(CNN) – Beijing realiza pruebas masivas de covid-19 a casi 20 millones de residentes en gran parte de la ciudad, mientras las autoridades intentan contener un nuevo brote de la variante ómicron, que ha generado compras de pánico ante los temores de un confinamiento similar al de Shanghái.
La capital de China comenzó a realizar pruebas en la mañana de este lunes a todos los residentes de Chaoyang, un distrito concurrido que alberga el centro de negocios y las embajadas extranjeras. Se trata de la primera de tres rondas de pruebas para detectar casos de covid-19 que se llevarán a cabo durante un período de cinco días. Los residentes y los trabajadores de oficinas hicieron largas filas en los centros improvisados de pruebas durante todo el día.
Hasta las 8 p.m. se realizaron casi 3,7 millones de pruebas, de las cuales más de medio millón tuvieron un resultado negativo, informaron las autoridades municipales en una conferencia de prensa.
Más y más pruebas para contener brote en Beijing
Los funcionarios también anunciaron que las pruebas masivas se ampliarían este martes a todos los distritos de la capital, a excepción de cinco zonas periféricas. Esa medida abarca unos 19,5 millones de los 21,5 millones de residentes que la ciudad tiene en total.
El anuncio ocurrió después de que se detectaran 29 casos en las 24 horas transcurridas hasta las 4 p.m. de este lunes. Aunque, las autoridades dijeron que todos los nuevos casos se descubrieron en zonas que ya estaban bajo control epidémico.
“El brote en Beijing está llegando de forma rápida y furiosa”, dijo Xu Hejian, portavoz del gobierno municipal, en la conferencia de prensa. Y añadió que los esfuerzos de prevención y control de la epidemia en la ciudad han “alcanzado un momento crítico.”
Desde el viernes, Beijing ha registrado un total de 80 casos. Aunque la cifra de contagios sigue siendo relativamente baja, las autoridades no quieren correr riesgos. Especialmente, después de ver la rapidez con que el brote de ómicron en Shanghái multiplicó por miles los nuevos casos.
Residentes no pueden salir de la ciudad
Decenas de complejos residenciales de ocho distritos están ya bajo estrictos confinamientos, en los que se les prohíbe a los residentes salir de sus casas o de los terrenos de la comunidad.
Las autoridades han instado a los habitantes a no salir de la ciudad a menos de que sea absolutamente necesario, incluso durante los cinco días festivos que se avecinan. La celebración del Día del Trabajo, que este año comienza el sábado, es tradicionalmente una temporada de viajes masivos en China.
Pero es probable que este año sea mucho más tenue.
Beijing también suspenderá los espectáculos culturales, los eventos deportivos, las exposiciones y otras actividades que impliquen grandes concentraciones de personas, así como todas las clases particulares y las sesiones de entrenamientos.
Temores por una situación similar a Shanghái
El anuncio de las pruebas masivas en Chaoyang a última hora del domingo provocó compras de pánico durante la noche. Largas filas se formaron en los supermercados, donde los clientes vaciaron las estanterías de productos frescos, mientras que las aplicaciones de entrega en línea agotaron algunos productos alimenticios.
Algunos supermercados y tiendas ampliaron su horario para hacer frente a la afluencia de clientes. A la mañana siguiente, muchos se habían reabastecido.
Las autoridades de Beijing y los medios de comunicación estatales han tratado de tranquilizar a los residentes en repetidas ocasiones. “¡No se preocupen! Los productos de primera necesidad están disponibles y los precios son estables”, anunciaba este lunes la portada del Beijing Evening News, un tabloide estatal, que publicó el titular junto a una gran foto de las estanterías de los supermercados llenas de patatas, cebollas y otras verduras.
Pero muchos residentes siguen preocupados. La escasez generalizada de alimentos que deja el confinamiento de Shanghái, extendido ya por varias semanas, ha generado este mes un gran revuelo en internet.
El martes, Shanghái informó de 16.980 infecciones, incluidas 52 muertes relacionadas con el covid-19, según la Comisión Nacional de Salud.