Nota del editor: Mari Rodríguez Ichaso ha sido colaboradora de la revista Vanidades durante varias décadas. Es especialista en moda, viajes, gastronomía, arte, arquitectura y entretenimiento, productora de cine y columnista de estilo de CNN en Español. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivamente suyas. Lee más artículos de opinión en cnne.com/opinion.
(CNN Español) – La Gala del Instituto del Vestido del Museo Metropolitano de Nueva York –dedicada a la moda estadounidense– estuvo llena de famosos, además de “símbolos” y de sorpresas. ¡Y por eso me encantó!
Porque eso la hizo más interesante y divertida, y mucho menos estrambótica y alocada que en años anteriores, en los que el evento se había convertido en un baile de disfraces ¡y un circo! ¿El código de vestimenta? La Edad de Oro –Gilded Age– de Nueva York, que abarca desde finales del siglo XIX a comienzos del siglo XX. Y aunque no todo el mundo lo siguió, se vieron looks muy interesantes.
Pero antes que nada quiero comentarles de la espectacular llegada de Kim Kardashian, llevando el vestido original nude, con el que Marilyn Monroe cantó “Happy Birthday, Mr, President” al entonces presidente John F. Kennedy, en 1962, y con el que apenas podía caminar y tenía que ayudarla su novio Pete Davidson. Vestido que pertenece al Museo Ripley’s Believe It or Not (que lo compró en una subasta en 2016 por US$ 4,8 millones) y se lo prestaron a Kardashian, quien le dijo a Vogue que bajó 8 kilos para poder usarlo (lo que le valió algunas críticas por glorificar la pérdida de peso).
Con el pelo decolorado y 100% platinada, para parecerse a la icónica actriz, la famosa Kim (y aquí viene el gran secreto de la noche) solo lo llevó unos minutos. Se lo puso en un pequeño camerino creado para ella en un costado del Met, y después de caminar la alfombra roja y subir las escaleras, y ya dentro del museo, Kim se cambió a otro vestido, ¡una réplica exacta del original!
Pocos saben esto y la propia Kim explicó a Vogue que un empleado del museo había volado a Nueva York para traer y cuidar el vestido, con el que no hubiese podido sentarse, comer, etc. ¿No les parece fascinante esta anécdota? Típica del atrevido estilo de acción de Kardashian.
Entre otras cosas que me encantaron estaban los “vestidos simbólicos” o con mensajes. El modelo de Sarah Jessica Parker, diseñó del muy de moda Christopher John Rogers, era un homenaje a Elizabeth Keckley, una mujer negra que fue esclava y que luego fue la modista y confidente de la esposa del presidente Abraham Lincoln.
Otros vestidos simbólicos que gustaron fueron el de Alicia Keys, diseño de Ralph Lauren, con una capa que mostraba en cristales incrustados los rascacielos de Nueva York. Y el de Hillary Clinton –diseño de Joseph Altuzarra–, con el nombre de mujeres que ella admiraba (Madeleine Albright, Rosa Parks y su propia madre) bordados en el gran cuello del vestido. Y el vestido de Versace de Blake Lively. ¡que al zafarse un gran lazo se convertía en una enorme cola inspirada en el color verde-azul de la Estatua de la Libertad!
Allí estaban muchos de los grandes diseñadores y algunas de las modelos más famosas del mundo, muchas vestidas de Burberry, como Naomi Campbell (para mí el vestido no era muy favorecedor y quizás se la veía incómoda); la siempre guapa Kate Moss, con su hija Lila, y Bella Hadid. Preciosa Hailey Bieber (sin su famoso marido Justin), con un YSL blanco como homenaje a la supermodelo Jerry Hall y el glamour de los años 70. Kaia Gerger –cada día más parecida a su madre, Cindy Crawford– lucía muy bella con un modelo de Alexander McQueen y el pelo a lo Botticelli. ¡Y –por supuesto– no faltaron las otras 4 hermanas Kardashian-Jenner con modelos muy llamativos!
Haciendo una interminable cola (de hasta más de 30 minutos en un largo pasillo cubierto, en la acera del museo) las celebridades se amontonaban unas detrás de las otras (y sin mascarillas) para acceder a la alfombra roja y las escaleras del museo.
Así vimos a actores como el guapísimo Bradley Cooper (su ex Irina Shayk llegó sola) y la guapa Emma Stone con un Louis Vuitton rosa. Mientras que el mundo de la música estuvo muy bien representado por el genial Lin-Manuel Miranda; la superpopular Camila Cabello (usando un modelo de Prabal Gurung, del que dijo que la hacía feliz porque los dos estaban “representando a inmigrantes”); su exnovio, el guapo Shawn Mendes; la española Rosalía; una divertida Katy Perry; Billie Eilish (con un corset muy Edad de Oro); y la extravagante Cardi B, de Versace dorado y con su nueva mejor amiga Donatella Versace, ¡llegaron a la fiesta en el fuelle de un descapotable!
Una noche fabulosa y muy neoyorquina, sin duda alguna.