(CNN Español) – El obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando Álvarez Lagos, denunció este jueves que durante el día y la noche agentes policiales lo persiguieron, según dijo “por órdenes superiores”, llegando incluso a entrar en el ámbito privado de su casa paterna.
“Hoy he sido perseguido por la policía sandinista desde la mañana hasta esta hora de la noche, en todo momento, durante todos mis movimientos del día. Al final de la tarde encontrándome en casa de mi sobrina, he ido directamente a preguntarles a los oficiales de la policía, ¿por qué me persiguen? Me han informado que ellos obedecen órdenes”, dijo el obispo en un video que se divulgó en las redes sociales de su diócesis y de la Arquidiócesis de Managua.
Álvarez lamenta la medida porque ya les había pedido a los agentes que se retiraran.
“Entraron a mi círculo de privacidad familiar, llegaron a mi casa, privada, paternal, maternal, poniendo en riesgo la seguridad de mi familia”, añadió.
Álvarez dijo que se refugió en una parroquia del Reparto Las Colinas desde donde afirmó que iniciará un ayuno a base de agua y suero, de forma indefinida hasta que las autoridades respeten sus derechos.
“Hoy a estas horas comienzo un ayuno a agua y suero, indefinido, hasta que la Policía, a través del presidente de la conferencia Episcopal o del vicepresidente de la conferencia Episcopal, me hagan saber que van a respetar mi círculo de privacidad familiar”, expresó Álvarez.
La Policía Nacional no ha informado de manera oficial si ejecuta un plan de seguridad con obispos y sacerdotes. CNN ha consultado a la Policía, a través de un oficial de relaciones públicas, pero hasta el momento no han respondido a nuestros llamados.
A través de sus redes sociales, el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, expresó este jueves: “Le ofrezco mi solidaridad y mi cercanía fraterna a mi hermano, monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, quien está siendo hostigado por la Policía. Me uno a su oración, pidiéndole al Señor que lo proteja y le conceda la fortaleza de su Espíritu”.
La denuncia de Álvarez ocurre luego de que dos sacerdotes, uno de Masaya y otro de Sébaco, denunciaran la presencia policial permanente en el exterior de sus templos. La Policía tampoco ha brindado información oficial al respecto.
Álvarez ha sido crítico de las acciones del gobierno desde el 2018 cuando comenzaron las protestas en contra del gobierno, tras el anuncio de un proyecto de reforma al sistema de pensiones, que aunque luego fue retirado, abrió paso a amplias protestas en reclamo de cambios en el sistema democrático. El gobierno ha responsabilizado a los obispos, sin pruebas, de apoyar lo que considera un fallido intento de golpe de Estado.