(CNN Español) – La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos dijo este domingo que el “asedio de la Policía a los sacerdotes” en Nicaragua “reconfirma que “nadie se libra de la persecución incesante a la divergencia” y la “demanda de justicia”, para agregar ahora la labor pastoral. “La libertad de religión se suma a los derechos humanos coartados”, señaló el Alto Comisionado en una declaración publicada en su cuenta de Twitter.
Las conferencias episcopales de Nicaragua y de otros países centroamericanos se sumaron a las críticas luego de que el jueves el obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando Álvarez, informó que iniciaba una jornada de oración, exorcismo y ayuno a base de agua y suero, para demandar a la Policía Nacional el respeto a sus derechos.
Monseñor Álvarez denunció que agentes de esa fuerza le siguieron día y noche. La Policía no ha informado las razones de su presencia en el exterior de la Iglesia Santo Cristo de las Colinas, donde Álvarez se encontraba hasta la mañana del lunes. Monseñor Carlos Avilés, vicario general de la Arquidiócesis, dijo a CNN este lunes que Alvarez salió hacia Matagalpa “escoltado por patrullas de la Policía”. CNN ha solicitado información a la Policía a través de la jefatura de Relaciones Públicas, pero aún no hemos recibido respuesta.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua, en un comunicado publicado este domingo, dijo que expresaba su “solidaridad y cercanía con nuestro hermano monseñor Rolando Álvarez, quien siente zozobra por su seguridad personal y la posibilidad de vivir y celebrar su Fe y cumplir su misión pastoral en un ambiente de paz. Como Iglesia fiel a nuestra misión cristiana, siempre estaremos dispuestos a aportar al bien común, la reconciliación y la fraternidad de los nicaragüenses”.
Por su parte, la Conferencia Episcopal de Costa Rica expresó el sábado otro comunicado su “solidaridad y oración” con la Iglesia y el pueblo nicaragüense, “especialmente en los momentos de prueba”, y rogó a Dios que “les permita mantenerse fieles a su misión y les otorgue un espíritu de sabiduría”.
La Conferencia Episcopal Panameña expresó su apoyo no solo a Álvarez sino también a un sacerdote de Masaya que denunció tener a su iglesia rodeada por la policía: “Nos unimos en oración para que cese la persecución a monseñor Rolando y al padre Harving Padilla, párroco de la Iglesia San Juan Bautista en la Ciudad de Masaya quien se ha limitado a vivir y celebrar su Fe en un ambiente de libertad y paz”.
Del mismo modo, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) señaló que monseñor Álvarez “a través de sus mensajes ha estado presente en los momentos más difíciles a nivel nacional, por ejemplo en los días iniciales de la pandemia quiso realizar acciones junto a un grupo de médicos, de atención y prevención del coronavirus, y el régimen se lo prohibió”.
El Cenidh también afirmó que Álvarez “en sus homilías siempre habla de justicia, libertad, democracia y derechos humanos para Nicaragua. Por eso quieren callarlo, pero no lo lograrán”.
El Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor), ordenó a las empresas de cable, eliminar la señal del Canal Católico de Nicaragua de su oferta, según informó la empresa Claro. Telcor no ha explicado oficialmente las causas de la medida. CNN solicitó un comentario al Consejo de Comunicación y Ciudadanía del Gobierno, pero aún esperamos respuesta.