Londres (CNN Business) – Entre los muchos intercambios tontos, aburridos y que impulsan agendas que se producen en Twitter en cualquier momento, el que se está produciendo entre el presidente de Estados Unidos y la segunda persona más rica del mundo destaca tanto por su torpeza como por su deliberado simplismo.
Si has estado alejado de Twitter últimamente, en primer lugar: te felicito. Este es un rápido resumen de la disputa entre Jeff Bezos y el presidente Joe Biden.
El viernes, Biden tuiteó que la forma de bajar la inflación es “asegurarse de que las corporaciones más ricas paguen lo que les corresponde”.
Bezos, fundador de Amazon, una corporación absurdamente rica, se mostró en desacuerdo con eso. Disparó una respuesta, diciendo que vincular los impuestos corporativos a la inflación es “solo desviar la atención”.
La Casa Blanca replicó, y luego Bezos volvió a replicar.
En resumen, Bezos cree que los pagos del estímulo federal causaron la inflación. Biden dice que la avaricia corporativa es la culpable.
Ambos tienen razón. Y ambos están exagerando sus posiciones.
La verdad es que la inflación no tiene una sola causa. ¿Los casi US$ 2 billones en estímulos para familias e individuos avivaron la demanda de bienes y contribuyeron a la inflación más alta de los últimos 40 años que estamos viviendo? Sí.
El índice de precios al consumo estaba por debajo del 2% en el primer mes completo de Biden en el cargo. Los cheques de estímulo empezaron a llegar a las cuentas bancarias en marzo de 2021, cuando la tasa de inflación anual subió al 2,6%. En abril, alcanzó el 4,2%. En mayo superó el 5%, en octubre el 6% y ahora supera el 8%.
Eso es un punto para el equipo Bezos. (Aunque vale la pena señalar que el desempleo pasó del 6,2% cuando Biden asumió el cargo al 3,6% en la actualidad, lo que indica una economía en recuperación).
Pero, ¿las empresas como Amazon disfrutaron de beneficios récord el año pasado y siguieron subiendo los precios a los consumidores para proteger sus márgenes? Por supuesto.
Lo que ni Biden ni Bezos mencionan en sus tuits son los innumerables factores detrás de la persistente inflación mundial. Factores como las interrupciones en la cadena de suministro y la escasez que aún se están resolviendo debido al cierre global sin precedentes de la economía mundial hace dos años.
Otra fuerza que ninguno parece querer mencionar: la intervención sin precedentes de la Reserva Federal en los mercados financieros que comenzó en la primavera de 2020. Cuando la pandemia golpeó a Estados Unidos, la Fed desató una avalancha de dinero fácil mientras recortaba las tasas de interés hasta casi cero para evitar un colapso económico. La política, promulgada bajo la administración de Trump por el presidente de la Fed designado por Trump, Jerome Powell, mantuvo frenéticos a los mercados de valores hasta 2021, como Bezos ciertamente sabe: Amazon fue posiblemente el mayor beneficiario de la economía pandémica, aunque sus acciones se han visto golpeadas junto con otras acciones tecnológicas en los últimos meses.
Ah, y también hay una guerra terrestre en Europa del Este que está trastornando los mercados mundiales, poniendo los precios de los alimentos y la energía por las nubes. En China, millones de personas han sido sometidas a estrictos confinamientos por covid, lo que ha hecho mella en la demanda de los consumidores y ha paralizado la fabricación de la segunda economía mundial. Y por si fuera poco: sigue habiendo un desequilibrio no resuelto y psicológicamente complejo en el mercado laboral que está obligando a las empresas a gastar más en salarios y otros beneficios.
A pesar de que Biden y Bezos insinúan que la inflación puede solucionarse si las empresas dejan de ser codiciosas o el gobierno federal deja de gastar tanto dinero, no existe una cura fácil.