(CNN Español) – Los páramos están ubicados a una altura de entre los 3.500 y los 5.000 metros sobre el nivel del mar. Sus paisajes son fríos y grises, nublados. Allí, las temperaturas pueden ir desde los 0º C y subir hasta los 23º C, e históricamente es un paisaje húmedo, y están en pocos países como Venezuela, Panamá, Costa y Perú, pero la mayor extensión de páramo está en Colombia.
El Páramo de Sumapaz, el más grande del mundo, es el hogar de una particular planta: los frailejones, que son fábricas naturales de agua. En Colombia, aproximadamente el 60% de especies de frailejones están en riesgo, según un libro del Instituto Humboldt.
El ecosistema de páramo es hogar de una “enorme y singular diversidad biológica” y se considera el ecosistema de alta montaña con más biodiversidad del planeta, según una investigación del Instituto Humboldt, un centro de estudios con sede en Bogotá que se dedica a la investigación de biodversidad. (Crédito: Nathaly Triana/CNN)
Cerca del 50% de los páramos del mundo están en Colombia, con el páramo más grande del mundo ubicado en la localidad de Sumapaz, un área rural de Bogotá, que durante muchos años fue un lugar casi inhóspito por cuenta del conflicto armado. (Crédito: Nathaly Triana / CNNEE).
Los frailejones son una parte vital del ecosistema de páramo. Se consideran “fábricas de agua” pues la captura de las nubes o de la abundante neblina del aire y gota a gota la llevan hasta los suelos, en tierras compuestas por musgos superabsorbentes que ayudan a retener el agua. (Crédito: Nathaly Triana / CNNEE)
El 60% de las especies de frailejones en Colombia (55 de 90 especies reconocidas) están amenazadas y la especie está en “inminente riesgo” de desaparecer de no tomarse las medidas necesarias, según la investigación del Instituto Humboldt.
La transformación del hábitat del páramo implica que se pierda la cobertura del páramo y que se reemplace por pastizales para ganadería o por cualquier otra cobertura. Los peligros para este ecosistema están en el uso de los suelos para ganadería, agricultura extensiva, quemas de bosques, entre otros. (Crédito: Nathaly Triana / CNNEE)
El retamo espinoso es una de las amenazas más fuertes para el suelo del Páramo. Es una planta endémica que crece y se reproduce más rápido que los frailejones. “Es una planta invasora… que al contrario de todo lo que hace el ecosistema, de compartirnos el agua, se la apropia y se la queda para ellos mismos”, dijo a CNN Gonzalo Sánchez, activista ambiental y líder de la reserva natural la Casita Feliz, en el Sumapaz. (Crédito: Nathaly Triana)