Seúl (CNN) – La era de apaciguar a Corea del Norte terminó y cualquier nueva conversación entre Seúl y Pyongyang debe ser iniciada por el líder norcoreano Kim Jong Un, le dijo este lunes a CNN el nuevo presidente conservador de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol.
En una entrevista exclusiva con CNN, la primera a medios desde que asumió el cargo hace dos semanas, Yoon dijo: “Creo que la pelota está en la cancha del líder Kim, es su elección iniciar un diálogo con nosotros”.
Corea del Norte ha lanzado 15 pruebas de misiles en lo que va del año, más que en los últimos dos años combinados, y el mes pasado Kim prometió “fortalecer y desarrollar” sus fuerzas nucleares a la “velocidad más alta posible”.
Desde su nueva oficina presidencial en el antiguo edificio de defensa en Seúl, Yoon le dijo a CNN que Corea del Sur y sus aliados están listos para cualquier acto de provocación de Corea del Norte.
“El solo hecho de escapar temporalmente de la provocación o el conflicto de Corea del Norte no es algo que debamos hacer”, dijo, señalando la estrategia conciliadora de la anterior administración liberal. “Este tipo de enfoque en los últimos cinco años ha demostrado ser un fracaso”.
Yoon, exfiscal y recién llegado a la política, ha enfatizado constantemente su postura más dura sobre Corea del Norte y su deseo de fortalecer el ejército del Sur, un cambio respecto a su predecesor, Moon Jae-in, quien había promovido el diálogo y la reconciliación pacífica.
A pesar de su postura, Yoon dijo este lunes que no quería que Corea del Norte “colapse”.
“Lo que quiero es una prosperidad compartida y común en la península de Corea”, dijo, pero agregó: “No creo que mejorar la capacidad nuclear [de Corea del Norte] sea útil y propicio para mantener la paz internacional”.
Corea del Sur y sus relaciones con EE.UU., China y el Quad
Dado el reciente aumento de las pruebas de misiles de Corea del Norte y la reanudación de la actividad en su sitio subterráneo de pruebas nucleares, los líderes regionales estaban nerviosos durante el fin de semana cuando Yoon se reunió con el presidente de EE.UU. Joe Biden en Seúl.
Funcionarios estadounidenses habían advertido que Corea del Norte podría estar preparándose para una prueba nuclear subterránea o de un misil balístico intercontinental durante la visita de Biden, su primer viaje a Asia desde que asumió el cargo.
Hasta ahora, eso no ha sucedido.
Pero los dos hombres encontraron puntos en común, dijo Yoon, mostrando a CNN un regalo que recibió de Biden, un letrero que decía: “yo soy responsable”. La cita a menudo se asocia con el expresidente de Estados Unidos, Harry S. Truman. “No sé cómo (Biden) supo que me gusta esta declaración”, dijo Yoon, colocándola en el medio de su escritorio.
A lo largo de su campaña, Yoon enfatizó la importancia de la estrecha alianza de seguridad de Corea del Sur con EE.UU., un impulso que se mostró por completo después de su reunión con Biden, cuando el presidente de Estados Unidos elogió su relación por alcanzar “nuevas alturas”.
Después de su reunión, los dos líderes anunciaron en una declaración conjunta que comenzarían las discusiones sobre el reinicio y la posible expansión de los ejercicios militares conjuntos que se habían detenido bajo el predecesor de Biden, un paso que probablemente provocará la furia de Corea del Norte.
El lunes, Yoon defendió el movimiento como puramente defensivo. El entrenamiento militar regular es “el deber básico de todos los militares del mundo para mantener su preparación”, dijo.
Agregó que, en caso de un ataque, Estados Unidos brindaría asistencia, incluida la defensa antimisiles y su “paraguas nuclear”, la promesa de protección de un estado con armas nucleares a un aliado no nuclear.
Sin embargo, descartó la posibilidad de “reubicar armas nucleares tácticas en la península [coreana]”.
Pero Corea del Sur podría ver cómo su asociación con Estados Unidos y otros actores regionales se expande de otras formas.
Yoon dijo que era de “interés nacional” de Corea del Sur unirse al Marco Económico del Indo-Pacífico de Biden, un plan económico recientemente presentado para democracias afines en la región que se considera un contraataque al dominio de China.
Agregó que Corea del Sur también está considerando unirse a varios grupos de trabajo del “Quad”, o Diálogo de Seguridad Cuadrilateral, un grupo informal compuesto por EE.UU., Australia, India y Japón, para colaborar en áreas que incluyen vacunas, cambio climático y tecnología emergente. Sin embargo, no llegó a decir que el Sur buscaría la membresía oficial de Quad, diciendo que era algo que “seguirían considerando”.
El Quad se ha vuelto más activo en los últimos años a medida que aumentan las preocupaciones sobre los reclamos territoriales de China en la región, con los cuatro jefes de estado listos para celebrar una cumbre en persona en Tokio este martes. Beijing ha condenado al bloque como una “camarilla” anti-China emblemática de una mentalidad “venenosa” de la Guerra Fría.
Durante años, Corea del Sur ha tratado de equilibrar su alianza con Estados Unidos con crecientes lazos económicos con China, pero las relaciones de Seúl con Beijing se han vuelto tensas en los últimos años.
A lo largo de su campaña, Yoon adoptó un tono más frío que su predecesor hacia China, presentando al país como un rival económico.
Cuando se le preguntó sobre el riesgo de provocar la furia de Beijing al forjar lazos más estrechos con Estados Unidos, Yoon descartó la amenaza de represalias económicas.
“Incluso si fortalecemos nuestras alianzas con Estados Unidos en seguridad y tecnología, no significa que pensemos que nuestra cooperación económica con China no es importante”, dijo. Además, agregó, tanto Corea del Sur como China dependen de su cooperación mutua, “así que no creo que sea razonable que China sea demasiado sensible sobre este asunto”.