(CNN) — No se trata del tamaño del pez, se trata del movimiento en el océano.
Un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Southampton descubrió que cuando algunas especies de peces se ponen juguetonas, su actividad hace que las aguas de la Tierra se muevan, tanto como lo hace una gran tormenta.
Los investigadores analizaron la turbulencia oceánica durante 14 días en Ría de Pontevedra, una ensenada costera en el noreste de España. Descubrieron que la turbulencia aumentaba de 10 a 100 veces cuando las anchoas se juntaban para aparearse durante la temporada de desove, y que la mezcla de aguas oceánicas causada por el acto sexual de los peces es tan eficiente como la causada por turbulencias geofísicas como tormentas, vientos, mareas y otros fenómenos naturales.
Aunque el clima estuvo tranquilo durante el período de estudio, la cría de anchoveta hizo que el agua estuviera tan turbulenta como si hubiera ocurrido una gran tormenta. Como muchos peces, las anchoas se reproducen a través del desove, con las hembras liberando huevos y los machos liberando esperma para fertilizarlos.
Los investigadores recolectaron muestras con pequeñas redes de pesca, que encontraron huevos de anchoa europea recientemente desovados, una señal segura de que los peces se estaban reproduciendo cerca.
El estudio, publicado en la revista Nature Geoscience el 7 de abril, encontró que la capacidad de los peces para balancear los océanos es más fuerte cerca de la costa, donde las capas del océano son menos profundas.
El océano está formado por múltiples capas, con aguas más ligeras y cálidas en la parte superior y aguas más densas y frías en la parte inferior. Mezclar las capas ayuda a hacer circular los nutrientes y el oxígeno, manteniendo el ecosistema en funcionamiento.
Los hallazgos contrastan con investigaciones previas que encontraron que la “biomezcla”, como la causada por los peces, tiene un impacto mínimo, especialmente en aguas abiertas.
“Creemos que la mezcla biológica fue intensa en nuestras observaciones porque la bahía está altamente estratificada”, dijo en un comunicado de prensa el Dr. Bieito Fernández Castro, investigador de la Universidad de Southampton que dirigió el estudio. “La temperatura y otras propiedades varían significativamente a diferentes profundidades”.
El “comportamiento frenético” del pez durante el apareamiento, encontraron los investigadores, arremolinó las capas oceánicas estratificadas en la bahía.
Esta mezcla, ya sea causada por fuerzas naturales o por la vida marina, ayuda a hacer circular el oxígeno y los nutrientes y redistribuye la temperatura del agua, apoyando el funcionamiento saludable del ecosistema oceánico.