Nota del editor: Mari Rodríguez Ichaso ha sido colaboradora de la revista Vanidades durante varias décadas. Es especialista en moda, viajes, gastronomía, arte, arquitectura y entretenimiento, productora de cine y columnista de estilo de CNN en Español. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivamente suyas. Lee más artículos de opinión en cnne.com/opinion.
(CNN Español) – ¡Es un hecho! ¡Cuando de zapatos se trata, ya no existe “la moda”, y la plena libertad es la única regla!
Y cuando hablamos de “zapatos feos” es porque así los llaman (con cierto cariño) los expertos de moda (como la superfamosa estilista Rachel Zoe, en su blog The Zoe Teport), quienes nos han venido mostrando que los ugly shoes ya han llegado a nuestras vidas para siempre.
Y cuando el famoso diseñador Manolo Blahnik (creador de los Manolos de Sarah Jessica Parker, en “Sex and the City”) se une a la marca Birkenstock –célebre por haber creado las sandalias más feas y raras del mundo, hace varias décadas– para crear para ellos una nueva colección de sandalias de noche (aunque con lunares y hebillas con pedrería), fue la gran prueba de que en el calzado la regla es “hacer lo que más nos guste y nos dé más deseos de llevar”.
Yo he pasado por la pandemia llevando unas viejas botas, en invierno, de Anne Klein y unos flip flops de Teva, en verano, y viendo a mi alrededor, a mis amigas llevando sneakers, botas de agua para la nieve y ballerinas medias viejitas. Pero (como les comenté una vez) los tacones desaparecieron de mi vida, y de la de muchas, en todo este tiempo. Y ya entonces se hablaba de la tendencia de llevar “zapatos feos”, los que las famosas hermanas modelos Gigi y Bella Hadid endosaban felices en sus posts de Instagram. (Por cierto, Gigi tiene un contrato con Reebok para anunciar sus sneakers con grandes plataformas)
¡Y para mí son realmente zapatos muy feos los que encontramos en las tiendas o sitios de Internet! Tanto sneakers o zapatillas deportivas, calzado de goma o con enormes plataformas –igual que botas tipo militares o “de combate”– son zapatos grandotes, toscos, llamativos, nada sutiles, ¡además que pesan mucho! Y para asegurarse que no pierden clientes en este mercado, marcas como Crocs, Prada, Vivram, Balenciaga, Ugg, Versace y Bottega Veneta se han unido a la tendencia y los fabrican así. Y algunos son realmente feísimos.
Y si quieres algo menos “feo”, en mi opinión, pues Chanel, Khaite, Miu Miu y otras marcas proponen “tacones sensatos” (como han sido llamados) con el delicado y más bajo kitten heel, que era favorito de la altísima Audrey Hepburn.
Resumiendo: es posible que tengas en tu armario algunos zapatos “feos” de años atrás. O quizás puedes usar los zapatones que llevaba tu madre en los años 70 ¿O aquellos kitten heels que en una ocasión te tentaron y después apenas los usaste? Y si es así, pues ya estarás muy a tono con la tendencia/no tendencia del caprichoso momento.