(CNN) – Puede parecer algo de una galaxia muy, muy lejana, pero este caza estelar X-Wing, de “Star Wars”, vino de un garaje muy terrenal.

La réplica fuera de este mundo fue una creación de Akaki Lekiachvili, quien trabaja como médico en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés), en Atlanta. Lekiachvili pasó unos seis años trabajando en el proyecto en su tiempo libre.

Ahora que está terminado, dice que está listo para usar su fuerza para el bien, “para luchar contra el imperio del mal, como en las películas”.

Para él, eso implica recaudar dinero para Ucrania.

Así nació el proyecto del X-Wing

La idea de construir el caza estelar X-Wing se le ocurrió a Lekiachvili en 2016 como una forma divertida de enseñar a sus hijos sobre ciencia y tecnología.

Se llama a sí mismo un “reparador” apasionado por el espacio.

“Desde que era niño, siempre quise ser ingeniero aeroespacial, pero mis padres me guiaron para ir a la escuela de Medicina”, dice.

El X-Wing durante el largo proceso de construcción.

El proyecto comenzó en su garaje hasta que la nave espacial se hizo demasiado grande. Luego, Lekiachvili construyó una extensión de 9 metros para su garaje, pero no era lo suficientemente grande como para que cupieran las icónicas alas móviles del caza una vez las puso. Entonces, pasó a la siguiente mejor opción y construyó un hangar para el X-Wing en su patio trasero. (Su esposa no estaba emocionada, dice.)

Sin planos ni instrucciones, el proyecto requirió mucha investigación: ver escenas del X-Wing y estudiar capturas de pantalla de “Star Wars”. Lekiachvili, de 50 años, no conocía las películas de “Star Wars” de la misma manera que la mayoría de los miembros de la Generación X de su edad. Creció en Georgia cuando estaba bajo control soviético.

“Estaba muy controlado: qué tipo de películas podían entrar y [ser] distribuidas en la Unión Soviética”, dice. “Supongo que para evitar la llamada ‘propaganda occidental’”.

No fue hasta finales de los 80, cuando era un adolescente, que descubrió por primera vez las películas de “Star Wars” y se sintió atraído inmediatamente por el tema del bien contra el mal, y dice que “resonó mucho con nosotros”.

“Las rebeliones se basan en la esperanza”

Después de seis años de diseño, reparación, soldadura y construcción de hangares en el patio trasero, el X-Wing de Lekiachvili finalmente estuvo listo para desplegar sus alas… literalmente.

La réplica del X-Wing, aproximadamente dos tercios de la escala del original, es operada por un control remoto inalámbrico que manipula sus alas y la ventana de la cabina. Puede rodar por tierra a unos 6 km/h.

Sus propulsores a reacción se abren y cierran, además de encenderse. Dentro de la cabina, hay dos cámaras y un sistema de orientación como el que usó Luke Skywalker para destruir la Estrella de la Muerte. Incluso tiene su propio R2D2, un droide inflable para quitarlo fácilmente. Lo único que no hace es volar y disparar láseres. Pero sí cuenta con botones láser con sonidos.

Finalmente se dieron los toques finales al caza a principios de 2022, justo cuando las fuerzas rusas comenzaban a invadir Ucrania. Dado que Lekiachvili y su esposa, que es de Polonia, tienen familia en países vecinos de Ucrania, sintieron una gran necesidad de ayudar. En lugar de mantener su nuevo juguete encerrado en su hangar, comenzaron a empujarlo por el mundo para tratar de recaudar dinero para Ucrania.

“Desplegamos el X-Wing y la gente se alinea. Los niños quieren sentarse y presionar botones, tomar fotografías y donar. Hemos estado recaudando mucho dinero”, dice Lekiachvili.

Lekiachvili ayuda a una niña a ver las características del caza estelar.

Hasta ahora, el X-Wing ha estado recaudando dinero para la sucursal de Georgia del Comité del Congreso de Ucrania de Estados Unidos durante sus presentaciones públicas. Para aumentar las donaciones, Lekiachvili espera aprovechar la base de fans de “Star Wars”. Abrió una cuenta de Twitter para el X-wing que, según dice, llamó la atención de Mark Hamill (o del propio Luke Skywalker). También se exhibió recientemente en una noche de “Star Wars” de los Braves de Atlanta.

Sin embargo, el objetivo final de Lekiachvili es asociarse con una organización sin fines de lucro o con alguien que pueda ayudarlo a subastar los recuerdos únicos de “Star Wars” con todo el dinero destinado a ayudar a aquellos en Ucrania.

“Puedo construir el X-Wing, pero recaudar dinero no es mi área de especialización”, dice.

Lekiachvili estima que la construcción del caza estelar costó entre US$ 50.000 y US$ 100.000, pero fue la experiencia en sí lo más valioso para él.

“Probablemente completé un par de tareas de entrenamiento Jedi en este proceso”, dice.

Teniendo en cuenta las palabras de Yoda, “Hazlo o no lo hagas. No hay intento”, Lekiachvili está usando todos sus poderes recién aprendidos para la esperanza.

“Creo que si continuamos presionando, encontraremos una estrategia correcta para tener un impacto”, dice Lekiachvili sobre sus esfuerzos para recaudar fondos para Ucrania.

“Es una tragedia enorme, enorme. Mucha gente está sufriendo y es una muy buena oportunidad para ayudar”.