogados de Estados Unidos le había otorgado una calificación de “no calificada”, en función de su experiencia limitada después de la facultad de derecho.
Nacida en Lakeland, Florida, en 1987, Kathryn Kimball Mizelle se graduó en 2012 con una licenciatura en derecho de la Facultad de Derecho Levin de la Universidad de Florida. Esto después de obtener su título universitario en Covenant College, una universidad cristiana de artes liberales en Georgia.
Antecedentes
Antes de convertirse en jueza, fue asociada del bufete de abogados Jones Day en Washington y profesora adjunta de derecho en su alma mater. Kathryn Kimball Mizelle ocupó cuatro pasantías federales a lo largo de su carrera, incluida una con el juez de la Corte Suprema de EE.UU., Clarence Thomas, de 2018 a 2019.
De 2017 a 2018, fue abogada de uno de los funcionarios de tercer rango en el Departamento de Justicia, la entonces subsecretaria Rachel Brand. Ahí supervisó la División de Impuestos y dirigió los esfuerzos de la administración para promover la libertad de expresión en los campus universitarios.
Pasó unos tres años como abogada litigante de la División de Impuestos del Departamento de Justicia, donde procesó delitos de cuello blanco. Antes de eso fue asistente especial del fiscal federal para el Distrito Este de Virginia durante un año, según le dijo a la Comisión Judicial del Senado.
Según la Asociación de Abogados de Estados Unidos, los dos casos en los que intentó dar un veredicto fueron en los que dijo que era una pasante legal certificada de la oficina del fiscal estatal de Florida y que todavía estaba en la facultad de derecho.
Miembro de la Sociedad Federalista, Kathryn Kimball Mizelle, entonces de 33 años, fue designada por Trump a principios de septiembre de 2020, en una confirmación que no tuvo ningún apoyo de los demócratas del Senado, que en ese momento eran minoría.
“No calificada”
Durante su audiencia en el Senado ese mes, los demócratas presionaron a Mizelle sobre su falta de experiencia y otros asuntos, como un escrito de amicus curiae que había presentado mientras ejercía en la práctica privada, en nombre de los clientes para apoyar la decisión del Departamento de Trabajo de no emitir normas de seguridad obligatorias para proteger a los trabajadores de contraer covid-19.
También se le preguntó a Mizelle sobre John Eastman, quien luego presionó para encontrar formas de anular las elecciones presidenciales y que en ese momento estaba impulsando una teoría de conspiración racista de que la vicepresidenta Kamala Harris podría no ser elegible para el puesto porque sus padres eran inmigrantes. Mizelle dijo que no respaldaba las opiniones expresadas por Eastman, quien trabajaba para el Instituto Claremont, donde Mizelle participó en una beca de una semana.
Kathryn Kimball Mizelle recibió la calificación de “no calificada” por parte de la Asociación de Abogados de Estados Unidos cuando fue designada en función de su falta de experiencia, que es un enfoque principal del sistema de clasificación de la asociación.
“(Un) candidato al tribunal federal normalmente debe tener al menos 12 años de experiencia en la práctica del derecho”, dijo la asociación en una carta dirigida a la Comisión Judicial del Senado en septiembre de 2020. En los antecedentes, la asociación agrega que “al evaluar las calificaciones profesionales de un candidato, el Comité Permanente reconoce que es importante contar con experiencia sustancial en tribunales y juicios como abogado o juez de primera instancia”.
Lo que dijo la jueza sobre su falta de experiencia
Si bien Mizelle fue admitida para ejercer la abogacía en septiembre de 2012, la asociación señala que “la experiencia limitada de un candidato puede verse compensada por la amplitud y profundidad de la experiencia del candidato a lo largo de su carrera”. En este caso, escribió la asociación, Mizelle no había juzgado un caso civil o penal como abogado principal o adjunto.
En su carta, la asociación dijo que no cuestionaba el carácter o la capacidad futura de Kathryn Kimball Mizelle. “La Sra. Mizelle tiene un intelecto muy agudo, una fuerte ética de trabajo y un currículum impresionante”, dice la carta. “Se presenta como una persona encantadora y tiene muchos amigos que apoyan su postulación. Su integridad y comportamiento no están en duda. Sin embargo, estos atributos simplemente no compensan el poco tiempo que ha ejercido la abogacía y su falta de experiencia significativa en juicios”.
Cuando se le preguntó acerca de la carta de la Asociación de Abogados de Estados Unidos en su cuestionario escrito del Poder Judicial del Senado, Mizelle escribió: “No entiendo completamente su metodología o por qué omitieron la discusión de mi litigio como fiscal federal donde comparecí y argumenté en el tribunal federal de distrito”.
Durante su audiencia de confirmación, el senador republicano Ted Cruz de Texas le preguntó a Mizelle qué les diría a los litigantes preocupados por su falta de experiencia.
“Me esforzaría para resolverlo, para aprender rápidamente. Aportaría toda mi energía e intensidad para dominar la tarea en cuestión”, dijo.
Kathryn Kimball Mizelle fue confirmada por el Senado en una votación de línea partidaria de 49 a 41 en noviembre de 2020. Más tarde fue juramentada por Thomas.
Tierney Sneed y Dan Berman de CNN contribuyeron a este informe.